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Comprueban el potencial de un hongo para controlar al insecto que transmite el nematodo del pino

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Un equipo de científicos del Campus de Palencia de la Universidad de Valladolid (UVa) y de la Universidad de Córdoba (UCO) ha identificado un hongo patógeno capaz de actuar con virulencia contra ‘Monochamus galloprovincialis’, el escarabajo vector del nematodo del pino, una de las plagas más letales que afecta a las coníferas. La investigación, que realiza un importante avance en el control biológico de la enfermedad, ha sido publicada en la revista ‘Journal of invertebrate pathology’.

El nematodo del pino (‘Bursaphelenchus xylophilus’) es el causante del marchitamiento de los pinos, una enfermedad que provoca un súbito decaimiento en los árboles infectados y que termina con su rápida muerte. Este nematodo no puede desplazarse de un árbol a otro por su cuenta y necesita un insecto vector que lo haga, como los del género ‘Monochamus’ (escarabajos), de los que existen varias especies distribuidas por todo el mundo. En España y Portugal, el transmisor es el insecto nativo ‘Monochamus galloprovincialis’.

Este insecto, a priori inofensivo, ha pasado a ser un asunto primordial en sanidad forestal y es imprescindible contar con herramientas de gestión que ayuden a monitorizar y controlar sus poblaciones. Sin embargo, la aplicación de las medidas contempladas en la legislación afectan gravemente a todo el sector de la madera del pino, ya que restringe enormemente su comercio y obliga a la aplicación de tratamientos sanitarios en la madera, elevando su coste hasta niveles inviables.

Por ello, en los últimos años el equipo de investigación de la UVa en Palencia ha desarrollado trampas y cebos atrayentes altamente eficaces y muy específicos, compuestos por la feromona agregativa de la especie, reforzada por cairomonas (sustancias químicas emitidas por otros insectos), que son utilizados en el seguimiento de este insecto y en su captura masiva en los focos de infección.

Uno de sus últimos avances en este sentido ha sido el publicado en ‘Journal of invertebrate pathology’. El equipo científico ha utilizado esas herramientas para extender su efecto más allá de los insectos capturados. Como detalla Gonzalo Álvarez, investigador de la UVa y primer autor del estudio, quien ha concluido su tesis doctoral en esta materia, el fin último ha sido reducir todo lo posible el número de insectos que transmite la enfermedad para minimizar las posibilidades de que aparezcan nuevos focos. “El objetivo, en este caso, ya no consiste simplemente en capturar insectos para reducir su población. Una vez capturados, los insectos son auto-infectados con un agente disruptor dentro de la trampa y luego liberados de nuevo portando con ellos este agente que sería transmitido a otros individuos de su especie al aparearse”, detalla. En este caso, se ha identificado un agente disruptor nativo: el hongo entomopatógeno ‘Beauveria pseudobassiana’.

Tres especies de hongos aisladas por primera vez
El artículo presenta los resultados de varios experimentos realizados durante los años 2010, 2011, 2012 y 2013. Para ello, el equipo científico palentino ha contado con la colaboración de los investigadores cordobeses, expertos en el control microbiano de plagas mediante el uso de hongos entomopatógenos.

Durante los inviernos de 2010 y 2011, los investigadores recogieron casi 500 trozas de pino (secciones del tronco de unos 50 centímetros de longitud) de árboles colonizados por ‘Monochamus galloprovincialis’ para encontrar una especie de hongo potencialmente útil. Estas trozas fueron cuidadosamente cortadas en láminas y de ellas se obtuvieron 84 muestras interesantes de las que, finalmente, se aislaron tres especies de hongos entomopatógenos potencialmente útiles, por primera vez para este insecto: ‘Isaria farinosa’, ‘Beauveria pseudobassiana’ y ‘Lecanicillium attenuatum’.

Para seleccionar una de estas tres especies de hongos se estudió su virulencia sobre adultos y larvas de ‘Monochamus galloprovincialis’, y se concluyó que ‘Beauveria pseudobassiana’ era “con diferencia” el hongo más potente sobre insectos adultos.

En una segunda fase, ya sólo trabajando con ‘Beauveria pseudobassiana’, “se trató de ajustar la dosis adecuada y el tipo de formulación más aplicable”, agrega Álvarez. Una vez identificado un hongo y su dosis apropiada, el objetivo fue demostrar que podía haber una transmisión horizontal y vertical. “Esto es, que el hongo fuera capaz de ser transmitido de un insecto a otro y tener un efecto apreciable sobre la generación siguiente de insectos”.

Para ello se inocularon insectos con ‘Beauveria pseudobassiana’ y posteriormente se emparejaron entre sí: machos inoculados con hembras limpias y viceversa. Estas parejas fueron comparadas con otras en las que ambos progenitores habían sido inoculados y ninguno de ellos lo había sido, con la finalidad de encontrar diferencias significativas respecto al grado de máxima y mínima mortalidad posible debida al hongo.

Buenos resultados de la formulación en talco
Los investigadores probaron dos formulaciones, una solución líquida y una sólida, en forma de talco, con la que obtuvieron los mejores resultados. “Con la formulación en talco los insectos inoculados con el hongo lo transmitieron a sus parejas, de manera que la transmisión horizontal (de un sexo a otro durante la cópula) había quedado demostrada. Además, las hembras que habían sido contagiadas por este método tuvieron una descendencia mucho menor que las hembras no expuestas al contagio, por lo que el efecto sobre la generación siguiente también quedó demostrado”, subraya.

Una vez realizada la investigación básica, los investigadores se encuentran en disposición de diseñar un dispositivo con utilidad práctica en campo. “El siguiente paso es adaptar los cebos y trampas que desarrolla nuestro equipo para que, una vez capturado un individuo, sea inoculado con la cepa de ‘Beauveria pseudobassiana’ y salga de la trampa por su propia cuenta, portando el hongo y transmitiéndolo a aquellos insectos de su especie con los que entre en contacto”, concluye Álvarez.

En concreto, el trabajo ha sido desarrollado por dos grupos de investigación: el Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de Manejo Forestal Sostenible de la UVa, coordinado por Juan Pajares y perteneciente al Instituto Universitario de Investigación y Gestión Forestal Sostenible (IFOR), centro mixto de la UVa y el INIA, y el Grupo de Entomología Agrícola del Departamento de Ciencias Agrícolas y Forestales de la Universidad de Córdoba. Para su realización, el equipo científico ha contado con la financiación de un proyecto concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Referencia bibliográfica:
Álvarez-Baz, G., Fernández-Bravo, M., Pajares, J., y Quesada-Moraga, E. (2015). “Potential of native Beauveria pseudobassiana strain for biological control of Pine Wood Nematode vector Monochamus galloprovincialis”. Journal of invertebrate pathology, 132, 48-56.

El Consejo Social de la UVA pone a disposición del Ayuntamiento de Valladolid el Catálogo de Servicios de la Actividad Investigadora de la Universidad

Fuente: Consejo Social de la UVa

El Consejo Social de la UVa presentó este jueves al Ayuntamiento de Valladolid el Catálogo de Servicios de la Actividad Investigadora de la Universidad, con el objetivo de que el esfuerzo investigador de la institución académica pueda ser conocido y aprovechado por el propio Consistorio y por el tejido empresarial de la ciudad, favoreciendo así la transferencia del conocimiento.

El catálogo fue entregado al concejal de Hacienda, Función Pública y Promoción Económica, Antonio Gato, por los vocales del Consejo Social César Milano y José Ramón Echevarría, quienes acudieron a la reunión en el Consistorio acompañados por Pedro Valerio, secretario del órgano de participación de la sociedad en la Universidad.

Durante el encuentro, los representantes del Consejo Social explicaron a Gato los objetivos y el contenido de este catálogo de investigación, que recopila un total de 190 fichas con información detallada sobre cada uno de los Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) con que cuenta la Universidad

Asimismo, solicitaron al edil la colaboración del Ayuntamiento para favorecer la difusión de este catálogo entre las empresas de la ciudad a través de las herramientas de promoción económica con que cuenta, de modo que pueda contribuir a mejorar su actividad gracias a la investigación que realiza la Universidad.

Por su parte, el concejal de Hacienda mostró su disposición a colaborar con el Consejo Social, dando la máxima difusión al catálogo tanto entre las empresas que inician su gestación y andadura gracias al apoyo de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, como en los propios servicios municipales que pueden beneficiarse de esta amplia muestra del conocimiento que ofrece la UVA al Ayuntamiento.

La reunión fue continuación al encuentro que mantuvieron en diciembre pasado el presidente del Consejo Social de la UVa, Gerardo Gutiérrez, y el alcalde de Valladolid, con la finalidad de estrechar las relaciones entre el ámbito universitario y la capital vallisoletana.

Estos encuentros forman parte de la línea de actuación del Consejo Social tendente a promover las relaciones entre la Universidad y su entorno cultural, profesional, económico y social con el fin de acercar y dar a conocer la actividad universitaria en todas sus vertientes y fomentar la creación y transferencia de conocimiento.

Las reuniones continuarán en las próximas semanas con nuevos encuentros con los responsables municipales y provinciales de las ciudades en las que la UVa tiene sus campus.

Con ellos, el Consejo Social persigue trasladar a la Universidad las inquietudes de la Sociedad haciendo que la actividad de la UVa responda a sus necesidades y garantizar que ésta retorna a la Sociedad las aportaciones realizadas con la máxima eficacia y eficiencia en sus actividades de índole cultural, profesional, económica y social.

La edición del Catálogo de Servicios de la Actividad Investigadora de la Universidad de Valladolid, que el lunes fue presentado a la CVE, se enmarca a su vez dentro de los objetivos del Consejo Social de la UVa tendentes a impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación y su adecuación a las necesidades del territorio, con una mayor conexión con el tejido productivo.

En estos objetivos se integran también otras iniciativas del Consejo Social como su Premio de Investigación, su programa de becas para que los estudiantes universitarios se inicien en tareas de investigación o la ronda de encuentros mantenidas con GIR de la UVa y servirán para elaborar un documento de análisis y propuestas sobre el papel de la investigación en la Universidad.

 

 

El Consejo Social de la UVa y la CVE difundirán entre los empresarios de Valladolid la actividad investigadora de la Universidad

Fuente: Consejo Social de la UVa

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid y la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) acordaron hoy difundir entre los empresarios vallisoletanos la actividad investigadora que desarrolla la institución académica. Así se establece en el convenio de colaboración que suscribieron esta mañana el presidente del Consejo Social de la UVa, Gerardo Gutiérrez, y la presidenta de la CVE, Ángela de Miguel, en presencia del rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José.

La finalidad del acuerdo, que da continuidad a la colaboración que mantienen ambas entidades desde hace años, es dar a conocer entre los afiliados a la CVE en Catálogo de Servicios de Investigación de la UVa promovido por el Consejo Social.

Con ello ambas entidades pretenden que el esfuerzo investigador que desarrolla la Universidad pueda ser aprovechado por las empresas, especialmente las pymes, para mejorar su actividad.

Durante la firma del convenio, el presidente del Consejo Social indicó que una de los objetivos de este órgano de representación de la sociedad en la Universidad es poner en contacto a los que necesitan del conocimiento para el desarrollo de la economía y a aquellos que desde la instancia universitaria se dedican a generar ese conocimiento.

De ahí que, según explicó, el catálogo de la actividad investigadora trate de activar esa relación cuyo protagonismo corresponde a las empresas, que a su juicio tradicionalmente han vivido de espaldas a la realidad universitaria, y a los grupos de investigación de la Universidad.

A su vez, el rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José, señaló que con esta iniciativa se da un paso más en la labor de transferencia del conocimiento que se genera en la Universidad a la sociedad, y destacó que la UVa se ha dotado y promociona los instrumentos necesarios para llevar a cabo este trabajo: el Parque Científico de la Universidad de Valladolid y la Oficina de Transferencia del Conocimiento (OTRI). El rector hizo referencia además al esfuerzo económico que la propia institución académica realiza en materia de investigación.

Por su parte, la presidenta de CVE, Ángela de Miguel, consideró que la creación de este catálogo es una gran iniciativa del Consejo Social para dar a conocer la valiosa investigación que se realiza en la Universidad de Valladolid, pero ni la labor investigadora en sí, ni la creación del catálogo tendría ningún valor si no es conocida y sobre todo aprovechada por el tejido productivo de nuestra provincia, es decir, por las pequeñas y medianas empresas de Valladolid.

Asimismo destacó la importancia de que las pymes conozcan toda la investigación que se está desarrollando por parte de la universidad, muchas veces está información no llega, y a través de este convenio vamos a poner en valor esta labor investigadora para que no se pierda el talento que tenemos en la Universidad.

Y para ello, añadió, somos una de las mejores vías para dar cumplimiento al objetivo de la creación de éste catálogo.

PDF navegable
El catálogo, editado en PDF navegable, recoge toda la actividad de I+D+i que realizan los cerca de dos centenares de equipos de investigadores que la Universidad tiene activos en prácticamente todos los centros de sus cuatro campus. En concreto, reseña el trabajo de un total de 190 Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) de las áreas de Arte y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura.

De cada uno de ellos, el catálogo incluye una completa ficha con sus datos de contacto: centro al que pertenece, campus, nombre del director/coordinador del grupo y dirección, teléfono, mail y web.

A continuación, la ficha detalla los sectores económicos en los que son de aplicación de las investigaciones del grupo, y que abarcan Turismo, Ingeniería y Arquitectura, hasta los de Editorial, Aeronáutico, Astrofísico, Químico, Óptico e Industrial, por citar algunos ejemplos.

El catálogo también describe las líneas que desarrolla cada grupo, sus trabajos, los contratos conseguidos y las publicaciones en las que ha participado.

Asimismo, destaca las patentes y registros de propiedad formalizados como consecuencia de las investigaciones, los premios obtenidos por el grupo de trabajo o sus miembros, las técnicas empleadas así como enlaces de interés a otras instituciones y noticias relacionadas con el grupo investigador.

El catálogo está actualmente disponible en el apartado de Empresas e Instituciones de la web de la UVa  y también estará visible en la web de la CVE a disposición de las empresas.

La firma de este convenio se enmarca dentro de los objetivos del Consejo Social de la UVa tendentes a impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación y su adecuación a las necesidades del territorio, con una mayor conexión con el tejido productivo.

En estos objetivos se integran también otras iniciativas como el Premio de Investigación Consejo Social, el programa de becas para que los estudiantes universitarios se inicien en tareas de investigación o la ronda de encuentros mantenidas con GIR de la UVa y servirán para elaborar un documento de análisis y propuestas sobre el papel de la investigación en la Universidad.

Asimismo, responde a la línea de actuación del Consejo Social dirigida a promover las relaciones entre la Universidad y su entorno cultural, profesional, económico y social con el fin de acercar y dar a conocer la actividad universitaria en todas sus vertientes y fomentar la creación y transferencia de conocimiento.

Una tesis demuestra la presencia de compuestos con actividad antiinflamatoria en hongos comestibles

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Una tesis presentada y defendida el pasado 22 de enero en la Facultad de Fisioterapia de Soria ha demostrado que los hongos comestibles poseen un gran potencial para ser considerados como alimentos funcionales, así como son una fuente importante de agentes antiinflamatorios naturales. Además, algunos de estos hongos podrían ser especialmente prometedores para la prevención de la inflamación y, particularmente, de la inflamación intestinal.

Su autor ha sido el doctorando Carlos Moro Lagares, cuyo trabajo fue desarrollado en el Centro de Calidad de los Alimentos del INIA de Soria, bajo la dirección de Ana María García Lafuente.

Desde hace un par de décadas, la preocupación de la población mundial por la dieta ha ido aumentando en paralelo a la divulgación de las evidencias científicas que relacionan la dieta y la salud. Este hecho ha desembocado en una vorágine de búsqueda de alimentos que contengan compuestos funcionales con efecto en la prevención o en el tratamiento de enfermedades.

En este trabajo de investigación ha estudiado el contenido de los compuestos fenólicos en ochos especies de hongos comestibles, tanto silvestres como cultivados, con actividad antioxidante y antiinflamatoria. Los compuestos fenólicos son compuestos funcionales con efectos en la prevención o en el tratamiento de enfermedades. De hecho, dichos compuestos han sido muy estudiados en frutas y verduras, pero en hongos hay muy pocos trabajos al respecto.
En el trabajo realizado se ha descrito por primera vez la composición fenólica de algunas especies de hongos que hasta el momento no se habían estudiado, como es el caso del marzuelo o el perrochico. Todas las especies estudiadas tenían actividad antioxidante, y además, se ha encontrado la presencia de compuestos con actividad antiinflamatoria en algunas de ellas.

Así, los extractos de champiñón, rebozuelo, níscalo y trompeta negra fueron capaces de reducir la respuesta inflamatoria en una línea celular de macrófagos estimulados. Dos de estas especies, el rebozuelo y la trompeta negra también redujeron la respuesta inflamatoria en una línea celular de células epiteliales intestinales estimuladas.

Desde hace un par de décadas, la preocupación de la población mundial por la dieta ha ido aumentando en paralelo a la divulgación de las evidencias científicas que relacionan la dieta y la salud. Este hecho ha desembocado en una vorágine de búsqueda de alimentos que contengan compuestos funcionales con efecto en la prevención o en el tratamiento de enfermedades.

En esta tesis se han obtenido extractos ricos en compuestos fenólicos a partir de especies de setas comestibles habituales en la zona: Agaricus bisporus (champiñón), Lactarius deliciosus (níscalo), Cantharellus cibarius (rebozuelo), Pleurorus ostreatus (seta de chopo), Boletus edulis (boleto), Calocybe gambosa (perrochico), Hygrophorus marzuolus (marzuelo) y Craterellus cornucopioides (trompeta negra) y se ha valorado su actividad antioxidante y antiinflamatoria in vitro.

Una tesis doctoral estudia harinas extruidas de trigo, arroz y maíz y su aplicación en diversos productos alimentarios

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Mario Martínez, investigador del Área de Tecnología de Alimentos de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid (UVa), situada en el Campus de Palencia, ha defendido su tesis doctoral con mención internacional en torno a las aplicaciones y nuevas funcionalidades de las harinas extruidas, un amplio estudio en el que se han modificado harinas de trigo, arroz y maíz a través de un proceso de extrusión.

La extrusión es un tratamiento físico capaz de modificar las propiedades de los componentes de las harinas a través de la aplicación de esfuerzo mecánico y altas temperaturas, permitiendo la mejora de la funcionalidad de las mismas y con ello la de los productos alimenticios finales. Además, el proceso fue en ocasiones complementado con diferentes tratamientos enzimáticos con el objetivo de generar nuevos productos en el mercado, como harinas dulces o harinas con propiedades saludables para el organismo.

La lectura de la tesis doctoral, dirigida por el docente e investigador de la UVa Manuel Gómez Pallarés, tuvo lugar el 26 de enero en la Casa Junco de Palencia. Aunque la mayor parte del trabajo se ha desarrollado en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias, este se enmarca en el Programa de Doctorado en Química de la Facultad de Ciencias.

Para su realización, el investigador obtuvo primero un contrato predoctoral de la UVa, posteriormente un contrato de similar naturaleza de la Junta de Castilla y León y finalmente un contrato para la Formación de Profesorado Universitario (FPU) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Como explica Martínez, el trigo, el arroz y el maíz, y en concreto su parte almidonosa, “son una parte importante de la dieta humana”. El almidón puede ser degradado a glucosa, la cual es una fuente de energía importante para el organismo. Además, “el almidón de estas harinas es interesante por su efecto sobre la calidad final de muchos de nuestros alimentos”.

Sin embargo, la innovación continua en materiales alimenticios y sus nuevos requisitos de calidad están forzando a adaptar aquellas materias primas a las necesidades emergentes en términos de funcionalidad y nutrición, como el desarrollo de nuevos productos sin gluten de calidad, con menor contenido en grasa o enriquecidos en fibra.

En este sentido, los tratamientos hidrotérmicos para llevar a cabo estas modificaciones están ganando protagonismo, debido entre otras cosas, a la ausencia de ingredientes químicos o artificiales. Entre ellos, la extrusión, un tratamiento físico capaz de gelatinizar el almidón, es una de las alternativas más versátiles.

Por ello, el primer objetivo de esta tesis doctoral consistió en estudiar la influencia de diferentes condiciones de extrusión (temperatura del extrusor, velocidad de alimentación y cantidad de agua añadida) sobre las propiedades fisicoquímicas y digestivas de harinas de cereal con gluten (trigo) y sin gluten (arroz).

Los investigadores comprobaron que un incremento en la intensidad de la extrusión provocó una mayor cantidad de almidón gelatinizado, que tuvo una gran capacidad de absorción de agua, incrementando significativamente las propiedades de hidratación de las harinas (llegando incluso a multiplicar por cinco y por nueve la capacidad de absorción de agua y el poder de hinchamiento de las harinas, respectivamente).

“Esta capacidad de hidratación conduce a un alto poder espesante en frío, lo cual puede ser muy interesante para algunas aplicaciones alimenticias”, asegura Martínez. Además, se incrementó la susceptibilidad a una reacción química denominada hidrólisis enzimática, lo que convertiría a estas harinas en buenas materias primas para la industria almidonera en la producción de glucosa y maltosa.

Inclusión de las harinas extruidas en productos alimenticios

Por otro lado, las nuevas propiedades fisicoquímicas de las harinas extruidas fueron explotadas para estudiar su efecto en productos intermedios durante el procesado, como batidos para posterior rebozado así como cremas y geles. En este sentido, una sustitución del 15 por ciento de harina de trigo por harina de trigo sometida a diferentes tratamientos de extrusión dio lugar a batidos con diferentes viscosidades y propiedades viscoelásticas, lo que incrementaría la variedad de batidos para posterior rebozado disponibles en el mercado.

A pesar de los nuevos perfiles de viscosidad logrados con las harinas extruidas, los investigadores señalan que algunas harinas nativas y extruidas necesitan ser adicionalmente suplementadas con otros ingredientes o aditivos para su uso en ciertos productos con el fin de lograr nuevos perfiles de viscosidad o gelificación. De este modo, harinas de trigo nativas y extruidas fueron combinadas con agares y carragenatos, dos de los hidrocoloides marinos (compuestos químicos con propiedades funcionales) más comúnmente usados en la industria alimentaria, para modificar las propiedades de sus cremas y geles. Los resultados mostraron una interesante interacción de las harinas extruidas con estos hidrocoloides marinos.

Por otra parte, también se estudió el efecto de la adición de harina sometida a diferentes condiciones de extrusión sobre la calidad de panes con y sin gluten. En panes de trigo, los resultados apuntan que “es posible obtener unos panes de calidad usando masas con un 5 por ciento de harina de trigo extruida, incrementando el rendimiento productivo de los panes fabricados”. En el caso de los panes sin gluten, “la sustitución de un 10 por ciento de harina de arroz por harina de arroz extruida también aumentó el rendimiento productivo”. Sin embargo, en este caso su incorporación supuso una reducción en el volumen específico de los panes y aumentó su dureza, efectos negativos que fueron minimizados usando una harina de arroz extruida de tamaño de partícula grueso, lo que también redujo el endurecimiento del pan a lo largo del tiempo. Estos efectos sobre panes sin gluten de arroz también fueron avalados por un segundo estudio sobre el endurecimiento de estos panes.

Producción de nuevos ingredientes: harinas dulces y azúcares más saludables

Finalmente, se exploró la alta susceptibilidad de las harinas extruidas a la hidrólisis enzimática. Los resultados “sugirieron que las harinas extruidas son buenos sustratos para la flora utilizada en los procesos fermentativos así como los principales reactantes que participan en las reacciones de Maillard (un conjunto de reacciones químicas responsables de aportar sabor, aroma y color a algunos alimentos) y las reacciones térmicas de caramelización”, precisa el investigador.

Sin embargo, desde un punto de vista nutricional, la alta susceptibilidad a la hidrólisis enzimática también implicó un aumento en la velocidad de liberación de glucosa en sangre, lo que podría tener los efectos negativos de los azúcares simples. Así, los investigadores optimizaron la creación de estructuras moleculares y supramoleculares resistentes a la digestión humana en las harinas de maíz extruidas.

26 publicaciones internacionales y un contrato en Estados Unidos

El autor ha conseguido una producción científica de 24 publicaciones internacionales en las revistas de mayor impacto mundial en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, así como dos capítulos en un libro de la prestigiosa editorial ‘CRC Taylor and Francis’, que saldrá a la luz a lo largo de este año. Además, estos trabajos han sido presentados en más de una decena de congresos internacionales en Europa y Estados Unidos.

Gracias a este exitoso trabajo, Mario Martínez se incorporará próximamente al mayor centro de investigación en carbohidratos del mundo, el Whistler Centre for Carbohydrates Research de la Purdue University (Indiana, Estados Unidos), donde trabajará como investigador postdoctoral. Asimismo, parte de las investigaciones que llevará a cabo en este centro serán esponsorizadas por una de las más poderosas multinacionales en el campo de la alimentación, Mondelez Internacional.