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Una tesis doctoral indaga en el origen y los mecanismos de dispersión del arsénico en los acuíferos de Tierra de Pinares

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

La investigadora del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Valladolid (UVa) María Concepción Carretero Rivera ha defendido hoy lunes, 18 de enero, su tesis doctoral titulada ‘Hidrogeoquímica de aguas subterráneas de un sector de la Cuenca del Duero con altos niveles de arsénico’.

El trabajo profundiza en el origen y los mecanismos de dispersión del arsénico, un contaminante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa entre las diez sustancias químicas más preocupantes para la salud pública, en los acuíferos de la comarca de Tierra de Pinares, que comprende zonas del norte de la provincia de Segovia, el sur de la provincia de Valladolid y el este de la provincia de Ávila.

El trabajo ha sido dirigido por los profesores del Departamento de Química Analítica María del Sol Vega Alegre y Rafael Pardo Almudí,

Como explican los investigadores, la contaminación de las aguas subterráneas por arsénico y otros elementos tóxicos es una de las mayores amenazas sanitarias y medioambientales a las que se enfrenta la humanidad. Las aguas subterráneas son el único recurso hídrico en muchas regiones del planeta y se destinan tanto al consumo humano como a la agricultura y ganadería, por lo que su calidad debe ser cuidadosamente controlada. Aunque estos contaminantes pueden tener un origen antropogénico, en la gran mayoría de los acuíferos su origen es geogénico, es decir, producto de las interacciones agua-roca que provocan la lixiviación de minerales cuando se dan las condiciones químicas y físicas adecuadas.

Desde hace más de una década se conoce la presencia de niveles anormalmente elevados de arsénico y de otros elementos geogénicos tóxicos en aguas subterráneas de la margen sur de la Cuenca del Duero, siendo la comarca de Tierra de Pinares el área más afectada. “La necesidad de comprender el origen y mecanismos de dispersión del arsénico en los acuíferos afectados ha motivado el desarrollo de esta tesis doctoral”, subrayan.

Para investigar la hidrogeoquímica de las aguas subterráneas, el equipo eligió un sector limitado de la comarca de Tierra de Pinares, entre los municipios segovianos de Mata de Cuéllar, Vallelado y San Cristóbal de Cuéllar, “que puede ser considerado representativo de toda la comarca debido a su funcionamiento hidrogeológico y a los usos del suelo y de los recursos hídricos”, detallan. Los investigadores localizaron más de 80 puntos de muestreo que incluyeron pozos, sondeos y manantiales, y se tomaron datos en dos años consecutivos.

En concreto, analizaron más de 20 parámetros en las muestras de agua subterránea: pH, conductividad eléctrica, potencial eléctrico, temperatura, oxígeno disuelto, arsénico, vanadio, cationes y aniones mayoritarios, hierro y manganeso.

Distribución de arsénico muy variable
Como señalan, se han identificado dos acuíferos superficiales interconectados hidráulicamente, el acuífero aluvial (con aguas predominantemente sulfatadas cálcico-magnésicas) y el acuífero carbonatado (aguas bicarbonatadas cálcico-magnésicas). Por debajo, un tercer acuífero detrítico profundo (aguas bicarbonatadas sódicas) con aguas alcalinas y un ligero carácter termal.

Los resultados obtenidos revelan que la distribución de arsénico en las aguas subterráneas del área de estudio es muy variable. “En más del 80 por ciento de las muestras de agua subterránea pertenecientes a los acuíferos aluvial y detrítico profundo se han encontrado concentraciones de arsénico superiores al nivel máximo tolerado para aguas destinadas al consumo humano (10 microgramos por litro), mientras que en el acuífero carbonatado las concentraciones de arsénico fueron inferiores a este valor”. Del mismo modo, destaca que el 9 por ciento de las muestras analizadas superaron los 200 microgramos por litro de arsénico, todas ellas del acuífero aluvial.

Estudio de materiales sedimentarios
El equipo científico subraya que el estudio de la distribución de arsénico en los materiales sedimentarios “puede ayudar a comprender las fuentes y los mecanismos de movilización del arsénico”. Así, tomaron 57 muestras, entre 600 y 850 metros de altitud, en las que se analizaron 35 parámetros geoquímicos y mineralógicos.

En este sentido, “la concentración media de arsénico en los sedimentos analizados fue 15 miligramos por kilogramo, aunque los valores varían de forma significativa de un estrato a otro”. Por otro lado, “la composición mineralógica de los materiales sedimentarios de la zona influye en la retención del arsénico, que está asociado preferentemente a los filosilicatos (arcillas), minerales abundantes en la zona y con elevada capacidad de intercambio iónico”, apuntan.

Los investigadores consideran que las altas concentraciones de arsénico en los acuíferos aluvial y detrítico profundo pueden estar causadas por diferentes mecanismos de movilización. De esta forma, la creciente salinización de las aguas subterráneas del acuífero aluvial causada por procesos naturales de disolución de minerales (yesos y carbonatos, principalmente) y por las prácticas agrícolas (empleo de fertilizantes y sobreexplotación del acuífero), “parecen estar provocando la liberación de arseniato por intercambio iónico competitivo”. Finalmente, en el caso del acuífero detrítico profundo, el mecanismo de movilización de arsénico parece ser, a juicio de los investigadores, “la desorción competitiva de arseniato en aguas alcalinas causada por el ión hidróxido”.

Difusión de resultados en revistas y congresos
En el marco de esta línea de investigación, el equipo ha publicado diversos artículos como el titulado ‘Los minerales de la arcilla y el arsénico en los acuíferos de la Tierra de Pinares, Valladolid’ en la Revista de la Sociedad Española de Mineralogía (2009), e ‘Hidrogeología de los acuíferos de la zona Vallelado-Mata de Cuellar (Segovia) afectados por altos contenidos en arsénico’ y ‘Posible origen y dispersión de arsénico en los acuíferos de la zona Vallelado-Mata de Cuellar (Segovia)’, en la publicación Hidrogeología y recursos hidráulicos (2004). Asimismo, los resultados de estos trabajos se han difundido a través de comunicaciones en siete congresos y encuentros científicos nacionales e internacionales.

La defensa de la tesis doctoral, enmarcada en el Programa de Doctorado ‘Química Analítica Aplicada: Contaminación y Medio Ambiente’, se ha realizado en la Sala de Grados II de la Facultad de Ciencias de la UVa.

Asimismo, el Tribunal ha estado formado por Enrique Barrado Esteban (Universidad de Valladolid), Elena Giménez Forcada (IGME, Unidad de Salamanca), Romà Tauler Ferrer (CSIC-IDAEA, Barcelona), José Manuel Andrade Garda (Universidad de A Coruña) y Arsenio Muñoz de la Peña Castillo (U. de Extremadura).

 

Investigadores del Campus de Palencia estudian el empleo de orujo de uva en la alimentación del ganado ovino

Cristina-Guerra-Rivas-investigadora-del-Grupo-Produccion-y-Alimentacion-de-Rumiantes-de-la-UVa-que-ha-centrado-su-tesis-doctoral-en-la-materia

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El Grupo de Investigación Reconocido (GIR) Producción y Alimentación de Rumiantes de la Universidad de Valladolid (UVa), que desarrolla su labor en el Campus de Palencia, trabaja en una línea de investigación centrada en la producción de carne y leche de calidad, en el marco de la cual ha estudiado el empleo de orujo de uva en la alimentación del ganado ovino.

Según detalla la coordinadora del Grupo de Investigación, la doctora Teresa Manso, perteneciente al Área de Producción Animal del Departamento de Ciencias Agroforestales de la UVa, en la alimentación de los rumiantes en general, y del ganado ovino en particular, es muy habitual utilizar subproductos de la industria agroalimentaria, “ya que esto permite aprovechar productos que de otra manera serían únicamente residuos, con la importancia que este tema presenta desde un punto de vista medioambiental, y también para reducir el coste de la ración y proporcionar sustancias bioactivas con efectos beneficiosos sobre la calidad de los productos (carne y leche) y la salud de los consumidores”.

En el caso de la industria vitivinícola, en el proceso de elaboración del vino se generan distintos subproductos, como los orujos, con un interesante contenido en compuestos fenólicos que destacan por su poder antioxidante, entre otras propiedades. No obstante, según las estimaciones sólo un 3 por ciento de la producción nacional se destina a alimentación animal.

Asimismo, una de las estrategias más comúnmente utilizadas para prevenir la oxidación lipídica de la carne es la utilización de antioxidantes en las raciones. En muchas ocasiones se utilizan antioxidantes de síntesis, cuyo uso está bastante restringido en algunos países debido a sus efectos tóxicos o carcinogénicos, por lo que existe un gran interés por desarrollar antioxidantes de origen natural para su posible utilización en alimentación animal.

Por ello, “el interés del empleo de los subproductos de la elaboración del vino por parte de los ganaderos y las empresas del sector de la alimentación animal radica en la riqueza en compuestos fenólicos que presenta y en que pueden actuar sobre la estabilidad oxidativa y la calidad de los productos obtenidos”, afirma la investigadora. Sin embargo, los trabajos realizados en ganado ovino sobre el empleo de subproductos ricos en compuestos fenólicos como el orujo de uva son aún muy escasos.

Para avanzar en este sentido, el Grupo de la UVa, en colaboración con investigadores del Instituto de Ganadería de Montaña (CSIC-Universidad de León) y del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), ha analizado el efecto de la incorporación de orujo de uva en las distintas fases productivas del ganado ovino (ovejas en lactación y en corderos de cebo) sobre los rendimientos productivos y la estabilidad oxidativa y vida útil de la carne de lechazo y de cordero en relación con el antioxidante habitualmente utilizado.

Los investigadores han realizado varias pruebas experimentales con animales que han permitido, por un lado, conocer el valor nutritivo del orujo de uva procedente de distintas bodegas de Castilla y León (su composición química, digestibilidad, degradabilidad y actividad ruminal en ganado ovino); por otro, evaluar el efecto de la incorporación de orujo de uva en raciones de ovejas en inicio de lactación sobre la producción y composición de la leche y sobre los rendimientos productivos y las características de la canal y de la carne de los lechazos producidos; y por último estudiar el efecto de la inclusión del orujo de uva en la ración de los corderos durante la fase de crecimiento-cebo sobre los rendimientos productivos, las características de la canal y de la carne, el perfil de ácidos grasos de la grasa intramuscular y la vida útil de la carne de los corderos.

Efectos positivos en la calidad de la carne
Los resultados obtenidos en este trabajo ponen de manifiesto que la incorporación de orujo de uva a los niveles estudiados en la ración de ovejas en lactación y en corderos en crecimiento-cebo “presenta un efecto positivo sobre la estabilidad oxidativa y el color de la carne, sin que los rendimientos productivos de los animales se vean afectados”, detalla Manso. Del mismo modo, se han observado mejoras en el perfil lipídico de la carne, “ya que en algunos casos los niveles de ciertos ácidos grasos beneficiosos para la salud humana como el ácido ruménico se han visto incrementados al incluir este subproducto”.

Para completar estos estudios, los investigadores consideran necesario la realización de un mayor número de estudios sobre el efecto de distintos niveles de inclusión de orujo de uva en distintas fases productivas del ganado para poder realizar recomendaciones concretas y optimizar los sistemas de alimentación del ganado ovino y la calidad de la carne de cordero. Asimismo, creen que es preciso estudiar métodos de incorporación y conservación con bajo coste, ya que se trata de un subproducto estacional y con alto contenido en humedad, para mantener su disponibilidad a lo largo del año.

Tesis doctoral con Mención Internacional
Los trabajos, han centrado a lo largo de cinco años la tesis doctoral de la investigadora del grupo Cristina Guerra Rivas, han sido financiados a través de sendos proyectos del Ministerio de Economía y Competitividad y de la Junta de Castilla y León. Asimismo, Guerra ha disfrutado de una beca de introducción a la investigación de la Universidad de Valladolid y durante cuatro años de una beca FPU del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Durante este periodo la investigadora ha realizado una estancia predoctoral en el laboratorio de Qualidade da Carcaça e da Carne de la Escola Agraria de Bragança (Portugal), donde ha tenido la oportunidad de trabajar en técnicas instrumentales y analíticas de calidad de la carne, en análisis sensorial de la misma y en técnicas de análisis estadístico de los datos.

La tesis doctoral, dirigida por Teresa Manso y por la doctora Ceferina Vieira, fue defendida el pasado 20 de octubre en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, con la calificación de sobresaliente “Cum laude” y Mención Internacional.

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Identifican un grupo de pacientes diferenciado dentro de la esquizofrenia

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Investigadores de los departamentos de Psiquiatría y Estadística de la Universidad de Valladolid (UVa), del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del Hospital Reina Sofía de Córdoba han identificado un grupo de pacientes dentro de la esquizofrenia que presenta diferentes características cerebrales estructurales, funcionales y una distinta evolución clínica. El hallazgo, publicado en la revista ‘Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry’, supone un avance en el conocimiento de la enfermedad y abre una vía nueva para mejorar sus tratamientos.

Según explica el docente e investigador de la UVa Vicente Molina, la esquizofrenia no se caracteriza por un cuadro clínico único con una evolución uniforme ni siquiera similar en muchos casos, sino que los pacientes muestran signos y síntomas diferentes y también responden de forma distinta al tratamiento habitualmente empleado. Por ello, “desde la perspectiva clínica pensamos que tiene que existir probablemente más de una enfermedad dentro del síndrome que llamamos esquizofrenia”, apunta.

Del mismo modo, desde el punto de vista biológico la comunidad científica internacional ha realizado multitud de hallazgos pero sus resultados no han podido replicarse suficientemente. En particular en lo relativo a los estudios cerebrales, algunos grupos investigadores encuentran pequeñas pero significativas desviaciones en la estructura o en la función cerebral, mientras otros grupos no las detectan.

“En este contexto, una de las hipótesis es que existen grupos con distintos sustratos biológicos que contribuyen a causar un síndrome al que llamamos esquizofrenia. Hasta la fecha, los estudios realizados asumían que todos los pacientes con esquizofrenia debían tener la misma base biológica que habría que descubrir y por ello cada grupo realiza su estudio y encuentra cosas que después no se replicaban. Nuestra idea es hacer el camino a la inversa.

En lugar de dar por hecho que existe un cuadro más o menos uniforme al que llamamos esquizofrenia que debe tener un sustrato común a todos los pacientes, tratamos de investigar cómo se agrupan esas múltiples alteraciones biológicas que encontramos en los pacientes de esquizofrenia y definimos qué síntomas y qué evolución de la enfermedad caracteriza a los pacientes con agrupaciones biológicas comunes”, detalla.

Estudio de 203 sujetos

El equipo científico dirigido por Vicente Molina estudió 203 sujetos, 121 pacientes de esquizofrenia -64 de primer episodio, para descartar los posibles efectos relacionados con el tratamiento farmacológico a largo plazo y la cronicidad de los pacientes con una evolución prolongada-, 22 pacientes con trastorno bipolar –en general crónicos y tratados con fármacos similares a los que reciben los pacientes crónicos de esquizofrenia, para poder controlar los efectos del tratamiento crónico con esos fármacos-, y un grupo control compuesto por 60 sujetos sanos.

Los investigadores partieron del estudio de la estructura del cerebro con Resonancia Magnética. En concreto, seleccionaron tres parámetros estructurales señalados por su posible importancia en la literatura científica en torno a la esquizofrenia. “Se trata del grosor cortical o grosor de la materia gris en cada punto, el área de la corteza y la curvatura. Algunos grupos pero no otros han encontrado que están alterados y, además, tienen un correlato verosímil desde el punto de vista de posibles alteraciones biológicas subyacentes, como alteraciones de la conectividad entre regiones o de la maduración cerebral”, agrega.

Una vez distinguidos algunos grupos de pacientes con determinados patrones anormales de grosor cortical, área y curvatura, los investigadores analizaron otros datos biológicos que disponían de estos sujetos como estudios de consumo de glucosa –el elemento que emplean fundamentalmente las neuronas en su metabolismo-, el potencial evocado P300, sus datos clínicos o su evolución.

Diferencias claras

El equipo científico comprobó que 24 pacientes de esquizofrenia -12 de ellos crónicos y 12 de primer episodio- se segregaban claramente de los demás. Entre ellos no se encontraba ningún paciente con trastorno bipolar. Como señala Molina, este grupo diferenciado se caracterizó “por una curvatura media claramente mayor en la corteza, es decir, un cerebro más encogido, con rugosidades, y en menor medida por un menor grosor cortical”. Asimismo, este grupo presentaba alteraciones metabólicas que no mostraban los demás pacientes con esquizofrenia, en concreto un consumo de glucosa bastante menor que el resto de pacientes en dos regiones importantes, el estriado y el tálamo; y en ellos los denominados síntomas negativos -como falta de interés por las cosas, problemas para relacionarse o la incapacidad de mantener la atención- empeoraron con el paso del tiempo, mientras que en los demás casos mejoraron levemente.

Los hallazgos realizados podrían permitir comprender mejor los sustratos de la esquizofrenia superando el problema conceptual que supone buscar sustratos cerebrales comunes a todos estos casos. Quizá así podrían mejorarse las terapias que se administran a estos pacientes.

El grupo dirigido por Vicente Molina, denominado ‘Sustratos cerebrales de la psicosis’, que ha obtenido la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, prevé seguir investigando en esta línea, a través de un proyecto financiado tanto por la Gerencia Regional de Salud como por el Instituto de Salud Carlos III, concretamente en el estudio de los fundamentos de la conectividad anatómica y funcional en estos pacientes, lo que podría contribuir también a diferenciar nuevos grupos.

Referencia bibliográfica:
Lubeiro, A., Rueda, C., Hernández, J. A., Sanz, J., Sarramea, F., y Molina, V. (2016). “Identification of two clusters within schizophrenia with different structural, functional and clinical characteristics”. Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, 64, 79-86.

 

Mecenazgo y visibilidad, claves para para potenciar la labor investigadora de la Universidad en el Área de Humanidades y Ciencias Sociales, según el Consejo Social de la UVa

 

Visita Instituto Historia Simancas

Fuente: Consejo Social de la UVa

Conseguir una mayor financiación a través del mecenazgo y potenciar la visibilidad de los trabajos que realizan los Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) fundamentalmente en las áreas de conocimiento de Arte, Humanidades y Ciencias Sociales, son dos de los aspectos que el Consejo Social de la Universidad de Valladolid considera claves para potenciar la actividad investigadora de la institución académica y favorecer su transferencia a la sociedad.

En palabras de su presidente, Gerardo Gutiérrez, la labor investigadora que se realiza a través de las tesis doctorales debe además tener en cuenta las necesidades del entorno, con el fin de favorecer el desarrollo cultural, científico y tecnológico de la Comunidad.

Estas son algunas de las conclusiones alcanzadas por el órgano de participación de la Sociedad en la Universidad tras finalizar con una visita al Instituto Universitario de Historia Simancas la ronda de encuentros que ha venido manteniendo durante las últimas semanas con diversos GIR de la UVa con la finalidad de conocer e impulsar el trabajo que desarrollan.

Las conclusiones obtenidas durante estas visitas servirán al Consejo Social para elaborar un documento de análisis y propuestas sobre el papel de la investigación en la Universidad, similar a las “Reflexiones sobre la oferta de titulaciones de la Universidad de Valladolid” que presentó en marzo con la aprobación por unanimidad de sus miembros.

Entre otros aspectos, durante estas visitas se ha puesto de manifiesto que la falta de recursos económicos es uno de los obstáculos que impiden a estos grupos desarrollar y ampliar su actividad investigadora.

Frente a ello, y entre otras medidas, el Consejo Social considera positivo potenciar la figura del mecenazgo y el fundraising en las universidades con el fin de conseguir fondos externos para financiar los proyectos de investigación, aspecto en el que, sin embargo, reconoce que no existe mucha tradición en la universidad española.

Paralelamente, el Consejo Social también cree importante incrementar la visibilidad de la labor de investigación de la Universidad dado que, a su juicio, el talento investigador que existe en la institución académica es poco conocido fuera de su ámbito y ello dificulta que pueda ser aprovechado por las empresas y la sociedad en general.

A su vez, otro de los obstáculos que impiden esa transferencia de conocimiento es que, por su parte, el investigador no es consciente del valor que aporta fuera de la Universidad y por ello el concepto de venta de los frutos de su investigación no se pone encima de la mesa.

En esta línea, el órgano de participación de la Sociedad en la Universidad aboga por potenciar líneas de investigación con una visión estratégica para que respondan a necesidades de la sociedad. Ello, a su juicio, posibilitará que puedan ser transferidas al sector productivo y con ello generar también unos recursos que permitan continuar e incrementar esa labor investigadora.

Por otra parte, con el fin de fidelizar el talento investigador, el Consejo Social también aboga por la creación de una red de egresados investigadores de la Universidad de Valladolid que evite que ese talento se pierda una vez que finaliza su relación académica o investigadora con la institución.

Ronda de encuentros

La ronda de encuentros del Consejo Social de la Uva con los GIR finalizó en diciembre con una visita al Instituto Universitario de Historia Simancas, un referente nacional e internacional en el campo de la investigación histórica y Premio Consejo Social de Investigación 2008.

Este programa de encuentros se inició el pasado mes de septiembre con la visita al grupo de Ingeniería de Procesos a Presión y al de Física y Química de los Sólidos, cuya intensa actividad científica le hicieron merecedores del Premio Consejo Social de Investigación en sus ediciones 2013 y 2015, respectivamente.

En octubre los miembros del Consejo Social tuvieron la oportunidad de conocer sobre el terreno el trabajo del Instituto de Biología y Genética Molecular y esta semana visitaron el GIR Bioforge, grupo referente en su campo a nivel internacional.

Los encuentros con los GIR forman parte de uno de los objetivos prioritarios de la actuación del Consejo Social de la UVa dirigido a fomentar la investigación aplicada que se desarrolla en la Universidad y su difusión y transferencia, de modo que el esfuerzo que se dedique a este tipo de actividades responda a las necesidades de la sociedad y sea rentable en el sector productivo.

En esta línea se enmarcan también otras iniciativas puestas en marcha por el Consejo Social como son la creación de los Premios de Investigación y la elaboración de un Catálogo de Servicios que recoge toda la actividad de I+D+i que realizan los cerca de dos centenares de equipos investigadores que tiene activos la Universidad.

Además, el Consejo Social también desarrolla un programa de becas gracias al que más de un centenar de estudiantes han podido iniciarse en tareas de investigación. Para ello desde el curso 2012-2013 ha destinado un total de 127.000 euros procedentes de la renuncia a sus retribuciones por dietas y primas de asistencia a plenos y comisiones de sus miembros.

Un Grupo de la UVa en Segovia investiga la educación mediática desde el actual contexto digital

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

El Grupo de Investigación en Comunicación Audiovisual e Hipermedia (GICAVH), adscrito al Área de Comunicación Audiovisual y Publicidad (CAVP) del Campus de Segovia de la Universidad de Valladolid (UVa), investiga desde hace ocho años la educación en competencia mediática en el nuevo contexto digital. Los investigadores analizan cuáles son las carencias de los ciudadanos y de los profesionales en estos ámbitos y cómo servirse de los propios medios de comunicación para educar en los lenguajes, las técnicas y las formas de aprovechamiento educativo, social y cultural de estos medios.

En los últimos tiempos, están centrados además en estudiar cómo ven los propios profesionales de la comunicación este campo, “de imprescindible desarrollo para lograr una comunicación más integral y favorecedora de una cultura democrática”.

Así lo manifiesta Agustín García Matilla, catedrático de la UVa en Segovia y coordinador del GICAVH, quien detalla el origen de este objeto de investigación. “Nuestro grupo de investigación trabaja en un campo con una larga tradición que se remonta a mediados de los años 50 del siglo XX y que ahora vuelve a cobrar vigencia en el actual contexto digital. Podríamos identificar estás líneas de trabajo en un sub campo de la comunicación con amplia implantación en toda Iberoamérica que ha recibido la denominación de Educomunicación: cómo ha sido concebida esa educación mediática en todos los niveles educativos y cuál es la valoración de esa educación mediática que hacen en estos momentos los profesionales de la comunicación”.

Los impulsores de este GIR de la UVa han formado parte de algunas de las experiencias iberoamericanas pioneras en competencia mediática y educación mediática en las dos últimas décadas del siglo XX. El fin último es formar usuarios activos y críticos de los medios de comunicación y formar para la acción y la producción comunicativa.

Para García Matilla, “esto es ahora más necesario que nunca dada la sobresaturación de los consumos en medios y sistemas de información y las nuevas posibilidades de las interacciones multipantalla”. Las interacciones a través de las redes sociales y las posibilidades de interactividad existentes son, para los investigadores, retos tan importantes como seguir formando a una población más competente y crítica ante las nuevas formas de comunicación. “Es preciso crear puentes entre los desarrollos alcanzados en décadas anteriores y promover apuestas innovadoras que permitan un uso más eficaz, eficiente y comprometido con las exigencias de una sociedad que piense en las potencialidades de viejas y nuevas pantallas”, agrega el experto.

Origen del Grupo
El origen del GICAVH se remonta al año 2007, cuando su actual coordinador accede como catedrático al Área de Comunicación Audiovisual y Publicidad del Campus de la UVa en Segovia, dentro de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación. El Área se incluye dentro del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América, Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UVa y, en aquel año, 2007, sólo contaba con un profesor titular.

“Gracias al esfuerzo de todos hemos conseguido en estos ocho años asentar una plantilla con profesores doctores, de modo que antes de que acabe el año 2015 el número de profesores doctores contratados habrá llegado a 25 y el número de profesores doctores en otras figuras de profesorado será de casi una decena, lo que permitirá iniciar los trámites para formar el primer Departamento de Comunicación de la UVa que tendrá su ubicación en el Campus María Zambrano de Segovia”, adelanta García Matilla, quien subraya la importancia de contar con un grupo de investigación propio en este contexto.

“Respetando las líneas de investigación previas iniciadas por los compañeros del Área, creamos un gran grupo de investigación, el GICAVH, abierto a todas aquellas profesoras y profesores que quisieran integrarse en él dentro del actual contexto digital de comunicación audiovisual hipermedia (la convergencia entre diferentes medios en el ámbito digital) y transmedia (las interacciones entre medios tradicionales y digitales)”, subraya.

Una amplia variedad de líneas de investigación
Entre estas líneas de investigación destacan los trabajos del profesor Jesús Bermejo, que dieron lugar al laboratorio Lipsimedia, en torno a la influencia de la publicidad y los productos de entretenimiento audiovisual sobre la mente y el comportamiento de los usuarios en su relación cotidiana con diferentes pantallas. Uno de sus campos más recientes de especialización es el de los videojuegos, en el que también trabaja en una línea de investigación complementaria con la profesora experta en la materia Ana Sebastián Morillas.

Otra de las líneas se centra en la Comunicación con Fines Sociales que ha dado lugar al Máster del mismo título. Asimismo, en este Máster han destacado las investigaciones de las profesoras Susana de Andrés, Mari Cruz Alvarado, Ana Teresa López Pastor y Rodrigo González Martín sobre publicidad inclusiva, el tratamiento de género y medio ambiente y otros temas sociales vinculados con los medios de comunicación en su conjunto.

Otro grupo de profesores del Área (Manuel Canga Sosa, Tecla González Hortigüela, Begoña Sánchez Galán y Luisa Moreno Cardenal) ha desarrollado una línea de análisis de la imagen cinematográfica desde una doble perspectiva, histórica y psicoanalítica, vinculándola en ocasiones con el propio análisis de los mensajes publicitarios. Por otro lado, en el curso 2009-2010 se diseñó un proyecto piloto de primer Máster en contenidos Hipermedia que fue coordinado por la profesora Marta Pacheco Rueda, quien es a su vez una de las principales investigadoras del país en publicidad exterior.

Por su parte, el profesor Jon Dornaleteche ha investigado un concepto denominado mindware, una formulación innovadora del uso de las nuevas herramientas tecnológicas que cobra especial incidencia en la propia praxis docente dentro del Área y una metodología docente transformadora denominada “educación bastarda” y que se relaciona con una línea de innovación docente que caracteriza a muchas asignaturas del Área de Comunicación Audiovisual y Publicidad.

Del mismo modo, las profesoras Belinda de Frutos, Eva Navarro, María Merino, Pilar San Pablo, Marta Laguna, Coral Morera y Pepe García-Lomas han realizado importantes aportaciones a la metodología de la investigación en campos complementarios como la Teoría de la Cultura, la Historia de la Comunicación, la Comunicación y educación de las emociones y en el análisis económico de la comunicación, con aplicaciones a los ámbitos de la Publicidad y el Marketing.

Últimos proyectos y trabajos
El GICAVH colabora activamente con la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en concreto con el Grupo dirigido por el profesor Joan Ferrés, y con los profesores Roberto Aparici y Sara Osuna de la UNED, con quienes han investigado en los últimos años las seis dimensiones de la competencia mediática: el lenguaje, la tecnología, los procesos de producción y difusión, la ideología y los valores, la recepción y las audiencias y sus respectivos procesos de interacción y la dimensión estética.

El grupo colabora también dentro del proyecto internacional liderado por la UNED y coordinado en la UVa por el profesor de la Facultad de Educación Alfonso Gutiérrez Martín, Eco Learning Communication and Open Data.

Uno de los últimos proyectos en los que han cooperado es el titulado La competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital. Diagnóstico de necesidades en tres ámbitos sociales, coordinado junto con la Universidad de Huelva y desarrollado por investigadores de más de una veintena de universidades españolas.

Por otro lado, el GIR ha trabajado recientemente en tres relevantes publicaciones: el número monográfico de la revista Comunicar sobre Alfabetización mediática en contextos múltiples (2012); en las ediciones en inglés, portugués y español del libro Agentes e vozes, editado por The International Clearinghouse on Children, Youth & Media (2014), y en un informe de la UNESCO en torno a esta materia (2014), en el que se concluye “que la producción científica en competencia mediática se ha desarrollado desde comienzos de la segunda década de este siglo”, apunta García Matilla. También han participado en la organización de sendos congresos internacionales sobre competencia mediática celebrados en Segovia (2011) y en Barcelona (2013).

En estos momentos, el Grupo está centrado en la publicación de un libro que será editado antes de finales de año y que recogerá las conclusiones de otro proyecto de investigación reciente liderado por el propio GICAVH: Los profesionales de la comunicación ante la competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital.