El Consejo Social ha concedido su Premio de Investigación 2020, en su Modalidad “Cátedras, Departamentos, Centros de Estudios, Institutos Universitarios y Grupo de Investigación Reconocidos” al Instituto Universitario de Urbanística (IUU) de la Uva, por su dilatada trayectoria investigadora, reconocida nacional e internacionalmente.

Asimismo, el Consejo Social ha otorgado el Premio de Investigación en la Modalidad “Empresas e Instituciones” a la compañía vallisoletana Collosa por su compromiso con la Universidad de Valladolid en la contratación de actividades y proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica,

Ambos galardones fueron acordados por unanimidad por el jurado, que destacó la labor investigadora del IUU en la consecución de contratos y proyectos de investigación, nacionales e internaciones, dando especial relevancia al trabajo interdisciplinar.

El fallo valora igualmente el importante conjunto de actividades y recursos desarrollados por este instituto, centrados, la mayoría de las veces, en objetos de estudio e investigación de especial incidencia social.

En el caso de Collosa, el jurado hace hincapié también en la apuesta de esta empresa del sector de la construcción por la industria 4.0 y el cuidado del impacto medioambiental, con especial atención al ámbito geográfico de Castilla y León.

Fundado en 1991, el IUU es el único instituto universitario español especializado en el área de conocimiento de Urbanística y Ordenación del territorio. Su finalidad específica es desarrollar investigación, docencia de postgrado y formación permanente en el área de la Urbanística y la Ordenación del territorio desde una perspectiva interdisciplinar en la que están implicados campos de conocimiento como los de la Arquitectura, Geografía, Derecho, Historia y Economía.

Integrado por 23 miembros permanentes, el personal investigador del IUU procede de 3 campus y 5 centros diferentes de la UVa y forman parte de diferentes Grupos de Investigación Reconocidos (GIR), dos de los cuales están integrados en el IUU: el GIR “Planificación territorial y urbanística” y el GIR “Citerior / Ciudad y Ordenación del territorio”.

Junto a ellos, el tercer pilar investigador del instituto es el IUU_LAB, que desarrolla trabajos de asesoramiento para la innovación en urbanismo y ordenación del territorio.

Las líneas de investigación generales del IUU se centran en la planificación espacial, el patrimonio urbano y territorial y el derecho urbanístico, y la historia y geografía urbanas, así como otros temas y problemáticas urbanísticas.

A pesar de su pequeña dimensión, el IUU desarrolla una actividad relevante y desde su fundación ha desarrollado un buen número de contratos o convenios, gestionando proyectos que entre 2013 y 2018 ascendieron a unos 2.300.000 euros.

Su prestigio y productividad científica le han permitido consolidarse como un centro referente en su campo, colaborando asiduamente con otros centros de investigación e instituciones españolas y extranjeras, obteniendo por ello un notable número de premios. Además, los investigadores del IUU también llevan a cabo una importante labor de transferencia y publicación de resultados de investigación.

Por su parte, Construcciones y Obras Llorente (Collosa) fue fundada en 1944 por iniciativa de Patricio Llorente de Blas. A finales de los años 80 se fue transformando en un gran grupo empresarial, del que Collosa fue el embrión.

La necesidad de diversificar la actividad empresarial dio paso a nuevas empresas y a tener participaciones en otras afines, conformando Corporación Llorente, un holding empresarial familiar que opera en sectores tan diversos como la construcción, la energía, los servicios y el ocio, y que ha consolidado su posición en el mercado nacional y ha reforzado su actividad internacional, con presencia en países como Chile, Perú o Qatar.

Con la concesión del Premio de Investigación, el Consejo Social, en su misión de fortalecer la relación de la sociedad con la universidad, reconoce en su modalidad de departamentos, cátedras, centros de estudios, institutos universitarios y Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) de la UVa, a aquellos que destacan especialmente por su labor de investigación y docencia, y por el desarrollo de actividades con empresas e instituciones.

Este galardón tiene una dotación económica de 6.000 euros, que deberán destinarse a la adquisición de medios materiales relacionadas con la actividad investigadora del galardonado o a la publicación o divulgación de la misma.

En su modalidad de “Empresas e Instituciones” tiene un carácter honorífico y premia aquellas empresas e instituciones que se distingan especialmente en contratar actividades y proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica con la Universidad de Valladolid.

Ambos premios serán entregados en un acto público que el Consejo Social celebrará en el mes de noviembre.

El Consejo Social de la UVa colabora un año con los Premios al Compromiso Universitario que organiza la Fundación Schola, cuya X edición estará abierta del 15 de octubre al 31 de enero de 2021.

Estos premios tienen como objetivo reconocer la implicación social de los estudiantes de la Universidad de Valladolid con la institución académica y pueden participar en ellos los estudiantes de sus cuatro campus de la UVa que hayan realizado estudios en el curso 2018-2019 y 2019-2020.

Los galardones distinguen especialmente las actividades promovidas o realizadas por los estudiantes en el ámbito de la universidad, aunque también valoran la implicación de los alumnos con la sociedad en general, reflejada tanto en sus resultados académicos como, también, en su participación en cualesquiera otras actividades promovidas o realizadas en la Universidad de carácter sociocultural, deportivo, académico, profesional, representativo, de gestión u otros cuyo ejercicio se pueda acreditar.

Como en ediciones anteriores, los premios cuentan también con la colaboración del Instituto de la Juventud de Castilla y León y el patrocinio de Laboral Kutxa, establecen tres premios de 1.000 euros cada una de las categorías de Ciencias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades; Ciencias, Ciencias de la Salud y Ciencias Experimentales, y de Ingeniería, Arquitectura y Enseñanzas Técnicas.

Para participar, los alumnos deberán elaborar una memoria-resumen sobre sus actividades que reflejen su compromiso social con la Universidad, y las acciones que lo pongan de manifiesto.

Las candidaturas se pueden presentar personalmente o enviar por correo a la sede de Fundación Schola (c/ María de Molina, 13 – 6A. 47001 Valladolid) o por correo electrónico a: gerencia@fundacionschola.org

Descargar las bases del premio pinchando aquí.

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid ha convocado la octava edición de su programa de Becas de Colaboración en Tareas de Investigación, que permitirá a 35 estudiantes de la UVa adquirir una primera formación investigadora en departamentos universitarios e institutos L.O.U. de la UVa, que facilite su futura orientación profesional.

Este programa de becas fue implantado por el Consejo Social en el curso 2012-2013 como parte de su apuesta por fomentar la investigación, y desde entonces, un total de 251 estudiantes se han beneficiado de esta iniciativa, para la que el Consejo Social ha destinado más de 250.000 euros.

Las becas están dotadas con 1.000 euros cada una y se dirigen a estudiantes que vayan a finalizar los estudios de grado o que estén matriculados en primer curso de alguno de los másteres oficiales de la UVa en el curso académico 2020-2021.

Para optar a estas becas, los candidatos deberán tener una nota media entre 6,5 y 7,5 puntos según la rama de conocimiento. Además, en esta edición los estudiantes, como mérito a valorar, podrán acreditar un nivel de dominio de cualquier lengua extranjera (no solo inglés) intermedio alto B2, mediante un certificado oficial en conformidad con los niveles del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

Asimismo, deberán presentar un proyecto de investigación que tenga conexión con su historial científico-técnico y, en su caso, con el trabajo fin de grado o fin de máster que estén realizando, valorándose también este apartado.

La convocatoria de las becas estará abierta hasta el 15 de octubre inclusive, plazo en el que los estudiantes deberán presentar toda la documentación necesaria para optar a las ayudas en la Secretaría de los departamentos e institutos L.O.U. que hayan elegido para prestar su colaboración.

El plazo de disfrute de la beca se prolongará hasta el 31 de julio de 2021, con un calendario de actividades de 30 horas mensuales durante 7 meses hasta completar un total de 210 horas, que se podrá ajustar al ritmo académico necesario.

Al finalizar este periodo, y con el fin de facilitar la difusión de las investigaciones realizadas e impulsar la empleabilidad de los estudiantes, el Consejo Social publicará los proyectos de los estudiantes en la “Galería de Becarios” de UVaINVESTIGA, su portal de apoyo a la difusión de la actividad investigadora de la Institución Académica.

Además de este programa de becas, el Consejo Social también impulsa otras iniciativas dirigidas a fomentar el desarrollo científico y la innovación tecnológica y potenciar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación.

Entre ellas destaca la elaboración de un Catálogo de Servicios con toda la actividad de I+D+i de los equipos de investigadores que tiene activos la Universidad, o la creación de sus Premios de Investigación, de los que el jurado de la edición de 2020 dará a conocer su fallo antes del próximo 16 de octubre.

Consultar las bases y documentación pinchando aquí.

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La Universidad de Valladolid ha adoptado una tecnología innovadora para el cartografiado secuencial de los glaciares de los Pirineos. Se trata de sistemas escáner láser terrestre y registran digitalmente la geometría de las superficies, lo que ayuda a estudiar las variaciones producidas en ellas. Así como sucede en los yacimientos de Atapuerca (Burgos), donde se catalogan las variaciones producidas en el terreno en las diferentes campañas; estos equipos pueden proporcionar información muy valiosa sobre la evolución del patrimonio natural en los Pirineos.

Por mucho cuidado que se ponga, las excavaciones conllevan la alteración del entorno. Para profundizar en un yacimiento y localizar nuevos hallazgos, se necesitan retirar sucesivas capas de sedimentos. Los equipos escáner láser terrestre, basados en dispositivos LIDAR (Light Detection and Ranging), se emplean para documentar cómo era el terreno antes de que las picas y los pinceles de los arqueológos actúen, y desentierren y limpien nuevos descubrimientos. Aunque es muy extendido el uso de técnicas de registro en 3D, hasta ahora no era habitual hacerlo de manera periódica. En un estudio recientemente publicado en la revista Digital Applications in Archaeology and Cultural Heritage, un equipo de investigación coordinado desde el CENIEH (Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana), muestra el resultado de los modelos obtenidos por medio del uso secuencial del escáner láser terrestre en la Trinchera del Ferrocarril de la sierra de Atapuerca en el último decenio. El trabajo cuenta con la participación de personal de la Universidad de Valladolid (UVa), Grupo Espeleológico Edelweiss, Fundación Atapuerca y del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES).

            “Las reconstrucciones en 3D están muy extendidas en el campo de la Arqueología. Por ejemplo, existen unas muy valosas de la Esfinge y pirámides de Guiza. Sin embargo, este registro no se realizaba de forma secuencial en excavaciones arqueológicas paleolíticas hasta ahora”, explica Adrián Martínez, investigador del grupo de investigación reconocido (GIR) Pangea, de la Universidad de Valladolid y primer autor del estudio. “Nuestro aporte principal reside en la multitemporalidad en el uso del escáner láser, lo que proporciona nuevos datos de interés científico”, resume.

 En Atapuerca, el escáner láser se emplea de forma anual desde 2012 y continúa en activo. El dispositivo, un sensor montado sobre un trípode, manda un pulso láser sobre la superficie determinando la distancia existente entre ambos. Con el lanzamiento constante de pulsos hacia esa superficie, se genera una nube de puntos en 3D de alta densidad. A partir de esta nube se puede recrear en un ordenador con gran precisión el espacio escaneado, como si se pasara un papel de calco sobre un relieve y se trazaran las formas con carbonilla. El registro en tres dimensiones permite, por ejemplo, recordar cómo era la superficie de los yacimientos en campañas previas, ya que la extracción de materiales varía de campaña en campaña.

Otros usos

El escáner láser terrestre es adaptable a otros ámbitos en los que se produzca una intervención, ya sea humana, como una obra civil; o natural, como por ejemplo desprendimientos de tierra. En el grupo de investigación reconocido Pangea (Patrimonio Natural y Geografía Aplicada), del Departamento de Geografía, se emplea para monitorizar la evolución de cuerpos helados del Pirineo, como glaciares y glaciares rocosos. La criósfera, la parte de la Tierra donde el agua permanece en estado sólido, no es un ente estático, sino al contrario. El registro secuencial de estas masas de agua permite conocer mejor su movimiento. En la actualidad, debido a la crisis climática, los glaciares se encuentran en retroceso alrededor del planeta.

Los geógrafos de la UVa están cuantificando con esta técnica y otras geomáticas la evolución de los glaciares y glaciares rocosos de La Madaleta y La Paúl (Huesca). En 2019, observaron rápidos desplazamientos en los lados occidental y frontal de este último glaciar. En su trabajo de campo, estos investigadores se encuentran con las dificultades propias de la alta montaña, como que los objetos de estudio se encuentran en zonas de difícil acceso, la movilidad con el equipamiento científico de entre cinco y quince kilos de peso o el clima.

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid ha hecho entrega a la catedrática de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa de la Universidad de Valladolid Guiomar Martín-Herrán de su premio anual en reconocimiento a su fecunda trayectoria académica en el seno de la UVa.

La doctora Martín-Herrán recibió el premio Consejo Social 2020 de manos de la vicepresidenta primera del Consejo Social, Mercedes Arana, y del rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, en el transcurso del Acto Solemne de Apertura del Curso Académico 2020-2021, celebrado el 24 de septiembre de forma excepcional en el Claustro del Palacio de Santa Cruz debido a la especial situación de alerta sanitaria.

Tras recoger el premio, Martín-Herrán agradeció al Consejo Social la concesión de esta distinción, afirmando que “es un gran honor el hecho de que sea la primera vez que este premio recae en un profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales”.

En su intervención, la galardonada quiso recordar a todos los colegas con los que ha colaborado en publicaciones y proyectos de investigación, destacando que “el intercambio de ideas, opiniones y técnicas constituye la parte más satisfactoria y enriquecedora del buen trabajo universitario”.

También se refirió a los investigadores del Instituto de Investigación en Matemáticas de la Universidad de Valladolid, a sus compañeros del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Económicas, y a sus alumnos de todos estos años, que “son la motivación que los profesores necesitamos para seguir transmitiendo los conocimientos que adquirimos en nuestro trabajo diario”.

Igualmente tuvo un recuerdo para el rector Marcos Sacristán, de cuyo equipo de gobierno formó parte como vicerrectora de Economía, lo que “me permitió tener una visión de la universidad que desconocía hasta ese momento”.

“Docencia, investigación y gestión son las tres facetas del trabajo universitario a las que me he dedicado con ilusión y espero seguir dedicándome en el futuro con toda mi energía, con perseverancia, esfuerzo y pasión por lo que se hace, como me enseñaron con su ejemplo mis padres”, afirmó Guiomar Martín-Herrán.

“Para los que nos gusta nuestro trabajo en la Universidad, todo este esfuerzo merece la pena a pesar de las dificultades” precisó la catedrática, quien añadió que “si ese esfuerzo viene a ser reconocido por este premio, mi satisfacción no puede ser mayor”.

Por su parte, el rector de la UVa se refirió en su intervención a la galardonada, diciendo que “ejemplifica de manera nítida el compromiso universitario que valora el Premio otorgado por el Consejo Social”, al que agradeció esta iniciativa y su apoyo a la Universidad de Valladolid.

En su discurso, Antonio Largo hizo mención al “agitado final de curso pasado”, que se vio abruptamente sacudido por la irrupción de la pandemia, lo que obligó al cierre de los centros y dependencias universitarias.

No obstante, destacó que a pesar de todas esas dificultades “nuestra Universidad ha podido superar un final de curso tan complicado” lo que ha sido posible “gracias a la colaboración e implicación de toda la comunidad universitaria”, así como a la colaboración que ha existido entre las universidades públicas de Castilla y León y la propia Consejería de Educación.

El rector de la UVa hizo hincapié en que la prioridad ahora es iniciar el curso 2020-2021 preservando la seguridad y salud de toda la comunidad universitaria. En este sentido, recordó que la Universidad apuesta por la presencialidad segura, para lo que ha elaborado protocolos de funcionamiento y un mapa digitalizado de espacios docentes, si bien insistió en que las diferentes titulaciones han programado planes de contingencia para cambiar a una docencia a distancia en caso de ser necesario.

Resaltó que todo ello ha supuesto un esfuerzo suplementario por parte de todos, tanto docentes como personal técnico y de servicios, “que es también necesario reconocer y agradecer”.

Al tiempo, recordó que los estudiantes siempre han sido considerados como el eje central de la Universidad, “y más ahora en unas circunstancias tan extraordinarias también para ellos”, y apeló a la empatía y generosidad de toda la comunidad universitaria “para seguir siendo comprensivos con la situación tal convulsa que nos toca vivir”.

Por otra parte, el rector de la UVa detalló las mejoras experimentadas por la institución académica en los dos últimos años, entre las que citó el rejuvenecimiento de la plantilla, duplicando este año el número de plazas de profesor ayudante doctor, la puesta en marcha de nuevos edificios en Segovia y Soria, el impulso a la internacionalización de la UVa, la implantación de cuatro nuevos grados, la mejora en el posicionamiento de la Universidad en distintos rankings o la actualización de los Estatutos.

También recordó las principales novedades adoptadas en la estructura del equipo de gobierno, como son la creación de un área de Responsabilidad Social Universitaria y del Vicerrectorado de Innovación Docente y Transformación Digital, en lo que constituye una apuesta por desarrollar la digitalización de la universidad.

Como es habitual, en el transcurso del acto, la secretaria general de la UVa, Helena Villarejo, procedió a la lectura del resumen de la Memoria del curso 2018/2020.

A continuación, el doctor Miguel Ángel Villamañán Olfos, catedrático de Máquinas y Motores Térmicos, pronunció la lección inaugural con el título: “Termodinámica: del conocimiento a la técnica”.

El acto estuvo acompañado por el Coro de la Universidad de Valladolid, dirigido por Javier Fajardo

Intervención de Guiomar Martín-Herrán.

Discurso del rector Apertura Curso 2020-2021.

Lección inaugural 2020-2021.

Ver Acto de Apertura del Curso Académico 2020-2021 aquí: https://www.youtube.com/watch?v=5qI8MxqX0K0

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