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EL CATEDRÁTICO DE FISIOLOGÍA JAVIER GARCÍA-SANCHO RECIBE EL PREMIO CONSEJO SOCIAL 2016

Fuente: Comunicación Consejo Social

El catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid Javier García-Sancho recogió el pasado16 de septiembre el Premio Consejo Social 2016 con el que este órgano de representación de la sociedad en la Universidad ha querido distinguir su extensa y fructífera labor docente e investigadora.

El galardón fue entregado a García-Sancho por el presidente del Consejo Social de la UVa, Gerardo Gutiérrez, en el transcurso del solemne acto de Apertura del Curso Académico 2016-2017, que estuvo presidido por el rector de la UVa y al que asistió una amplia representación del ámbito académico y social.

García-Sancho fue además el encargado de pronunciar la lección inaugural de la sesión de apertura, en la que explicó la importancia y la evolución de la investigación sobre la terapia celular, un campo en el que, según explicó, “nuestro país y nuestra universidad han realizado contribuciones importantes”.

En su fallo, el jurado de este galardón destacó, de una parte, la extensa trayectoria docente de García-Sancho, merecedora de la calificación de Excelente por el Programa Docentia.

Así, además de ejercer su labor en la Facultad de Medicina de la UVa, ha sido adjunto de Fisiología en la Universidad de Santander y profesor visitante en el Laboratorio de Fisiología de la Universidad de Cambridge, en el Instituto Howard Hughes de California y en el Instituto de Neurociencias de Alicante, dependiente de la Universidad Miguel Hernández y el CSIC.

Junto a ello, el jurado valoró especialmente la amplia labor investigadora del galardonado, quien fue director del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), fundador de la Red de Terapia Celular del Instituto de Salud Carlos III, coordinador de Fisiología y Farmacología de la ANEP y presidente de la Sociedad Española de Terapia Génica y Celular.

Miembro electo de la Academia Europea, especialmente relevante es su labor como director del Grupo de Activación Celular del IBGM, con amplia experiencia en el estudio de fenómenos de activación celular, especialmente en lo que se refiere al papel del Ca2+ como segundo mensajero.

Este grupo, que inició su labor en este campo en el año 1984, se ha interesado en los últimos años en la posibilidad de restaurar la función perdida en enfermedades destructivas o degenerativas mediante tratamientos de Terapia Celular.

Con el objetivo de posibilitar la comercialización de estas investigaciones, el galardonado constituyó junto con la catedrática Ana Sánchez la empresa de base tecnológica Citospin, radicada en el Parque Científico de la UVa y autorizada por la Agencia Española del Medicamento para la preparación y suministro de células de grado clínico para uso humano.

Además de todos estos trabajos de investigación, el catedrático García-Sancho ha elaborado un total de 183 publicaciones, impartido más de 40 conferencias en simposios científicos nacionales e internacionales de especial relevancia y ha dirigido 12 tesis doctorales y 5 cursos y congresos especializados.

El Premio Consejo Social consiste en una escultura que reproduce una de las columnas de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid y un pin de oro que acredita e identifica al galardonado.

EL CONSEJO SOCIAL DE LA UVa INICIA UNA CAMPAÑA INFORMATIVA PARA DAR A CONOCER A LOS ESTUDIANTES LA NORMATIVA QUE REGULA SUS CONDICIONES DE PROGRESO Y PERMANENCIA EN LA UNIVERSIDAD

Ante la apertura del periodo de matriculación para cursar estudios en la Universidad de Valladolid, el Consejo Social de la UVa ha puesto en marcha una campaña informativa con el fin de dar a conocer entre los estudiantes la normativa de progreso y permanencia que regula su estancia en la Universidad.

Para ello, ha editado unos posters que serán visibles en los tablones de anuncios y secretarías de los centros y facultades de todos los campus de la UVa, en los que se recuerda a los estudiantes de la importancia de esta normativa que afecta a las titulaciones oficiales de grado y máster y se les insta a que se informen sobre ella.

Asimismo, durante las fechas de preinscripción y matrícula, el Consejo Social va a dar a conocer diferentes aspectos de estas normas a través de su perfil en twitter @ConsejoSocUVA, así como en su página web (http://consejosocial.psc.uva.es/inicio.aspx), en su portal UVaINVESTIGA (http://consejosocial.inf.uva.es/) y en la página web de la UVa (www.uva.es),  donde los estudiantes pueden acceder a la normativa completa.

Entre otros importantes aspectos, las Normas de Progreso y Permanencia de los Estudiantes de la Universidad de Valladolid establecen el periodo máximo de matriculación en una misma titulación y un número mínimo y máximo de créditos de matrícula por curso académico.

Así, fijan en 60 ECTS el número mínimo de créditos a matricular en el caso de los estudiantes a tiempo completo y de 30 ECTS para los de tiempo parcial que se matriculen por primera vez.

En cursos sucesivos, los estudiantes deberán matricularse en un número de créditos comprendido entre 36 ECTS y 90 ECTS en el caso de estudiantes a tiempo completo y entre 24 y 36 ECTS en los de tiempo parcial.

La normativa indica que en el primer curso académico es necesario aprobar un mínimo de12 créditos para poder continuar con los estudios en el caso de estudiantes a tiempo completo y 6 créditos en los de tiempo parcial.

También señala que el estudiante deberá matricularse en primer lugar de las asignaturas básicas u obligatorias que tenga pendientes de cursos anteriores.

La normativa mide el periodo máximo de matriculación en la Universidad a través de las denominadas “unidades de permanencia”, que equivalen a un año académico, y la establece en el doble de años académicos de que conste la titulación o máster que curse el estudiante.

En el caso de que los estudiantes superen ese límite de permanencia o no aprueben el mínimo de créditos establecido en el primer año, la regulación señala que deberán abandonar los estudios que estén cursando, pudiendo iniciar otros estudios universitarios siguiendo el procedimiento general de ingreso.

No obstante, a los estudiantes que les resten un máximo de 18 créditos o el trabajo de fin de grado o fin de máster para concluir su titulación y hayan agotado el máximo de permanencia, se les concederá automáticamente una unidad.

La Normativa de Progreso y Permanencia de los Estudiantes de la Universidad de Valladolid fue aprobada por el Consejo Social de la UVa en marzo de 2013 y entró en vigor en el curso 2014/2015. Esta normativa es consecuencia del proceso de adaptación de las enseñanzas oficiales al Espacio Europeo de Educación Superior y entre otras novedades

UN GRUPO DE LA UVA, REFERENTE INTERNACIONAL EN LA FÍSICA DE ÁTOMOS Y MOLÉCULAS MEDIANTE TÉCNICAS ESPECTROSCÓPICAS

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Todos los átomos y las moléculas tienen su propia “huella dactilar”. Tanto átomos como moléculas tienen la capacidad de emitir o absorber luz, y es ese grado de emisión o absorción de luz, su espectro, la “huella” que permite descifrar su estructura y sus propiedades con un margen de error mínimo.

La espectroscopía es el conjunto de métodos que utilizan la luz para la investigación de la materia. Esta técnica instrumental ha evolucionado enormemente desde finales del siglo XIX, cuando permitió descubrir el helio en el espectro del sol antes de que se hubiera descubierto en la tierra.

Hoy en día la espectroscopía utiliza todo tipo de radiación, desde las ondas de radio, de infrarrojo, visibles, ultravioletas o rayos X, y tiene aplicación en la práctica totalidad de disciplinas y ámbitos de conocimiento: permite estimar desde el nivel de colesterol en un análisis de sangre a medir la calidad del agua de un río. 


Un grupo de investigación de la Universidad de Valladolid (UVa), el Grupo de Espectroscopía de Plasmas y Chorros Supersónicos (GEPCS), trabaja desde hace casi cuatro décadas en la aplicación de técnicas espectroscópicas al diagnóstico de plasmas (gases altamente ionizados) y al estudio de la estructura molecular.


El grupo ha obtenido la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, un distintivo que reconoce a los equipos con mayor calidad y nivel de producción científica de la comunidad. 


Su origen se encuentra en la confluencia de dos equipos de trabajo, dirigidos por Alberto Lesarri Gómez y Marco Antonio Gigosos Pérez, al que se han unido otros investigadores. “Teníamos muchos elementos comunes y compartíamos el uso de técnicas de espectroscopía, métodos teóricos y métodos instrumentales, por lo que decidimos unirnos. Los dos hacemos cálculos de estructura que nos permiten desarrollar una simulación por computador de lo que vamos a ver en el laboratorio y registrar los espectros. En un caso concluimos cómo es la estructura de las moléculas -su geometría, enlaces, etc.- y en otro se reconstruye lo que está sucediendo en el plasma -cuántos electrones libres hay, cuántas colisiones por unidad de tiempo, cómo se producen esas colisiones, qué temperatura tiene el gas, etc.-”, detallan ambos investigadores. 


Las técnicas que se utilizan para el estudio de átomos y moléculas son muy diferentes. “Los espectros que permiten identificar la estructura molecular necesitan que la molécula esté aislada y a temperaturas cercanas al cero absoluto (por debajo de los 2 grados kelvin, el equivalente a unos -271 grados centígrados), lo que requiere expandir la muestra en un chorro gaseoso. Por el contrario, en los espectros para el diagnóstico de plasmas los átomos presentan unas interacciones tremendamente fuertes con su entorno, para lo que se necesitan gases a altísimas temperaturas”, precisan.


En este último caso, se extrae información útil para otros equipos científicos que investigan, por ejemplo, la diagnosis de plasmas estelares o sistemas de reactores en los que interviene el plasma. Por otro lado, los estudios sobre moléculas han posibilitado determinar la estructura de diferentes familias de compuestos de interés estructural o biológico.

Por otro lado, avanzan, “el año pasado iniciamos una línea aplicada en colaboración con algunos profesionales del Hospital Clínico Universitario de Valladolid para utilizar la espectrometría de masas (se detectan masas de fragmentos moleculares) con fines de caracterización biológica”. 


En la actualidad, la Unidad de Investigación Consolidada está formada no solo por Alberto Lesarri y Marco Antonio Gigosos sino también por los investigadores de la UVa Juan Carlos López Alonso y Susana Blanco Rodríguez, que aportan una amplísima experiencia e interesantes líneas de investigación como el estudio de la microsolvatación para revelar los cambios producidos en los sistemas moleculares en las primeras etapas de la disolución.

A estos se les unen también los investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) José Andrés Fernández González y Emilio José Cocinero Pérez, que utilizan técnicas espectroscópicas basadas en fuentes láser. Se trata de un equipo multidisciplinar de científicos que combina experiencias procedentes de las áreas de la Física Atómica y Molecular y la Química Física.

Publicaciones de calidad e internacionalización
El Grupo de la UVa es referente en su campo de conocimiento como demuestran sus numerosas publicaciones de calidad y su alto nivel de internacionalización. En los últimos cinco años, sus trabajos han sido cinco veces portada en algunas de las revistas más prestigiosas tanto en los ámbitos de la Química pluridisciplinar (‘Angewantde Chemie’) como de la Química Física y la Física molecular (‘Physical Chemistry Chemical Physics’).

Estas publicaciones se han dedicado a estudios estructurales de alta resolución, bien de moléculas de interés biológico o estructural (por ejemplo la detección de la ribosa en fase gas en 2012), o de agregados intermoleculares (como el hexámero del propofol en 2013 o el dímero de piridina y metano en 2014).

En estos y otros trabajos, el grupo mantiene colaboraciones internacionales con universidades como la de Leibniz (Alemania), Bolonia (Italia), Virginia (Estados Unidos), Lille y Aix-Marseille (Francia), el Instituto Kurchatov (Rusia), Belgrado y Novi Sad (Serbia), el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (Estados Unidos) o el Instituto de Ciencias Weizmann (Israel).

En lo referente a la financiación, el grupo ha contado a lo largo de su trayectoria con múltiples proyectos del Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO) y de la Junta de Castilla y León. Asimismo, en 2014 promovieron un proyecto de infraestructura por un valor cercano a los 500.000 euros que fue financiado.

Entre sus equipamientos más destacados se encuentra un equipo de cálculo masivo formado por más de 120 computadoras en red y varios equipos de espectroscopía en chorro supersónico.

UN EQUIPO DEL CAMPUS DE PALENCIA CONSIGUE FINANCIACIÓN PARA INVESTIGAR LA RECUPERACIÓN DE NITRÓGENO DE LOS PURINES

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Los grupos de investigación expertos en la gestión de residuos ganaderos pertenecientes a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del campus de la UVa en Palencia y del ITACyL han conseguido un Proyecto de investigación Life, que propone la recuperación del nitrógeno (N) contenido en purín porcino y gallinaza, así como durante los procesos de compost y digestión anaerobia mediante el uso de la tecnología de membranas permeables a los gases.

De esta forma se pretende obtener una sal de amonio fertilizante de gran valor económico a partir de materias primas residuales, al tiempo que se reduce la contaminación medio ambiental debida a las emisiones de NH3 que generan estas corrientes.

El proyecto plantea el aprovechamiento de efluentes ganaderos del sector porcino, avícola, compost y digestado con alta carga amoniacal para recuperar el N que contienen, al tiempo que se reducen las emisiones de NH3 (amoniaco) a la atmósfera. El tratamiento de estas corrientes residuales mediante procesos biológicos implica la pérdida de nitrógeno, que es un nutriente de gran valor agronómico.

Sin embargo, su tratamiento es necesario, especialmente en zonas de gran concentración ganadera donde la aplicación en exceso de purín como fertilizante orgánico provoca contaminación del agua, el suelo y la atmósfera.

En el caso del digestado, la recuperación del nitrógeno tiene dos grandes ventajas. Por un lado, el NH3 es un inhibidor del proceso de digestión anaerobia en concentraciones de entre 100-1100 mg N/L (Angelidaki and Ahring, 1993), por lo que la recuperación de dicho NH3 mediante las membranas permeables a los gases reduciría los problemas de inhibición mencionados.

Por otro lado, el digestado se utiliza como fertilizante para su aplicación al campo, estando dicha aplicación supeditada a su contenido en N, pero si se redujera dicho contenido recuperando parte del N se podría aplicar más digestado en la misma extensión de terreno, lo que favorecería su aplicación en Zonas Vulnerables donde la aplicación de N está limitada a 170 kg N/ha/año. Este último caso también se puede aplicar al purín cuando se utiliza como fertilizante orgánico.

El proyecto esta relacionado con los siguientes temas:
• Protección medioambiental: aguas, suelo, aire
• Reducción de las emisiones de amoníaco (calidad del aire).
• Bienestar animal en las naves de porcino y avícolas.
• Recuperación de N de gran valor económico para el sector agrícola.

Equipos científicos:
• Coordinación científica: Mercedes Sánchez Báscones. Universidad de Valladolid (E.T.S. de Ingenierías Agrarias de Palencia) GIR TADRUS.
• Equipo coordinado por Mari Cruz García González. Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL)
Coordinador administrativo: Fundación General de la Universidad de Valladolid

Lugares donde se realizará el proyecto:
• Granja EPORCyL. Explotación de cerdas reproductoras situada en San Pedro de Cansoles, Guardo (Palencia). 
• Explotación avícola de huevos camperos La Cañada soriana, Aldealafuente (Soria)
• Instalaciones de la empresa, ENUSA (Salamanca) para la captación de amonio en el proceso de digestión anaerobia de purines de cerdo

Duración del proyecto: tres años (del 1 de octubre de 2016 a 30 de septiembre de 2019)

Financiación del proyecto: 1.765.527 euros

EL CONSEJO SOCIAL DE LA UVA RECONOCE EL ESFUERZO DE SUS VOCALES PARA TRASLADAR A LA UNIVERSIDAD LAS DEMANDAS DE LA SOCIEDAD

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid ha celebrado hoy un acto de reconocimiento a los vocales de este órgano que han desarrollado su mandato durante el periodo 2012-2016 y que vence ahora.

Este acto ha tenido como finalidad agradecer y destacar el esfuerzo que han realizado estos vocales para trasladar a la Universidad las demandas de los diferentes sectores de la Sociedad.

Así lo afirmó el presidente del Consejo Social de la UVa, Gerardo Gutiérrez, en el transcurso de este acto, en el que estuvo acompañado por el rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José; la directora general de Universidades, Pilar Garcés, así como por representantes de las organizaciones e instituciones que integran este órgano de participación de la sociedad en la universidad.

En total son 47 las personalidades que han participado como vocales del Consejo Social durante este último mandato de 4 años, tanto en representación del Consejo de Gobierno de la UVa, como representantes de la vida cultural, profesional, económica, laboral y social de la Comunidad Autónoma, en este caso a propuesta de organizaciones empresariales, centrales sindicales, las consejerías de Economía y Empleo y Educación y Cultura y de las Cortes de Castilla y León.

En el transcurso del acto, que tuvo lugar esta mañana en el Palacio de Santa Cruz de Valladolid, el presidente del Consejo Social recordó que uno de los objetivos prioritarios de este órgano en este periodo ha sido reducir la distancia existente entre Universidad y Sociedad.

Así, tras mostrarse partidario de revisar los criterios de nombramiento de los miembros de este órgano para que actúe como verdadero contrapoder de la autonomía de las universidades, se mostró satisfecho por la labor de aproximación del Consejo Social hacia la Universidad, explicando que sus miembros han mantenido contacto directo con unos 600 profesores universitarios en este periodo, lo que le ha permitido tener una visión directa de lo que se hace en la Institución académica.

Por el contrario, reconoció sentirse menos contento con la labor desarrollada desde el Consejo Social para trasladar a la sociedad la realidad universitaria, si bien apuntó como excepción la difusión realizada entre las empresas de los grupos de investigación de la UVa, para lo que el Consejo Social ha editado un Catálogo de Servicios de la Actividad Investigadora de la Universidad.

Gutiérrez destacó además el carácter altruista del trabajo de los vocales, dado que los miembros del Consejo Social no reciben ninguna remuneración por su labor, llegando además a renunciar al cobro de dietas y primas de asistencia a plenos y comisiones para dotar las becas de iniciación en tareas de investigación de estudiantes de la UVa.

En total, el Consejo Social ha destinado 98.000 euros a este programa de becas, que en sus tres años de andadura ha permitido a 98 estudiantes de último curso y primero de máster realizar sus primeros trabajos de investigación.

Gerardo Gutiérrez también se refirió al proceso de reflexión abierto en el seno del Consejo Social sobre diferentes temas de máxima importancia para la Universidad, cuyo primer ejemplo fue la aprobación por unanimidad de todos sus miembros del documento “Reflexiones sobre la oferta de titulaciones de la Universidad de Valladolid”.

En su opinión, el trabajo realizado en este periodo va a servir como punto de encuentro para la labor del próximo Consejo Social del que dijo que sus retos pasan por aplicar mayores criterios sociales a la hora de valorar las futuras titulaciones, un mayor papel en la supervisión de las cuentas de la universidad y en el diseño de su estrategia, así como un mayor protagonismo en la redacción de los estatutos de la institución académica.

Por su parte, la directora general de Universidades reconoció el trabajo desarrollado por el Consejo Social en este periodo afirmando que la labor que debe cumplir es la de ser embajadores de la sociedad en la Universidad y actuar de engarce con esta, al tiempo que destacó la labor social que desarrollan las universidades.

A su vez, el rector de la Universidad, que clausuró el acto, reconoció que uno de los graves problemas que tiene actualmente la universidad es todo lo que rodea la gobernanza y la autonomía universitaria y explicó que existen numerosos condicionantes externos que limitan y hacen que su trabajo no sea todo lo eficaz.