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Investigadores del Grupo de Ingeniería Biomédica desarrollan pruebas simplificadas capaces de diagnosticar apnea del sueño con una precisión mayor al 90%

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Investigadores del Grupo de Ingeniería Biomédica (GIB) de la Universidad de Valladolid (UVa) trabajan en el desarrollo de pruebas simplificadas del Síndrome de la Apnea-Hipopnea del Sueño (SAHS) a partir del análisis automático de diferentes tipos de señales fisiológicas, principalmente el nivel de saturación de oxígeno en sangre y el flujo aéreo.

En sus últimos estudios, el equipo científico ha logrado una capacidad diagnóstica de más del 90 por ciento, lo que permitiría, en un futuro, realizar las pruebas para la detección de la apnea en el propio domicilio del paciente, reducir la complejidad en el diagnóstico y disminuir así el coste sanitario y las listas de espera que actualmente manejan las saturadas unidades del sueño de los hospitales españoles.

Como recuerda Gonzalo Gutiérrez, investigador del GIB que ha centrado su tesis doctoral en esta materia, el Síndrome de la Apnea-Hipopnea del Sueño es un trastorno respiratorio caracterizado por episodios repetitivos de cese completo (apnea) o reducción notable (hipopnea) de la respiración durante el sueño.

Su prevalencia oscila entre el 2 y el 5 por ciento de la población adulta y en algunos estudios se pone de manifiesto que un alto porcentaje de los enfermos (hasta el 90 por ciento de los casos en hombres y el 98 por ciento de los casos en mujeres) podría no estar diagnosticado. La apnea conlleva una serie de problemas a corto y medio plazo, como una reducción notable de la calidad de vida del paciente, que en algunos casos deriva en accidentes de tráfico y laborales debidos a una excesiva somnolencia diurna. E incluso, a largo plazo, puede dar lugar a complicaciones severas de tipo cardiovascular.

La obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes asociados a esta enfermedad. La apnea se produce cuando las vías respiratorias superiores se obstruyen, lo que puede originarse con el aumento del tejido adiposo alrededor de la zona del cuello, debido al exceso de peso. En este sentido, advierte el investigador, “la actual epidemia de obesidad que existe en los países occidentales está dando lugar a una mayor incidencia del Síndrome de la Apnea-Hipopnea del Sueño, que es comparable ya a la de la diabetes, mientras que los servicios de salud no están preparados para atender a todas estas personas”.

En relación al diagnóstico, actualmente el método de referencia es la polisomnografía (PSG), que consiste en la monitorización del paciente en una unidad del sueño especializada bajo supervisión de personal cualificado. Durante esta prueba, se registran más de 30 variables fisiológicas que posteriormente son estudiadas por el médico especialista, quien finalmente realiza el diagnóstico y evalúa el grado de severidad de la enfermedad.

Sin embargo, esta prueba conlleva diversos problemas: requiere la hospitalización del paciente durante una noche, con la consiguiente incomodidad para el mismo; supone unos elevados costes sanitarios en equipamiento y personal cualificado; obliga al especialista a analizar manualmente registros de unas ocho horas de duración, y colapsa las unidades del sueño, incapaces de hacer frente a un número creciente de afectados.

“Por todo ello, nuestro objetivo es simplificar esa prueba. Desarrollamos métodos de ayuda al diagnóstico mediante la utilización de un número muy reducido de señales fisiológicas, en concreto, tratamos de utilizar una única señal. Esto es posible gracias al uso de modelos matemáticos de reconocimiento de patrones, que permiten extraer de forma automática información que no es perceptible a simple vista por un especialista”, detalla Gonzalo Gutiérrez.

Tres tipos de señales fisiológicas
Los investigadores de la UVa han trabajado principalmente con tres de las señales fisiológicas que se recogen habitualmente durante las polisomnografías: la pulsioximetría o saturación de oxígeno en sangre, que mide de forma no invasiva el oxígeno transportado por la hemoglobina; la señal de flujo aéreo, que representa la cantidad de aire inhalado y exhalado por el paciente, cuyo registro se realiza con dos tipos de sensores diferentes; y la variabilidad del ritmo cardiaco, que calcula el tiempo de los intervalos entre latido y latido.

Para ello han contado con la colaboración del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid que dirige el doctor Félix del Campo, que ha aportado los datos necesarios procedentes de las polisomnografías que realizan habitualmente en el Servicio, con el consentimiento informado de los pacientes. “Tratamos con bases de datos amplias, de entre 150 y 300 pacientes, para que los resultados sean generalizables”, apunta el Gonzalo Gutiérrez, quien añade que los estudios han sido llevados a cabo en adultos y también en niños, en colaboración con la Unidad Multidisciplinar de Sueño y Ventilación del Hospital universitario de Brugos, ya que algunas investigaciones destacan la importante incidencia de esta enfermedad en este grupo de edad, cercana al 6 por ciento, debido a la obesidad y a otros factores de riesgo como la obstrucción que producen las anginas.

Respecto a los resultados, “a nivel de rendimiento diagnóstico hemos obtenido muy buenos resultados tanto con la señal de pulsioximetría como con la señal de flujo aéreo, llegando en ambos casos a más del 90 por ciento de precisión diagnóstica. En el caso de la señal de variabilidad del ritmo cardiaco también hemos conseguido buenos resultados pero no tan altos, concretamente, un 86 por ciento de precisión diagnóstica”, explica.

Cribado de pacientes
Los investigadores de la UVa han diseñado además algunos protocolos de cribado previo de pacientes, lo que permitiría reducir la realización de polisomnografías en el hospital hasta en un 40 por ciento. De este modo, “se reduce la necesidad de llevar a cabo pruebas completas, disminuyendo las listas de espera, ahorrando costes sanitarios, acelerando el acceso tanto al diagnóstico como al tratamiento y evitando que el paciente tenga que dormir en el hospital, ya que estos sensores se pueden trasladar fácilmente a su domicilio, tomando unos registros más representativos del sueño habitual del paciente”, concluye.

El Grupo de Ingeniería Biomédica (GIB), coordinado por el catedrático del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones e Ingeniería Telemática de la UVa Roberto Hornero Sánchez, que ha obtenido la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, prevé seguir investigando en esta línea.

“Contamos con varios proyectos encaminados a realizar las pruebas disgnósticas simplificadas en el domicilio del paciente, utilizando incluso el ‘smartphone’, una tecnología más accesible. También queremos analizar si los resultados obtenidos con señales adquiridas en los centros hospitalarios se ven refrendadas analizando las señales tomadas en el domicilio del paciente. Y también queremos avanzar en la línea de apnea pediátrica, un campo poco estudiado hasta el momento”, adelanta Gutiérrez.

Referencias bibliográficas:
Gutiérrez-Tobal, G. C., Álvarez, D., Gomez-Pilar, J., del Campo, F., y Hornero, R. (2015). “Assessment of Time and Frequency Domain Entropies to Detect Sleep Apnoea in Heart Rate Variability Recordings from Men and Women”. Entropy, 17(1), 123-141. doi:10.3390/e17010123
Gutierrez-Tobal, G., C. Alvarez, D., del Campo, F., y Hornero, R. (2015). “Utility of AdaBoost to Detect Sleep Apnea-Hypopnea Syndrome from Single-Channel Airflow”. Biomedical Engineering. DOI: 10.1109/TBME.2015.2467188

 

Investigadores estudian la legislación sobre el robo de identidad en Internet

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La revolución digital está sacudiendo todos los ámbitos de nuestra sociedad. Ha cambiado la forma en que nos comunicamos, nuestra manera de trabajar, la forma en que compramos, recibimos formación o nuestro tiempo de ocio. Pero, como ha sucedido tradicionalmente, el desarrollo de la sociedad trae consigo, paralelamente, nuevas formas de cometer delitos.

Conscientes de la importancia de estudiar si la legislación vigente cubre estas nuevas situaciones relacionadas con el entorno digital, un grupo de profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid (UVa) formó hace diez años el Grupo de Investigación Reconocido (GIR) Derecho de las nuevas tecnologías y la delincuencia informática.

Como detalla su coordinador, el catedrático de Derecho Penal Ricardo Mata Martín, uno de los hitos en la conformación del Grupo fue la publicación a cargo de varios profesores de la UVa de la monografía ‘Delincuencia informática y Derecho penal’, uno de los primeros trabajos sobre la materia en España.

“La revolución digital es uno de los aspectos que más está cambiando la sociedad y tiene una importante repercusión en el Derecho. Se ha producido incertidumbre en este sentido, hay dudas sobre si las nuevas situaciones pueden ser abarcadas por la vieja regulación. El legislador ha tenido que intervenir para hacer visible de qué manera se pueden aplicar los tipos penales vigentes y en algunos casos se ha decidido crear un tipo penal específico. Ha sido por ejemplo el caso del fraude, con la creación del tipo penal especifico de estafa informática e incluso se ha creado otro sobre el uso de tarjetas. Otros, como el delito de amenazas, se puede seguir aplicando igualmente en Internet”, ilustra.

Fruto de estas necesidades de investigación surge el GIR en 2005. Varios profesores procedentes de diferentes disciplinas del Área de Derecho de la UVa que venían trabajando en el ámbito de las nuevas tecnologías deciden formar el Grupo.

“Creamos un grupo interdisciplinar, como requiere este tema, que afecta a prácticamente todas las ramas del Derecho (Derecho Penal, Mercantil, Civil, etc.). Investigamos en torno a la delincuencia informática, a la propiedad intelectual en Internet, a los medios electrónicos de pago, al comercio electrónico o a la tutela jurídica del consumidor y del empresario en Internet”, señala Ricardo Mata Martín, quien apunta que el Grupo está integrado además por Dámaso Vicente Blanco, Marina Echebarría Sáenz, Antonio Javato Martín, José Carlos Laguna de Paz, Iñigo Sanz Rubiales, Patricia Tapia Ballesteros, Raquel Guimaraes y Sergio Cuarezma.

Propuestas de política legislativa
Además de comprobar si la regulación legal resulta adecuada y suficiente, los investigadores formulan también propuestas de cambio legislativo en relación a estas líneas de trabajo. En este sentido, una de las insuficiencias que han detectado es la necesidad de plantear propuestas de política legislativa sobre el robo de identidad en Internet.

“Para algunos expertos el robo de identidad en general, y en Internet en particular, es el delito del siglo XXI. Se trata de un problema de mucha trascendencia y ahora mismo no tiene una respuesta bien meditada en el Código Penal. El robo de identidad genera una serie de consecuencias terribles para las personas, algunas terminan arruinadas y otras incluso detenidas por esa suplantación. Esto es algo que el legislador aún no ha trabajado y creemos que en este momento es el tema sobre el que se tendría que trabajar más”, añade.

El coordinador del Grupo, junto con el profesor de Derecho Penal de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Alfonso Galán Muñoz, presentó en un Congreso organizado por las Naciones Unidas una serie de propuestas de política legislativa sobre el robo de identidad.

Ricardo Mata Martín recuerda que la delincuencia informática plantea algunos problemas más allá del delito concreto, ya que se trata “de una delincuencia trasnacional mientras que la Ley Penal está basada sobre la Soberanía Nacional, y esto plantea muchos problemas por ejemplo qué país es competente para perseguir un delito o cómo investigar cuando los hechos proceden de un servidor que está en otro país”.

Redes sociales
El Derecho también está presente en otros ámbitos tecnológicos muy utilizados en la actualidad, como el de las redes sociales. Para el experto, existe un desconocimiento del alcance y la trascendencia jurídica que puede tener la emisión de opiniones inadecuadas en las redes sociales.

“El problema está en la base, las redes sociales están al alcance de todas las personas y son una herramienta muy útil pero a la vez sigue habiendo un cierto desconocimiento, quizás una cierta falta de formación y falta de conciencia de la responsabilidad que puede generar, por ejemplo, difundir imágenes íntimas. Internet es un mundo virtual pero no queda ahí, lo que sucede en Internet termina trascendiendo de la pantalla y saltando a la realidad, y repercutiendo en la vida real”, recuerda.

En los últimos años, el GIR ha participado en dos monografías, diversos libros colectivos, artículos en revistas especializadas, ha intervenido en diferentes cursos, jornadas y congresos, en un proyecto de innovación docente sobre ‘Derecho y Tecnologías de la Información y la Comunicación’ y en varios proyectos de investigación y convenios en torno a temas como el Derecho Penal y la criminalidad informática, el comercio electrónico, los medios electrónicos de pago, la propiedad intelectual o el mercado electrónico.

 

Una tesis doctoral indaga en el origen y los mecanismos de dispersión del arsénico en los acuíferos de Tierra de Pinares

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La investigadora del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Valladolid (UVa) María Concepción Carretero Rivera ha defendido hoy lunes, 18 de enero, su tesis doctoral titulada ‘Hidrogeoquímica de aguas subterráneas de un sector de la Cuenca del Duero con altos niveles de arsénico’.

El trabajo profundiza en el origen y los mecanismos de dispersión del arsénico, un contaminante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa entre las diez sustancias químicas más preocupantes para la salud pública, en los acuíferos de la comarca de Tierra de Pinares, que comprende zonas del norte de la provincia de Segovia, el sur de la provincia de Valladolid y el este de la provincia de Ávila.

El trabajo ha sido dirigido por los profesores del Departamento de Química Analítica María del Sol Vega Alegre y Rafael Pardo Almudí,

Como explican los investigadores, la contaminación de las aguas subterráneas por arsénico y otros elementos tóxicos es una de las mayores amenazas sanitarias y medioambientales a las que se enfrenta la humanidad. Las aguas subterráneas son el único recurso hídrico en muchas regiones del planeta y se destinan tanto al consumo humano como a la agricultura y ganadería, por lo que su calidad debe ser cuidadosamente controlada. Aunque estos contaminantes pueden tener un origen antropogénico, en la gran mayoría de los acuíferos su origen es geogénico, es decir, producto de las interacciones agua-roca que provocan la lixiviación de minerales cuando se dan las condiciones químicas y físicas adecuadas.

Desde hace más de una década se conoce la presencia de niveles anormalmente elevados de arsénico y de otros elementos geogénicos tóxicos en aguas subterráneas de la margen sur de la Cuenca del Duero, siendo la comarca de Tierra de Pinares el área más afectada. “La necesidad de comprender el origen y mecanismos de dispersión del arsénico en los acuíferos afectados ha motivado el desarrollo de esta tesis doctoral”, subrayan.

Para investigar la hidrogeoquímica de las aguas subterráneas, el equipo eligió un sector limitado de la comarca de Tierra de Pinares, entre los municipios segovianos de Mata de Cuéllar, Vallelado y San Cristóbal de Cuéllar, “que puede ser considerado representativo de toda la comarca debido a su funcionamiento hidrogeológico y a los usos del suelo y de los recursos hídricos”, detallan. Los investigadores localizaron más de 80 puntos de muestreo que incluyeron pozos, sondeos y manantiales, y se tomaron datos en dos años consecutivos.

En concreto, analizaron más de 20 parámetros en las muestras de agua subterránea: pH, conductividad eléctrica, potencial eléctrico, temperatura, oxígeno disuelto, arsénico, vanadio, cationes y aniones mayoritarios, hierro y manganeso.

Distribución de arsénico muy variable
Como señalan, se han identificado dos acuíferos superficiales interconectados hidráulicamente, el acuífero aluvial (con aguas predominantemente sulfatadas cálcico-magnésicas) y el acuífero carbonatado (aguas bicarbonatadas cálcico-magnésicas). Por debajo, un tercer acuífero detrítico profundo (aguas bicarbonatadas sódicas) con aguas alcalinas y un ligero carácter termal.

Los resultados obtenidos revelan que la distribución de arsénico en las aguas subterráneas del área de estudio es muy variable. “En más del 80 por ciento de las muestras de agua subterránea pertenecientes a los acuíferos aluvial y detrítico profundo se han encontrado concentraciones de arsénico superiores al nivel máximo tolerado para aguas destinadas al consumo humano (10 microgramos por litro), mientras que en el acuífero carbonatado las concentraciones de arsénico fueron inferiores a este valor”. Del mismo modo, destaca que el 9 por ciento de las muestras analizadas superaron los 200 microgramos por litro de arsénico, todas ellas del acuífero aluvial.

Estudio de materiales sedimentarios
El equipo científico subraya que el estudio de la distribución de arsénico en los materiales sedimentarios “puede ayudar a comprender las fuentes y los mecanismos de movilización del arsénico”. Así, tomaron 57 muestras, entre 600 y 850 metros de altitud, en las que se analizaron 35 parámetros geoquímicos y mineralógicos.

En este sentido, “la concentración media de arsénico en los sedimentos analizados fue 15 miligramos por kilogramo, aunque los valores varían de forma significativa de un estrato a otro”. Por otro lado, “la composición mineralógica de los materiales sedimentarios de la zona influye en la retención del arsénico, que está asociado preferentemente a los filosilicatos (arcillas), minerales abundantes en la zona y con elevada capacidad de intercambio iónico”, apuntan.

Los investigadores consideran que las altas concentraciones de arsénico en los acuíferos aluvial y detrítico profundo pueden estar causadas por diferentes mecanismos de movilización. De esta forma, la creciente salinización de las aguas subterráneas del acuífero aluvial causada por procesos naturales de disolución de minerales (yesos y carbonatos, principalmente) y por las prácticas agrícolas (empleo de fertilizantes y sobreexplotación del acuífero), “parecen estar provocando la liberación de arseniato por intercambio iónico competitivo”. Finalmente, en el caso del acuífero detrítico profundo, el mecanismo de movilización de arsénico parece ser, a juicio de los investigadores, “la desorción competitiva de arseniato en aguas alcalinas causada por el ión hidróxido”.

Difusión de resultados en revistas y congresos
En el marco de esta línea de investigación, el equipo ha publicado diversos artículos como el titulado ‘Los minerales de la arcilla y el arsénico en los acuíferos de la Tierra de Pinares, Valladolid’ en la Revista de la Sociedad Española de Mineralogía (2009), e ‘Hidrogeología de los acuíferos de la zona Vallelado-Mata de Cuellar (Segovia) afectados por altos contenidos en arsénico’ y ‘Posible origen y dispersión de arsénico en los acuíferos de la zona Vallelado-Mata de Cuellar (Segovia)’, en la publicación Hidrogeología y recursos hidráulicos (2004). Asimismo, los resultados de estos trabajos se han difundido a través de comunicaciones en siete congresos y encuentros científicos nacionales e internacionales.

La defensa de la tesis doctoral, enmarcada en el Programa de Doctorado ‘Química Analítica Aplicada: Contaminación y Medio Ambiente’, se ha realizado en la Sala de Grados II de la Facultad de Ciencias de la UVa.

Asimismo, el Tribunal ha estado formado por Enrique Barrado Esteban (Universidad de Valladolid), Elena Giménez Forcada (IGME, Unidad de Salamanca), Romà Tauler Ferrer (CSIC-IDAEA, Barcelona), José Manuel Andrade Garda (Universidad de A Coruña) y Arsenio Muñoz de la Peña Castillo (U. de Extremadura).

 

Investigadores del Campus de Palencia estudian el empleo de orujo de uva en la alimentación del ganado ovino

Cristina-Guerra-Rivas-investigadora-del-Grupo-Produccion-y-Alimentacion-de-Rumiantes-de-la-UVa-que-ha-centrado-su-tesis-doctoral-en-la-materia

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El Grupo de Investigación Reconocido (GIR) Producción y Alimentación de Rumiantes de la Universidad de Valladolid (UVa), que desarrolla su labor en el Campus de Palencia, trabaja en una línea de investigación centrada en la producción de carne y leche de calidad, en el marco de la cual ha estudiado el empleo de orujo de uva en la alimentación del ganado ovino.

Según detalla la coordinadora del Grupo de Investigación, la doctora Teresa Manso, perteneciente al Área de Producción Animal del Departamento de Ciencias Agroforestales de la UVa, en la alimentación de los rumiantes en general, y del ganado ovino en particular, es muy habitual utilizar subproductos de la industria agroalimentaria, “ya que esto permite aprovechar productos que de otra manera serían únicamente residuos, con la importancia que este tema presenta desde un punto de vista medioambiental, y también para reducir el coste de la ración y proporcionar sustancias bioactivas con efectos beneficiosos sobre la calidad de los productos (carne y leche) y la salud de los consumidores”.

En el caso de la industria vitivinícola, en el proceso de elaboración del vino se generan distintos subproductos, como los orujos, con un interesante contenido en compuestos fenólicos que destacan por su poder antioxidante, entre otras propiedades. No obstante, según las estimaciones sólo un 3 por ciento de la producción nacional se destina a alimentación animal.

Asimismo, una de las estrategias más comúnmente utilizadas para prevenir la oxidación lipídica de la carne es la utilización de antioxidantes en las raciones. En muchas ocasiones se utilizan antioxidantes de síntesis, cuyo uso está bastante restringido en algunos países debido a sus efectos tóxicos o carcinogénicos, por lo que existe un gran interés por desarrollar antioxidantes de origen natural para su posible utilización en alimentación animal.

Por ello, “el interés del empleo de los subproductos de la elaboración del vino por parte de los ganaderos y las empresas del sector de la alimentación animal radica en la riqueza en compuestos fenólicos que presenta y en que pueden actuar sobre la estabilidad oxidativa y la calidad de los productos obtenidos”, afirma la investigadora. Sin embargo, los trabajos realizados en ganado ovino sobre el empleo de subproductos ricos en compuestos fenólicos como el orujo de uva son aún muy escasos.

Para avanzar en este sentido, el Grupo de la UVa, en colaboración con investigadores del Instituto de Ganadería de Montaña (CSIC-Universidad de León) y del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), ha analizado el efecto de la incorporación de orujo de uva en las distintas fases productivas del ganado ovino (ovejas en lactación y en corderos de cebo) sobre los rendimientos productivos y la estabilidad oxidativa y vida útil de la carne de lechazo y de cordero en relación con el antioxidante habitualmente utilizado.

Los investigadores han realizado varias pruebas experimentales con animales que han permitido, por un lado, conocer el valor nutritivo del orujo de uva procedente de distintas bodegas de Castilla y León (su composición química, digestibilidad, degradabilidad y actividad ruminal en ganado ovino); por otro, evaluar el efecto de la incorporación de orujo de uva en raciones de ovejas en inicio de lactación sobre la producción y composición de la leche y sobre los rendimientos productivos y las características de la canal y de la carne de los lechazos producidos; y por último estudiar el efecto de la inclusión del orujo de uva en la ración de los corderos durante la fase de crecimiento-cebo sobre los rendimientos productivos, las características de la canal y de la carne, el perfil de ácidos grasos de la grasa intramuscular y la vida útil de la carne de los corderos.

Efectos positivos en la calidad de la carne
Los resultados obtenidos en este trabajo ponen de manifiesto que la incorporación de orujo de uva a los niveles estudiados en la ración de ovejas en lactación y en corderos en crecimiento-cebo “presenta un efecto positivo sobre la estabilidad oxidativa y el color de la carne, sin que los rendimientos productivos de los animales se vean afectados”, detalla Manso. Del mismo modo, se han observado mejoras en el perfil lipídico de la carne, “ya que en algunos casos los niveles de ciertos ácidos grasos beneficiosos para la salud humana como el ácido ruménico se han visto incrementados al incluir este subproducto”.

Para completar estos estudios, los investigadores consideran necesario la realización de un mayor número de estudios sobre el efecto de distintos niveles de inclusión de orujo de uva en distintas fases productivas del ganado para poder realizar recomendaciones concretas y optimizar los sistemas de alimentación del ganado ovino y la calidad de la carne de cordero. Asimismo, creen que es preciso estudiar métodos de incorporación y conservación con bajo coste, ya que se trata de un subproducto estacional y con alto contenido en humedad, para mantener su disponibilidad a lo largo del año.

Tesis doctoral con Mención Internacional
Los trabajos, han centrado a lo largo de cinco años la tesis doctoral de la investigadora del grupo Cristina Guerra Rivas, han sido financiados a través de sendos proyectos del Ministerio de Economía y Competitividad y de la Junta de Castilla y León. Asimismo, Guerra ha disfrutado de una beca de introducción a la investigación de la Universidad de Valladolid y durante cuatro años de una beca FPU del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Durante este periodo la investigadora ha realizado una estancia predoctoral en el laboratorio de Qualidade da Carcaça e da Carne de la Escola Agraria de Bragança (Portugal), donde ha tenido la oportunidad de trabajar en técnicas instrumentales y analíticas de calidad de la carne, en análisis sensorial de la misma y en técnicas de análisis estadístico de los datos.

La tesis doctoral, dirigida por Teresa Manso y por la doctora Ceferina Vieira, fue defendida el pasado 20 de octubre en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, con la calificación de sobresaliente “Cum laude” y Mención Internacional.

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Identifican un grupo de pacientes diferenciado dentro de la esquizofrenia

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Investigadores de los departamentos de Psiquiatría y Estadística de la Universidad de Valladolid (UVa), del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del Hospital Reina Sofía de Córdoba han identificado un grupo de pacientes dentro de la esquizofrenia que presenta diferentes características cerebrales estructurales, funcionales y una distinta evolución clínica. El hallazgo, publicado en la revista ‘Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry’, supone un avance en el conocimiento de la enfermedad y abre una vía nueva para mejorar sus tratamientos.

Según explica el docente e investigador de la UVa Vicente Molina, la esquizofrenia no se caracteriza por un cuadro clínico único con una evolución uniforme ni siquiera similar en muchos casos, sino que los pacientes muestran signos y síntomas diferentes y también responden de forma distinta al tratamiento habitualmente empleado. Por ello, “desde la perspectiva clínica pensamos que tiene que existir probablemente más de una enfermedad dentro del síndrome que llamamos esquizofrenia”, apunta.

Del mismo modo, desde el punto de vista biológico la comunidad científica internacional ha realizado multitud de hallazgos pero sus resultados no han podido replicarse suficientemente. En particular en lo relativo a los estudios cerebrales, algunos grupos investigadores encuentran pequeñas pero significativas desviaciones en la estructura o en la función cerebral, mientras otros grupos no las detectan.

“En este contexto, una de las hipótesis es que existen grupos con distintos sustratos biológicos que contribuyen a causar un síndrome al que llamamos esquizofrenia. Hasta la fecha, los estudios realizados asumían que todos los pacientes con esquizofrenia debían tener la misma base biológica que habría que descubrir y por ello cada grupo realiza su estudio y encuentra cosas que después no se replicaban. Nuestra idea es hacer el camino a la inversa.

En lugar de dar por hecho que existe un cuadro más o menos uniforme al que llamamos esquizofrenia que debe tener un sustrato común a todos los pacientes, tratamos de investigar cómo se agrupan esas múltiples alteraciones biológicas que encontramos en los pacientes de esquizofrenia y definimos qué síntomas y qué evolución de la enfermedad caracteriza a los pacientes con agrupaciones biológicas comunes”, detalla.

Estudio de 203 sujetos

El equipo científico dirigido por Vicente Molina estudió 203 sujetos, 121 pacientes de esquizofrenia -64 de primer episodio, para descartar los posibles efectos relacionados con el tratamiento farmacológico a largo plazo y la cronicidad de los pacientes con una evolución prolongada-, 22 pacientes con trastorno bipolar –en general crónicos y tratados con fármacos similares a los que reciben los pacientes crónicos de esquizofrenia, para poder controlar los efectos del tratamiento crónico con esos fármacos-, y un grupo control compuesto por 60 sujetos sanos.

Los investigadores partieron del estudio de la estructura del cerebro con Resonancia Magnética. En concreto, seleccionaron tres parámetros estructurales señalados por su posible importancia en la literatura científica en torno a la esquizofrenia. “Se trata del grosor cortical o grosor de la materia gris en cada punto, el área de la corteza y la curvatura. Algunos grupos pero no otros han encontrado que están alterados y, además, tienen un correlato verosímil desde el punto de vista de posibles alteraciones biológicas subyacentes, como alteraciones de la conectividad entre regiones o de la maduración cerebral”, agrega.

Una vez distinguidos algunos grupos de pacientes con determinados patrones anormales de grosor cortical, área y curvatura, los investigadores analizaron otros datos biológicos que disponían de estos sujetos como estudios de consumo de glucosa –el elemento que emplean fundamentalmente las neuronas en su metabolismo-, el potencial evocado P300, sus datos clínicos o su evolución.

Diferencias claras

El equipo científico comprobó que 24 pacientes de esquizofrenia -12 de ellos crónicos y 12 de primer episodio- se segregaban claramente de los demás. Entre ellos no se encontraba ningún paciente con trastorno bipolar. Como señala Molina, este grupo diferenciado se caracterizó “por una curvatura media claramente mayor en la corteza, es decir, un cerebro más encogido, con rugosidades, y en menor medida por un menor grosor cortical”. Asimismo, este grupo presentaba alteraciones metabólicas que no mostraban los demás pacientes con esquizofrenia, en concreto un consumo de glucosa bastante menor que el resto de pacientes en dos regiones importantes, el estriado y el tálamo; y en ellos los denominados síntomas negativos -como falta de interés por las cosas, problemas para relacionarse o la incapacidad de mantener la atención- empeoraron con el paso del tiempo, mientras que en los demás casos mejoraron levemente.

Los hallazgos realizados podrían permitir comprender mejor los sustratos de la esquizofrenia superando el problema conceptual que supone buscar sustratos cerebrales comunes a todos estos casos. Quizá así podrían mejorarse las terapias que se administran a estos pacientes.

El grupo dirigido por Vicente Molina, denominado ‘Sustratos cerebrales de la psicosis’, que ha obtenido la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, prevé seguir investigando en esta línea, a través de un proyecto financiado tanto por la Gerencia Regional de Salud como por el Instituto de Salud Carlos III, concretamente en el estudio de los fundamentos de la conectividad anatómica y funcional en estos pacientes, lo que podría contribuir también a diferenciar nuevos grupos.

Referencia bibliográfica:
Lubeiro, A., Rueda, C., Hernández, J. A., Sanz, J., Sarramea, F., y Molina, V. (2016). “Identification of two clusters within schizophrenia with different structural, functional and clinical characteristics”. Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, 64, 79-86.