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UNA INVESTIGACIÓN DEL IBGM CONSIGUE DETECTAR UN MAYOR NÚMERO DE MUTACIONES GENÉTICAS QUE PREDISPONEN AL CÁNCER

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La investigadora Carolina Velázquez acaba de leer una tesis doctoral en la que ha conseguido un avance en las investigaciones que el Laboratorio de Diagnóstico Genético del Cáncer Hereditario desarrolla dentro del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid.

Gracias a la última tecnología de que dispone el instituto de la UVa en secuenciación masiva, han logrado detectar mutaciones genéticas patogénicas en pacientes con cáncer de mama y ovario, pero que no tenían las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan al 85 por ciento el riesgo de padecerlo.

La detección de estas mutaciones puede ayudar a obtener tratamientos personalizados que actúen como diana en ellas, una circunstancia que no se podía desarrollar antes.

Además, ha obtenido resultados muy positivos en los estudios preliminares en los que ha utilizado fármacos específicos dirigidos a células mutadas junto a la aplicación de radioterapia. “Aunque son estudios preliminares, abren un nuevo campo de tratamientos personalizados”, explica Carolina Velázquez

En su trabajo, dirigido por las investigadoras del IBGM Carmen Domínguez, Mar Infante y Mercedes Durán, ha podido hacer ensayos clínicos en vivo con peces cebra, utilizados al igual que los ratones por su homología genética a la humana, a los que se les ha introducido un gen modificado con estas mutaciones.

Se le aplicó tratamiento con fármacos de nueva generación acompañado de radioterapia con el fin de ver las sinergias entre ambos. Su uso combinado ha demostrado una mejora en la efectividad del tratamiento.

Esta tesis es la última investigación del Laboratorio del IBGM, cuya principal labor es el trabajo que desarrolla Programa de Prevención del Cáncer Hereditario de la Junta de Castilla y León, con el que trabajan desde hace veinte años en la prevención del cáncer hereditario. En sus inicios, fueron los cánceres de mama y ovario, para luego extenderlo al colorrectal.

Un antes y un después del secuenciador masivo

La labor del laboratorio ha dado un giro de 360 grados al adquirir el pasado año herramientas de alta tecnología (un Chef y un secuenciador IONS5), ya que con esta tecnología se puede llegar a saber en tan solo mes y medio si una paciente tiene la mutación de los genes BRCA 1 y BRCA 2, que aumenta el riesgo a padecer un cáncer de mama y de ovarios un 85 por ciento, o en el caso del cáncer colorrectal, mutaciones en los genes implicados en este tipo de tumores ((MLH1, MSH2, MSH6 y PMS2).

Lo que antes, con los antiguos aparatos, costaba descifrar cerca de año y medio, ha permitido acortar de una manera espectacular los tiempos de espera, y a la vez ha eliminado el error humano en su manejo técnico, con unos resultados más fiables.

Esta tecnología ha ayudado además a analizar una cantidad mucho mayor de genes y de forma más rápida. El Chef permite preparar hasta dos chips con 16 muestras o pacientes cada uno, con un análisis de 35 genes por muestras.

Esta nueva tecnología que ha revolucionado el trabajo de la investigación genética se compone de dos herramientas diferenciadas. Una primera, es lo que se denomina un chef, en la que se introduce el ADN obtenido de una muestra de la sangre de una paciente, éste lo procesa e introduce toda la información que obtiene, lo que se llama librerías (pequeños trozos de genes), en un chip.

Este chip se introduce en una segunda máquina, la llamada de secuenciación masiva (IONS5), y hace las lecturas de estas librerías, cuya información se envía a una base de datos en “la nube”, y una vez aquí se puede analizar a través del ordenador.

Veinte años de investigación

Durante estos veinte años de trabajo en el Programa de Prevención de Cáncer Hereditario, el Laboratorio ha llegado a analizar a más de tres mil familias de Castilla y León en cáncer de mama y ovario, y más de mil cien familias en cáncer colorrectal, todos de carácter hereditario, de las cuales 600 y 220 han dado positivo, respectivamente, en las mutaciones de los genes antes señalados.

El problema radica en aquellas que han dado negativo y no se ha detectado la alteración genética implicada en el tumor, por lo que es hacia esta línea de investigación al que se dirige la investigación del laboratorio.

De hecho, de los 35 genes analizados en los 202 pacientes a los que no se les encontró las mutaciones comunes, se obtuvieron 14 mutaciones distintas, sobre las que es posible incidir de forma personalizada.

De ahí la importancia de la utilización de la secuenciación masiva, ya que gracias a esta tecnología la posibilidad de detectar mutaciones patogénicas diferentes es muy rápida y fiable.

Los resultados que se han conseguido en el caso de la investigación de Carolina Velázquez son muy esperanzadores. “Si antes hablábamos de un 20 por ciento de población con cáncer de mama hereditario, a la que se le podía aplicar un tratamiento concreto, ahora lo elevamos al 25 por ciento, ya que hemos encontrado en este 5 por ciento unas mutaciones diferentes, a los que también se les puede reconducir en el consejo genético de forma personalizada según las guías clínicas”, explica Mercedes Durán, una de las codirectoras del estudio.

LA UVa DESCRIBE UN PROCESO SENCILLO PARA CREAR NANOMATERIALES DE INTERÉS FARMACÉUTICO

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Las nanopartículas procedentes de metales nobles y de transición tienen cada vez mayor presencia en el campo de la biomedicina. Pueden ser empleadas como biosensores, en imagen molecular o en terapias específicas como las de hipertermia.

Entre ellas, en las nanopartículas de cobre se ha observado un potencial antiproliferativo que podría ser útil para crear nuevos fármacos contra el cáncer.

Una investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) y el Instituto de Biología Experimental e Tecnológica de Portugal (iBET) ha encontrado el modo de desarrollar compuestos con nanopartículas de cobre a partir de una tecnología simple, aunque poco implantada a nivel industrial.

El trabajo se ha desarrollado en el marco de las investigaciones sobre síntesis de nanopartículas de óxidos metálicos desarrolladas por el Grupo de Procesos de Alta Presión de la UVa. Este equipo investigador trata de superar algunos de los problemas asociados a la creación de estos novedosos compuestos.

“Desarrollar aplicaciones para nanopartículas tiene una dificultad: tienden a aglomerarse por distintas fuerzas de cohesión de distinta naturaleza, como la electrostática”, explica Soraya Rodríguez Rojo, codirectora junto a María José Cocero de la tesis doctoral del investigador Víctor Martín que aborda la síntesis y formulación de nanopartículas metálicas y de óxidos metálicos.

Contra esta fuerza de atracción molecular, el equipo científico emplea técnicas de alta presión. Existe un momento intermedio en el que la materia no está en forma gaseosa, ni líquida. Es una situación denominada supercrítica en la que presenta propiedades intermedias. Esta situación la hace muy interesante para la ciencia.

El trabajo de investigación entre la UVa y organismos de investigación portugueses ha empleado dióxido de carbono (CO2) en estas condiciones supercríticas para mezclar lípidos y nanopartículas de cobre.

De forma convencional, se emplean disolventes orgánicos para producir sistemas que combinen estos dos materiales, con los consiguientes problemas medioambientales y riesgos para la salud.

Sin embargo, cuando el CO2 deja de ser líquido, pero todavía no es gas, se consigue mejorar la dispersión del metal en el lípido. El resultado fue unas micropartículas de lípido que llevaban insertas nanopartículas de cobre, del mismo modo que un cupcake lleva granitos de chocolate.

El resultado ha sido publicado en la revista The Journal of Supercritical Fluids.

Tecnología simple
Para la consecución de estos suportes de lípido con nanomateriales, el equipo ha empleado una tecnología “simple, pero poco implantada a nivel industrial”, indica Rodríguez Rojo. Se trata de un proceso denominado en inglés PGSS (Particles from Gas Saturated Solutions).

Además, aunque la técnica emplea CO2, un gas de efecto invernadero, es de poca cantidad y podría ser encauzado para su reutilización o captura, evitando sus emisiones a la atmósfera, explica la investigadora del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente.

Las nanopartículas de cobre son útiles en sectores industriales, pero también farmacéuticos. Esta versatilidad la hace muy interesante desde el punto de vista productivo.

Víctor Martín, Vanessa Gonçalves, Soraya Rodríguez Rojo, Daniela Nunes, Elvira Fortunato, Rodrigo Martins, María José Cocero, Catalina Duarte. ‘Production of copper loaded lipid microparticles by PGSS (particles form gas saturated solutions) process’. The Journal of Supercritical Fluids. 131 (2018) 124-129.