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EL CORDYCEPS MILITARIS, EL HONGO SILVESTRE QUE ACABA CON LA PROCESIONARIA DEL PINO, SEGÚN UN ESTUDIO DE LA CÁTEDRA DE MICOLOGÍA DE LA UVA

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La plaga de la procesionaria del pino puede controlarse eficazmente con el Cordyceps militaris, un hongo medicinal que ataca a los insectos, según el resultado de los estudios realizados por la Cátedra de Micología de la ETS de Ingenierías Agrarias del Campus de la UVa en Palencia.

Los investigadores han testado en los pinares de pino piñonero del Cerrato (Palencia) que esta especie micológica ejerce sobre las orugas un control biológico eficaz como ecoinsecticida natural, según informa el director de la Cátedra, Juan Andrés Oria de Rueda.

La oruga de la procesionaria del pino es una de las plagas más destructivas de los bosques mediterráneos y también de parques y jardines, provocando además numerosas alergias.

Especialmente graves están siendo este año sus ataques en pinares y parques, debido a las altas temperaturas del invierno, hasta el punto de que se están registrando incluso sus efectos en lugares de alta montaña, donde no se había visto hasta ahora.

Al inusual calor, hay que sumar la escasez de lluvias de estos últimos meses, lo que está adelantando los efectos de la procesionaria en los bosques de todo el territorio español. En concreto, en Castilla y León este problema de salud forestal y social es acuciante, pero también en Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Galicia o Andalucía se están viendo especialmente afectados.

La presencia de las orugas de procesionaria se delata por los característicos bolsones blancos y sedosos en las ramas de los árboles, sobre todo en pinos y cedros, donde se guarecen sus colonias.

En primavera descienden en largas filas o procesiones, de donde viene su nombre, hasta el suelo, donde se entierran y pasan a pupas a través de su metamorfosis.

Es en este proceso cuando pueden afectar a la salud de niños y mascotas, ya que las orugas están recubiertas de pelos urticantes que dan lugar a irritaciones graves y que, en el caso de los perros, les puede llegar a causar la muerte.

Si bien hay distintas aves insectívoras capaces de controlar a estos insectos como las abubillas, cucos, críalos, chotacabras (come polillas adultas) y otros pájaros pequeños (carboneros y herrerillos capuchinos), varias de estas especies son migratorias y a veces no llegan antes de que las orugas desciendan de los árboles y se hayan enterrado.

Cuando esto ocurre puede suceder que los perros que escarban o remueven el suelo pueden verse más gravemente afectados, pues los pelos urticantes de las orugas se les clavan como flechas y les producen una severa inflamación.

Los investigadores de la Cátedra de Micología, tras los estudios realizados en los dos últimos años en colaboración con empresas de jardinería y otras especializadas, encontraron que los hongos silvestres como el Cordyceps militaris, de forma de maza y color naranja, localizados en la comarca palentina del Cerrato pueden llegar a acabar con más del 80 % de las orugas de la procesionaria enterradas, resultando inofensivo el tratamiento, según ha declarado el director de la Cátedra.

Alguna cepa incluso llega a eliminar al 90-100% de las orugas y pupas afectadas, lo cual es de una eficacia sorprendente. Una vez que se selecciona la cepa o variedad de hongo ecoinsecticida más eficaz frente a la procesionaria se procede a replicar el hongo para posteriormente hacerlo multiplicar a gran escala. Entonces se hace el tratamiento en monte pulverizando una solución de agua con esporas.

Las ventajas de la utilización del hongo ecoinsecticida Cordyceps es múltiple, por un lado, se trata de un tratamiento ecológico natural que evita la utilización de productos químicos agresivos; y por otro, el hongo estudiado no es perjudicial para personas y animales domésticos, solamente para las orugas y pupas de la plaga, produciendo esporas que se dispersan por el aire hasta que se ven interceptadas por los pelos de las orugas.

De las nueve cepas o variedades diferentes del hongo observadas en la investigación, parece que la procedente de pinares mediterráneos más secos y continentales del pino albar o piñonero (Pinus pinea) es la más activa y eficaz contra la plaga, en comparación con las procedentes de comarcas más lluviosas y frías, que parecen requerir mayor humedad.

Por los datos recogidos en el estudio, estos hongos del Cerrato son capaces de desarrollarse y atacar con éxito a la plaga de la procesionaria en condiciones de mayor escasez de humedad y oscilación de temperaturas, con un efecto más rápido y letal en los insectos.

El hongo ascomicete Cordyceps, no solo ataca con éxito como parásito ecológico a la plaga de la procesionaria sin perjudicar a las personas o mascotas; sino que es benéfico y medicinal, con multitud de aplicaciones gracias a la Cordicepina, una sustancia activa que contiene con propiedades antibióticas, antivíricas, anticancerígenas y estimula el sistema inmunitario.

También se ha empleado con éxito por los atletas para mejorar sus resultados y en trasplantados de órganos para evitar el rechazo. “Hay 500 especies del género Cordyceps con numerosas variedades. Pero la encontrada en el Cerrato parece ser la más eficaz contra la procesionaria y posiblemente de efectos medicinales más que positivos” comenta el director de la Cátedra de Micología Juan Andrés Oria de Rueda.

Un estudio sobre el lenguaje en los niños con pérdida auditiva congénita desarrollado en la Facultad de Medicina de la UVa, Premio FIAPAS 2018

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El Grupo SERENDIPIA, del Grado de Logopedia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, ha recibido el Premio FIAPAS 2018 otorgado por la Confederación Española de Familias de Personas Sordas por su proyecto de investigación sobre el «Desarrollo del lenguaje en niños con detección temprana de la hipoacusia neonatal».

El trabajo analiza la evolución y el desarrollo del lenguaje oral, de un grupo de niños y niñas detectados y diagnosticados precozmente de una pérdida auditiva congénita (hipocausia bilateral prelocutiva), dentro del Programa de Detección Precoz de la Sordera Infantil, y que se han beneficiado de una intervención temprana. Entre otras conclusiones, el estudio señala que, en torno a los siete años de edad, con carácter general, este grupo de niños había alcanzado unos rangos normalizados de lenguaje.


“Estamos investigando cuándo el lenguaje y la comunicación de los niños con discapacidad auditiva detectada al nacer, se equiparan con la de los niños oyentes, y sospechamos que es a la edad de los siete años, según las pruebas que les estamos haciendo. En los primeros años de vida hemos visto que hay un desfase lingüístico muy importante, hasta que se les ponen los recursos adecuados (implantes cocleares, audífonos, etc.) para que el niño comience a escuchar y se inicia la intervención logopédica.

Una vez hecho esto, detectamos que la distancia entre unos y otros se acorta, y hacia los siete años ya se normaliza, de forma que hay niños con 12-13 años que tienen un lenguaje oral y una comunicación estupenda para la pérdida auditiva que tienen, comparable con la de los niños oyentes”, señala la doctora Belén Santiago, profesora del Dpto. de Pedagogía en el Grado en Logopedia de la UVa y coordinadora del Grupo SERENDIPIA.


Para realizar el estudio se constituyó en el año 2015 en la Facultad de Medicina de la UVa, un equipo de trabajo del que forman parte logopedas y estudiantes de este Grado, codirigido por la propia Belén Santiago; el doctor José Ignacio Benito Orejas, del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico Universitario; y el psicólogo, Ángel Luis Sánchez Rosso.


Desde entonces han analizado a más de 75 niños con discapacidad auditiva a los que desde los tres hasta los 15 años, les someten a pruebas de lenguaje para comprobar su expresión, articulación, lectoescritura o discriminación auditiva; y comprobar su evolución comparándola con 80 niños oyentes de ese tramo de edad que participan también voluntariamente en el Proyecto como individuos de control.


Las pruebas realizadas sirven para “hacer una foto fija y saber cómo están los niños, presentando en ocasiones mayor alteración del lenguaje de lo que los padres piensan”, señala Belén Santiago, quien insiste en la importancia de la detección precoz para poder intervenir de forma inmediata: “El `ya hablará´ no lo podemos permitir, eso era antes.

A partir del año ya tienen que empezar a decir palabras, si sospechamos algo hay que llevarlo al pediatra para que lo derive al otorrino y ver si tiene una pérdida auditiva. Desde luego ahora mismo con todo lo que se conoce sobre este tema, no hay que perder un minuto, la detección precoz es fundamental y los beneficios a la larga son estupendos”.


La coordinadora del Grupo de SERENDIPIA apunta también algunas señales de alerta que pueden delatar que hay pérdida de audición entre los niños: “Según la edad varían los síntomas, pero la familia debe desconfiar cuando un bebé no se sobresalta con un ruido fuerte, si la voz de la madre no le tranquiliza, no se gira cuando alguien le habla o ante ruidos familiares, no balbucea, o reacciona más positivamente a las vibraciones y al tacto, que al sonido.


A partir de los dos años, si no presta atención a los sonidos del entorno y está como muy metido en su actividad y todo el ruido parece que no va con él, no entiende órdenes sencillas sin apoyo visual, hay que consultar con el pediatra.

Y si a pesar de estas señales llega a los 4-5 años sin un diagnóstico, el hecho de no sepa contar lo que le pasa o mantener una conversación sencilla, o si su lenguaje no es comprensible para su entorno; si en el cole son niños con falta de atención y de concentración, síntomas confundidos a veces con problemas de aprendizaje, hiperactividad o falta de estimulación lingüística, son señales que deberían alertarnos.


Además, hay que vigilar a aquellos niños con frecuentes otitis serosas, y como norma, se recomienda explorar la audición de todos aquellos niños con poca capacidad de atención, falta de interés por las tareas escolares o se muestren poco comunicativos”.


El Proyecto ha puesto de manifiesto la importancia de la detección precoz de la pérdida auditiva, así como de una temprana y adecuada adaptación protésica e intervención logopédica, y la extraordinaria importancia que tiene la colaboración y participación activa de la familia en todo el proceso de rehabilitación, ya que cuando este pilar falla, los resultados en la adquisición y el desarrollo del lenguaje no son tan halagüeños.


También ha servido para detectar la dificultad que tienen los jóvenes con discapacidad auditiva en la lectoescritura, lo que ha generado que el Grupo haya abierto una nueva línea de investigación para medir esta competencia. “Queremos evaluar cómo es la lectoescritura en estos chicos porque muchas veces a simple vista parece que tienen un lenguaje estupendo, una comunicación fluida para el día a día, pero hemos visto que en la lectoescritura, en la elaboración de textos, por ejemplo, en la redacción de exámenes tienen dificultades”, concluye Santiago.


Además del reconocimiento del Premio FIAPAS, el Proyecto ha logrado cinco becas del Ministerio de Educación y Cultura y de la Uva; la publicación de dos artículos en revistas especializadas (Revista de investigación en Logopedia y Revista de ORL), tres comunicaciones nacionales y seis TFG (en el Grado en Logopedia de la Uva); y una ayuda para el proyecto de investigación en Biomedicina seleccionado para desarrollar en los centros de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León en 2018. GRS 1497/A/17″.


Premio FIAPAS


La Confederación Española de Familias de Personas Sordas – FIAPAS es una organización sin ánimo de lucro, con implantación estatal, que constituye la mayor plataforma de representación de las familias de personas sordas de nuestro país. Desde hace 16 ediciones otorga el Premio FIAPAS con el que reconoce las labores de investigación en deficiencias auditivas, de aplicación en las categorías de Sanidad, Educación y Accesibilidad.


En esta edición, el Jurado integrado por un comité científico formado por Eulalia Juan, audióloga en el Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca; la Dra. María José Lavilla, presidenta de la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL); el Dr. Jaime Marco, presidente de la SEORL; Carmen Jaúdenes, directora de FIAPAS; y Jose Luis Aedo, presidente de FIAPAS, otorgó el Premio FIAPAS en la categoría de Educación al Grupo SERENDIPIA de la Universidad de Valladolid.

FINALIZA EL PLAZO DE PRESENTACIÓN DE CANDIDATURAS PARA OPTAR AL PREMIO DE INVESTIGACIÓN 2019 DEL CONSEJO SOCIAL

El 15 de marzo concluyó el plazo para presentar candidaturas al Premio de Investigación Consejo Social 2019, un galardón que tiene como objetivo reconocer la labor de investigación y transferencia de conocimientos que se desarrolla en el seno de la Universidad de Valladolid.

El premio está abierto a departamentos, cátedras, centros de estudios, institutos universitarios y Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) de la UVa que destaquen especialmente por la consecución de contratos de investigación, y por el desarrollo de actividades con empresas e instituciones.

Para optar a este premio, los aspirantes pudieron presentar sus candidaturas en el Registro Central o en el Registro Electrónico de la Universidad, mediante un escrito dirigido al Consejo Social en el que hicieron constar los méritos que consideren oportunos.

El premio tiene una dotación económica de 6.000 euros, que deberán destinarse a la adquisición de medios materiales relacionadas con la actividad investigadora del galardonado o a la publicación o divulgación de la misma. El jurado dará a conocer su fallo antes del 30 de abril.

Las bases del Premio de Investigación Consejo Social 2019 se pueden consultar aquí: http://consejosocial.uva.es/premios/.

La convocatoria de este premio se enmarca dentro de los objetivos del Consejo Social tendentes a impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación y su adecuación a las necesidades del territorio, con una mayor conexión con el tejido productivo.

UNA TESIS LEÍDA EN LA UVa EXPLICA EL DESARROLLO DEL INSTRUMENTO RAMAN QUE VIAJARÁ A MARTE EN LA MISIÓN DE LA AGENCIA ESPACIAL EUROPEA

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El Aula Triste de la Universidad de Valladolid acogió el 7 de marzo la lectura de una tesis doctoral fundamental en la carrera por el espacio, defendida por el doctorando Andoni Moral.La tesis estaba centrada en cómo se ha desarrollado desde sus inicios la tecnología Raman hasta convertirse en uno de los tres instrumentos que va a llevar el vehículo Exomars (de nombre Rosalind Franklin) en la misión a Marte de 2020 de la Agencia Espacial Europea (ESA) con el objetivo de detectar si hay trazas de vida presente o pasada en Marte.

Dado el alcance de esta investigación, desarrollada en la Universidad de Valladolid con la colaboración del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el director científico de la misión espacial Exomars, Jorge Vago, ha venido expresamente a Valladolid para presidir el tribunal, en el que también ha estado uno de los directores de la tesis y artífice del instrumento Raman, el catedrático de la UVa Fernando Rull.
La tesis “Desarrollo del instrumento RLS (Raman Laser Spectrometer) para la misión Exomars: nuevos retos de la espectroscopía Raman en la exploración planetaria” ha sido dirigida por Fernando Rull (UVa) y Tomás Belenguer del INTA.
En ella se describen los detalles de este desarrollo técnico, así como los ensayos térmicos y mecánicos necesarios para satisfacer los exigentes requisitos impuestos por las durísimas condiciones de vuelo, aterrizaje y funcionamiento en la superficie marciana.
Y finalmente las pruebas funcionales realizadas para verificar que tras superar todas esas exigencias el espectómetro cumple también con los objetivos científicos.
Cabe destacar que será el primer espectómetro Raman en la historia totalmente calificado para el espacio, y en estos momentos ya ha sido entregado a la Agencia Espacial Europea para su integración en el vehículo y está listo para volar a Marte.
El actual instrumento Raman, que ha sufrido modificaciones hasta convertirse en el actual modelo, es producto de un desarrollo conjunto UVa-INTA al que han contribuido Francia, Reino Unido y Alemania, en el contexto de un consorcio internacional, dirigido por el catedrático de la UVa Fernando Rull.

 

En Marte, el 19 de marzo de 2021

Como ha comunicado Jorge Vago, director científico de la misión ExoMars, es previsible que su lanzamiento sea entre julio y agosto de 2020 y su aterrizaje en el planeta rojo está previsto a las 12 horas del 19 de marzo de 2021, dentro de dos años.

Allí el vehículo llevará tres tipos de instrumentos, uno de ellos será este espectómetro con el que se analizarán las muestras (polvo cristalino) que se obtengan a distintas profundidades, que podrán llegar hasta los dos metros gracias a un perforador, un hecho único hasta la fecha.

Esta tecnología tiene la capacidad de analizar las muestras in situ, ya que aún es imposible traer dichas muestras a la tierra, por lo que la información que envíen será fundamental para que el equipo científico pueda acercarse a su posible origen, biológico o no.

Vago ha matizado que conocer si existió vida en otro momento parecida a la de la tierra es complicado porque estamos hablando de que la zona concreta en la que aterrizará es un lugar en el que nunca hemos estado y tiene una antigüedad que jamás ha sido estudiada.

Hace millones de años existió en esa zona un campo magnético y si identificamos compuestos no podemos estar seguros de su origen, ya que estarán muy degradados.

Además, ha sido cauto y ha explicado que los datos que emitan desde aquel recóndito lugar no podrán ser interpretados hasta mucho tiempo después, y esta interpretación tiene que ser “hecha con cautela”, matiza.

“Es fundamental que ExoMars funcione bien para iniciar futuras misiones”, concluyó.

LA FUNDACION SCHOLA ABRE EL PLAZO DE PRESENTACIÓN DE CANDIDATURAS A SUS IX PREMIOS AL COMPROMISO UNIVERSITARIO

Con el objetivo de reconocer la implicación social de los estudiantes de la Universidad de Valladolid con la institución académica, la Fundación Schola ha convocado la IX edición de los Premios al Compromiso Universitario, que cuentan con el patrocinio de Laboral Kutxa y la colaboración del Consejo Social de la UVa y del Instituto de la Juventud de Castilla y León

Los premios están dirigidos a estudiantes de los centros universitarios de los cuatro campus de la UVa que hayan realizado estudios en el curso 2017-2018, de quienes se valorará no solo su implicación con la Institución Universitaria sino con la sociedad en general, reflejada tanto en sus resultados académicos como, también, en su participación en cualesquiera otras actividades promovidas o realizadas en la Universidad de carácter sociocultural, deportivo, académico, profesional, representativo, de gestión u otros cuyo ejercicio se pueda acreditar.

No obstante, los galardones reconocen especialmente, pero no exclusivamente, las promovidas o realizadas dentro del ámbito de la universidad.

Como en ediciones anteriores, los premios establecen tres categorías correspondientes a las áreas de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas, Arte y Humanidades; Ciencias, Ciencias de la Salud o Ciencias Experimentales, e Ingeniería y Arquitectura o Enseñanzas Técnicas.

En cada una de ellas, el ganador obtendrá un premio de 1.000 euros.

Para participar, los alumnos deberán elaborar una memoria-resumen sobre sus actividades que reflejen su compromiso social con la Universidad, y las acciones que lo pongan de manifiesto.

El plazo de presentación de candidaturas estará abierto del 25 de febrero al 25 de mayo y se podrán presentar personalmente o enviar por correo a la sede de Fundación Schola (c/ María de Molina, 13 – 6A. 47001 Valladolid).

Descargar las bases del premio aquí: Bases IX Premio Compromiso Universitario