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EL CONSEJO SOCIAL DESTINA 127.000 EUROS PARA AYUDAR A QUE LOS ESTUDIANTES SE INICIEN EN TAREAS DE INVESTIGACIÓN

Fuente: Consejo Social de la UVa

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid ha destinado un total de 127.000 euros para ayudar a que los estudiantes universitarios puedan iniciarse en tareas de investigación en departamentos y otros centros de la institución académica.

Esta cuantía procede de la renuncia a sus retribuciones por dietas y primas de asistencia a plenos y comisiones de los miembros del Consejo Social, lo que ha permitido que un total de 127 estudiantes se hayan beneficiado de este programa de becas desde su implantación en el curso 2012-2013.

El programa de Becas se enmarca en los objetivos del Consejo Social de fomentar la investigación, el desarrollo científico y la innovación tecnológica así como de impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y de difusión de sus resultados.

A esta línea de trabajo también responden otras iniciativas del Consejo Social como la creación de una Galería virtual de Becarios, que recoge los trabajos realizados por los estudiantes en este programa (http://consejosocial.inf.uva.es/galeria-de-becarios/), la instauración de los Premios de Investigación o la elaboración de un Catálogo de Servicios de la Actividad de Investigación de la UVa con toda la actividad de I+D+i que realizan los cerca de dos centenares de equipos investigadores que tiene activos la Universidad en sus cuatro campus.

En el curso actual son 29 los alumnos beneficiarios del programa de becas, cuyas experiencias pudieron compartir con el rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel, y el presidente del Consejo Social, Gerardo Gutiérrez, durante el encuentro que mantuvieron el 12 de abril junto con sus tutores en el Museo de la Universidad de Valladolid.

Se trata de alumnos procedentes de los 4 campus de la universidad que están finalizando estudios de segundo ciclo o de grado en las cinco ramas de conocimiento y también de primer curso de alguno de los másteres oficiales de la UVa.

Hasta el 31 de julio, están colaborando en tareas de investigación en un departamento universitario o instituto L.O.U., donde desarrollan un calendario de actividades de 30 horas mensuales hasta completar un total de 210 horas.

Al finalizar el periodo, cada alumno deberá presentar una memoria en la que describirá el trabajo que ha realizado y el director del departamento o instituto L.O.U. deberá redactar un informe en el que conste que el alumno ha cumplido satisfactoriamente las tareas encomendadas.

Para optar a estas becas, los alumnos hubieron de presentar un proyecto de investigación que tuviera conexión con su historial científico-técnico y, en su caso, con el proyecto fin de carrera que están realizando.

Asimismo, tenían que superar una nota media entre 6 y 7,5 puntos según la rama de conocimiento y acreditar un nivel de inglés intermedio mediante un certificado B2.

Con este requisito, instaurado en el curso anterior, el Consejo Social pretende valorar la formación integral del alumno para aumentar su competitividad y alentar su interés por que su educación adquiera una proyección internacional

CIENTÍFICOS DEL CESME PARTICIPAN EN UN ESTUDIO QUE ASOCIA UN FÁRMACO CON EL RIESGO DE PADECER SÍNDROME DE TÚNEL CARPIANO

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Investigadores del Centro de Estudios sobre la Seguridad de los Medicamentos (CESME) de la Universidad de Valladolid (UVa), la Universidad Bielefeld (Alemania) y el King’s College de Londres (Reino Unido) han publicado recientemente un estudio en la revista científica ‘PlOS ONE’ en el que se asocia la exposición a bifosfonatos orales con un mayor riesgo de padecer síndrome del túnel carpiano, una afección común en la que se produce una compresión del nervio mediano -que se extiende entre el antebrazo y la mano- a la altura de la muñeca.

Los bifosfonatos son un grupo de medicamentos que se utilizan de forma habitual para prevenir fracturas por osteoporosis particularmente en las mujeres posmenopáusicas. A través del CESME, ubicado en la Facultad de Medicina de la UVa, que realiza la labor de farmacovigilancia en Castilla y León, se detectaron algunos casos aislados de síndrome del túnel carpiano que podrían estar relacionados con la exposición a estos fármacos. “Identificamos que podría existir una asociación entre la exposición a bifosfonatos orales y la aparición del síndrome del túnel carpiano, una inflamación en la muñeca que da lugar a dolor y a una cierta incapacidad funcional, por lo que decidimos realizar un estudio para comprobar esta hipótesis”, explica Alfonso Carvajal, catedrático de Farmacología y, en ese momento, director del centro de la UVa.

Para ello, los investigadores aprovecharon la colaboración que mantienen con el Departamento de Atención Primaria y Ciencias de la Salud Pública del King’s College de Londres, con acceso a una gran base de datos de historias clínicas en el Reino Unido, para realizar un estudio de cohortes, es decir, para poder comparar la frecuencia de una enfermedad entre dos grupos, un grupo expuesto a un determinado factor de riesgo –en este caso los bifosfonatos orales- y otro grupo control, no expuesto .

El equipo seleccionó una muestra de 59.475 mujeres mayores de 51 años, de las cuales 19.825 estuvieron expuestas a bifosfonatos orales; el resto, fueron no expuestas. En el grupo de las tratadas con esta medicación, se detectó la presencia de síndrome del túnel carpiano en un 1’2 por ciento de los casos, mientras que en el grupo de no tratadas con estos fármacos aparecía en un 0’8 por ciento. Tras realizar los ajustes estadísticos apropiados, los investigadores comprobaron que las mujeres que toman bifosfonatos orales tendrían casi un 40 por ciento más de riesgo de presentar síndrome del túnel carpiano en relación a (con) las que no lo hacen.

Implicaciones científicas y sanitarias
Alfonso Carvajal destaca la importancia de contar con este tipo de bases de datos para la realización de estudios epidemiológicos. “Estas muestras tan enormes son inconcebibles en los estudios clínicos convencionales y se pueden alcanzar gracias a estas grandes bases de datos que se han concebido y construido en los últimos años y que permiten realizar estudios de estas características para establecer incidencias y la razón de las mismas”, afirma.

El trabajo, que se ha desarrollado a lo largo de dos años, tiene un doble interés. “Por un lado, académico y científico, ya que no solo aportamos datos sino que explicamos el mecanismo biológico por el que este medicamento para la osteoporosis puede producir esa reacción”, precisa el experto. Por otro, un interés sanitario, “ya que hay muchas mujeres expuestas a esta medicación y este efecto adverso hay que tenerlo en cuenta, o bien tratando de determinar qué mujeres podrían ser más propensas a este síndrome, o bien incorporar de alguna manera esta información al medicamento y que los médicos puedan realizar un seguimiento”, agrega.

En este sentido, existen unos procedimientos establecidos. “Cuando se encuentra una asociación de este tipo hay que seguir las vías precisas para que las autoridades reguladoras tomen las medidas oportunas. En nuestro caso, como Centro de Farmacovigilancia en Castilla y León, lo hemos puesto en conocimiento de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), que se encarga de transmitirlo a su vez a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y es en última instancia un comité de seguridad el que adopta qué medidas tomar, evaluando el riesgo-beneficio. Por ejemplo, puede establecer la modificación en la información acerca del fármaco y dar a conocer este problema a los profesionales sanitarios y a los potenciales pacientes”, detalla.

Tres décadas realizando tareas de farmacovigilancia
El actual Centro de Estudios sobre la Seguridad de los Medicamentos de la UVa comenzó las tareas de farmacovigilancia en Castilla y León en el año 1986 como centro piloto. En 1987 recibió la acreditación como Centro de Farmacovigilancia por parte de la Comisión Nacional de Farmacovigilancia y hoy en día sigue realizando esta actividad. El CESME forma parte de la red europea ENCePP de centros de farmacovigilancia organizada por la EMA.

Entre las funciones que desempeña el centro se encuentra el Programa de Notificación Espontánea de Reacciones Adversas a Medicamentos en Castilla y León; el asesoramiento a la Consejería de Sanidad y a los profesionales sanitarios sobre reacciones adversas a medicamentos, desarrollando la formación e información necesarias en materia de farmacovigilancia y facilitando a los mismos información sobre seguridad de los medicamentos; la realización de investigaciones en materia de Farmacovigilancia; la gestión del registro de las reacciones adversas que se hayan producido durante la realización de un ensayo clínico; y la información a las autoridades sanitarias de cualquier reacción adversa grave que requiera la adopción de medidas.

Referencia bibliográfica:
Carvajal, A., Martín Arias, L. H., Sáinz, M., Escudero, A., Fierro, I., Sauzet, O., Cornelius, V. R., Molokhia, M. (2016). “Carpal Tunnel Syndrome Associated with Ora Bisphosphonates. A Population-Based Cohort Study”. PLoS One. 14;11(1):e0146772. doi: 10.1371/journal.pone.0146772.

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José Carlos Pastor, Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación 2015

Fuente: Comunicación Junta de Castilla y León

José Carlos Pastor ha obtenido el Premio Castilla y León Investigación Científica y Técnica e Innovación en su edición correspondiente a 2015. El jurado ha acordado por unanimidad, concederle este galardón por su intensa actividad investigadora, docente y asistencial. El jurado ha valorado para la concesión de este premio sus investigaciones y la aplicación de la oftalmología en el contexto de la medicina translacional con el lema “investigamos para curar mejor”. Sobresale por su labor de creación, impulso y desarrollo del Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada que es un centro de referencia nacional e internacional. Destaca también el perfil humano respecto a pacientes y la formación de profesionales en países en vías de desarrollo.

El jurado del Premio Castilla y León de Innovación Científica y Técnica e Innovación ha estado compuesto por Tomás Girbés, Premio Castilla y León de Investigación científica y técnica 2002 y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid; María Teresa Sancho, catedrática de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Burgos; José Carlos Pena, catedrático de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León; Luis Jaramillo, director de Cope Castilla y León; Luis Miguel Torres, director de la Agencia ICAL, y Carlos Travesí, como secretario del jurado.

Los galardonados hasta el momento, con el Premio Castilla de Investigación Científica y Técnica son: Joaquín de Pascual Teresa en 1984; Julio Rodríguez Villanueva en 1985, Ernesto Sánchez y Sánchez Villares en 1986, Pedro Gómez Bosque en 1988, Miguel Cordero del Campillo en 1989, Antonio Cabezas y Fernández del Campo en 1990, José del Castillo Nicolau en 1991, Pedro Amat Muñoz en 1992, Juan Francisco Martín Martín en 1993, Amable Liñán Martínez en 1994, Eugenio Santos de Dios en 1995, Antonio Rodríguez Torres en 1996, Jesús María Sanz Serna en 1997, Antonio López Borrasca en 1998, Alberto Gómez Alonso en 1999, Benito Herreros Fernández en 2000, Luis Carrasco Llamas en 2001, Tomás Girbés Juan en 2002, Carlos Martínez Alonso en 2003, Pablo Espinet Rubio en 2004, José Miguel López Novoa en 2005, Francisco Fernández-Avilés en 2006, Jesús San Miguel Izquierdo en 2007, José Luis Alonso Hernández en 2008, José Ramón Perán González en 2009,  José Antonio de Saja Sáez en 2010, Constancio González Martínez en 2011, Alberto Orfao de Matos Correia e Vale en 2012; Fernando Tejerina García, en 2013 y Manuela Juárez Iglesias, en 2014.

El Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación, a partir de esta edición de 2015, incluye la anterior modalidad de Protección del Medio Ambiente, cuyos galardonados han sido: José Antonio Valverde Gómez, en 1989; Asociación Fapas y Hábitat, en 1990; Grupos Ciconia-Meles, Luis Mariano Barrientos Benito, en 1991; Félix Pérez y Pérez, en 1992; Jesús Garzón Heydt, en 1993; Asociación Soriana de Defensa de la Naturaleza, en 1994; Javier Castroviejo Bolívar, en 1995; Fundación Oso Pardo, en 1996; Ramón Tamames Gómez en 1997, Carlos de Prada Redondo en 1998, SEPRONA, en 1999; Fundación Navapalos, en  2000; Miguel Delibes de Castro, en 2001; Ricardo Díez Hochleitner, en 2002; Eduardo Galante Patiño, en 2003; Estanislao de Luis Calabuig, en 2004; Soria Natural, en  2005; Agentes Medioambientales y Celadores de Medio Ambiente de Castilla y León, en 2006; Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León, en 2007; Bosque Modelo de Urbión, en 2008; el municipio de Atapuerca, en 2009; el Proyecto del coche eléctrico de Renault España, en 2010; José Abel Flores Villarejo, en 2011; Francisco Javier Sierro, en 2012, y María del Rosario Heras Celemín en 2013.

La UVa participa en un proyecto europeo que desarrollará una tecnología para la síntesis hidrotermal de nanopartículas

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Un total de 17 socios forman parte del proyecto europeo del VII Programa Marco SHYMAN (Sustainable Hydrothermal Manufacturing of Nanomaterials), una iniciativa que busca desarrollar a escala industrial una tecnología con gran potencial en la producción de nanopartículas de gran tonelaje, denominada síntesis hidrotermal continua. En el proyecto, que cuenta con un presupuesto de 9’5 millones de euros, 6’8 aportados por la Comisión Europea, participa el Grupo de Procesos a Alta Presión de la Universidad de Valladolid (UVa), que llevará a cabo una labor fundamental.

Como detalla el profesor Juan García Serna, del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente, uno de los investigadores del Grupo de la UVa, en la comunidad internacional existe la necesidad de disponer de tecnologías que permitan aumentar la producción de nanopartículas, pero de una forma “verde” y sostenible, de bajo coste y al mismo tiempo capaz de obtener materiales de alta calidad.

La síntesis hidrotermal es una de ellas, y son varios los proyectos a nivel mundial que tratan de desarrollarla para aumentar la capacidad de producción. Japón, Estados Unidos y Corea son líderes en esta tecnología y grupos como el del profesor Tadafumi Adschiri (Universidad de Tohoku, Japón), que cuentan con sus propios dispositivos y procesos patentados, han invertido importantes recursos en esta línea.

En el caso de SHYMAN, el objetivo es llevar a escala industrial una tecnología patentada por la Universidad de Nottingham (Reino Unido), en concreto por el laboratorio del profesor Edward Lester, coordinador general del proyecto.

SHYMAN intenta desarrollar este tipo de tecnología de fluidos supercríticos para producir nanopartículas en Europa. “Es una tecnología compleja y el corazón del proceso, donde se suelen basar todas las patentes, es el tipo de reactor, el dispositivo donde se realiza la conversión. La tecnología del proyecto SHYMAN se llama de contraflujo, donde el fluido caliente y el frío entran enfrentados y por una especie de flotación se produce la mezcla y la reacción con gran eficiencia”, explica García Serna.

Esta tecnología, que ha sido ya testada en el laboratorio, se trasladará ahora a una planta de demostración que se está construyendo en las inmediaciones de la sede de la empresa Promethean Particles (la ‘start-up’ del Grupo de la Universidad de Nottingham), con capacidad para producir en torno a 100 toneladas al año.

El papel de la UVa en el proyecto
Dentro del consorcio del proyecto, algunos grupos aportarán sus conocimientos en torno a esta tecnología y otros se encargarán de buscar aplicaciones para estas nanopartículas. El Grupo de Procesos a Alta Presión de la UVa, el segundo socio con mayor peso dentro del proyecto tras la Universidad de Nottingham –recibirá un aporte de la Comisión Europea de 529.940 euros-, contribuirá con su ‘know-how’ en tres tareas diferentes.

La primera es el diseño de la planta de demostración, es decir, su ingeniería básica. “Hemos colaborado activamente en la elaboración de los balances de materia, los diagramas de flujo y la tecnología básica. También en los análisis de seguridad de la planta, la instrumentación (Diagrama de P&ID –Diagrama de Tuberías e Instrumentación) y control más genérico. Por otro lado, hemos colaborado en las bases fundamentales para operación en cuanto a recuperación del calor, para la sostenibilidad de la planta, para reducir su consumo energético y para la operabilidad con agua supercrítica”, apunta el investigador de la UVa.

La segunda parte en la que participa la UVa es la de simulación y modelizado del reactor. Para ello, emplean una tecnología denominada Dinámica Computacional de Fluidos (CFD, por sus siglas en inglés), un modelado matemático que permite realizar la simulación prácticamente en tres dimensiones. Utilizando los datos de los ensayos de laboratorio de la planta básica de la Universidad de Nottingham, se trata de representar cómo se comporta el fluido dentro del reactor y predecir y escalar el sistema a la planta industrial prevista.

Finalmente, el Grupo de Procesos a Alta Presión ha llevado a cabo una tarea socio-científica, con la organización de la Escuela de Verano SHYMAN entre el 28 de mayo y el 3 de junio del pasado año. La Escuela reunió a cerca de 40 estudiantes que realizan el doctorado en las distintas entidades participantes en el proyecto y también en otros países extranjeros. Durante el curso se impartieron temáticas relacionadas con la dinámica del proyecto y el último día se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas para institutos, a la que asistieron alumnos y profesores de primero de Bachillerato de distintos centros de Valladolid. La Escuela se cerró con una conferencia a cargo de Eric Beckman, de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos), una de las máximas figuras en química e ingeniería verde del mundo.

Aplicaciones de las nanopartículas
Las nanopartículas que se producirán en el marco de SHYMAN son fundamentalmente dióxido de titanio y óxido de hierro, aunque también se sintetizará óxido de cerio y zirconio entre otros. El objetivo es que los socios industriales puedan incorporarlas a sus distintos productos y generar un valor añadido. Polímeros híbridos cargados con nanopartículas que puedan incorporar nuevas características a los materiales, como mayor o menor conductividad térmica, conductividad eléctrica o magnetismo; recubrimientos superficiales avanzados; nuevas prótesis biocompatibles, o componentes electrónicos novedosos serán algunas de las aplicaciones.

El Grupo de Procesos a Alta Presión, dirigido por María José Cocero, ha obtenido la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, un distintivo que reconoce a los grupos de investigación de la comunidad que cuentan con un mayor nivel de calidad y de producción científica.

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Banco Santander renueva su apoyo al Parque Científico de la Universidad de Valladolid

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José, y el director general de Banco Santander y director de Santander Universidades, José Antonio Villasante, en presencia del consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, firmaron el 30 de marzo la renovación del convenio que mantiene el Parque Científico de la UVa y el Santander a través de Santander Universidades.

El acto, que ha tenido lugar en el CTTA (Centro de Transferencia de Tecnologías Aplicadas), del Campus Miguel Delibes, ha coincidido con el XX aniversario de la firma del primer convenio entre la UVa y el Santander (7 de marzo de 1996), lo que convirtió a la universidad en la segunda en suscribir un convenio con la entidad bancaria.

Por este motivo, al acto han sido invitados todos los rectores de la Universidad de Valladolid que desde entonces han estrechado los lazos de colaboración con Banco Santander: Javier Álvarez Guisasola, Jesús María Sanz Serna, Evaristo Abril Domingo y Marcos Sacristán Represa. También han asistido el rector Fernando Tejerina; el que fuera vicerrector de Estudiantes en 1996 y gran impulsor del acuerdo, Javier Sánchez Tabernero; el anterior consejero de Educación, Juan José Mateos, y el equipo rectoral al completo.

Banco Santander es patrono del Parque Científico UVa desde la constitución de la fundación en mayo de 2006 y desde entonces su historia ha ido siempre ligada a la de la entidad. La colaboración entre ambas instituciones tiene la finalidad de reforzar los mecanismos que faciliten la transferencia de resultados de investigación a la actividad empresarial así como promover la difusión de los valores y actitudes de la cultura emprendedora en la comunidad universitaria. 

Esta colaboración se amplió en 2015 con el desarrollo del Programa YUZZ, dirigido a jóvenes de la Universidad de Valladolid con ideas innovadoras que quieran convertirlas en negocios empresariales viables, bajo la coordinación del Parque Científico. 

La relación entre el Santander y el Parque Científico UVa se ha consolidado durante estos ocho años en aras de promover la innovación, la transferencia y el emprendimiento en la comunidad universitaria de los campus de Palencia, Segovia, Soria y Valladolid; y en la sociedad de Castilla y León en general.

VEINTE AÑOS DE RELACIÓN
La colaboración del Banco Santander con la Universidad de Valladolid (UVa) se remonta al año 1996. A lo largo de estos 20 años se han firmado varios convenios para financiar o patrocinar distintos programas de becas de alumnos y titulados, encuentros institucionales (como el primer encuentro de Rectores de Universidades de Brasil, España y Portugal para conmemorar los “500 años de Brasil”, origen del actual Grupo Tordesillas, o la celebración del VIII Centenario de los Estudios Generales de Palencia), cursos de verano, eventos culturales, Grupo de Música Antigua, Coro Universitario y Joven Orquesta de la UVa, publicaciones, actividades de carácter científico y docente, implantación de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, ofertas especiales para los universitarios e impulso de las cátedras de Empresa Familiar y la Cátedra “Simón Ruiz” sobre la Historia del Comercio. 

Actualmente está en vigor el convenio suscrito entre la Universidad de Valladolid y Banco Santander en el año 2009, que, además de las acciones citadas, contempla otras iniciativas como el programa de movilidad internacional de estudiantes, UVa-Banco Santander, dirigido a estudiantes de Iberoamérica y Asia, becas para la formación de personal investigador de la UVa, apoyo a la dotación y mantenimiento de las Aulas Universia, el proyecto “Biblioteca Digital Santander” de manuscritos, incunables, raros y fondos históricos del S. XVI de la Biblioteca Histórica de Santa Cruz de la UVa, una investigación para el estudio de las energías renovables o la colaboración en los festivales Estival y Universijazz. Si pionera fue la UVa en la implantación de la tarjeta universitaria inteligente (carné universitario) hace ya 20 años, su continuidad ha venido recientemente con la puesta en marcha de la AppUVa, primera Universidad en implantarla en España de la mano del Santander.

Banco Santander es la empresa que más invierte en apoyo a la educación en el mundo (Informe Varkey/UNESCO-Fortune 500). A través de Santander Universidades mantiene 1.200 acuerdos de colaboración con universidades e instituciones académicas y concede más de 35.000 becas cada año.