Todas las entradas de: Administrador

ÚLTIMA SEMANA PARA PRESENTAR CANDIDATURAS AL XIII PREMIO DE INVESTIGACIÓN DEL CONSEJO SOCIAL DE LA UVa

El próximo 31 de julio concluye el plazo para presentar candidaturas al XIII Premio de Investigación convocado por el Consejo Social de la UVa para reconocer la labor de investigación que se desarrolla en la Universidad de Valladolid y la transferencia de conocimientos entre la institución académica y las empresas.

Pueden optar a este premio departamentos, cátedras, centros de estudios, institutos universitarios y Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) de la UVa que destaquen especialmente en la consecución de contratos de investigación y el desarrollo de actividades con empresas e instituciones.

Las candidaturas se pueden presentar en el Registro General o en el Registro Electrónico de la Universidad, mediante un escrito dirigido al presidente del Consejo Social en el que hagan constar los méritos que consideren oportuno.

El ganador recibirá una dotación económica de 6.000 euros, que deberán destinarse a la adquisición de medios materiales relacionadas con la actividad investigadora del galardonado o a la publicación o divulgación de la misma.

Al igual que en años anteriores, el premio cuenta también en esta edición con una segunda modalidad de carácter honorífico dirigida a reconocer a aquellas empresas e instituciones que se distingan especialmente en contratar actividades y proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica con la Universidad de Valladolid.

En ambos casos, el fallo se dará a conocer antes del 16 de octubre, siendo entregados ambos premios en un acto público que se celebrará en el mes de noviembre.

Las bases del Premio de Investigación Consejo Social 2020 se pueden consultar en la web del Consejo Social: http://consejosocial.uva.es/premios/.

La convocatoria de este premio se enmarca dentro de los objetivos del Consejo Social tendentes a impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación y su adecuación a las necesidades del territorio, con una mayor conexión con el tejido productivo.

ABIERTA LA CONVOCATORIA DEL XIII PREMIO DE INVESTIGACIÓN DEL CONSEJO SOCIAL DE LA UVa QUE RECONOCE LA TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS ENTRE UNIVERSIDAD Y EMPRESAS

Con el objetivo de reconocer la labor de investigación que se desarrolla en la Universidad de Valladolid y la transferencia de conocimientos entre la institución académica y las empresas, el Consejo Social de la UVa ha convocado una nueva edición de su Premio de Investigación.

El premio, que cumple su XIII edición, está dirigido a departamentos, cátedras, centros de estudios, institutos universitarios y Grupos de Investigación Reconocidos (GIR) de la UVa que destaquen especialmente en la consecución de contratos de investigación y el desarrollo de actividades con empresas e instituciones.

El plazo para optar a este galardón estará abierto hasta el próximo 31 de julio y las candidaturas se pueden presentar en el Registro General o en el Registro Electrónico de la Universidad, mediante un escrito dirigido al presidente del Consejo Social en el que hagan constar los méritos que consideren oportuno.

El ganador recibirá una dotación económica de 6.000 euros, que deberán destinarse a la adquisición de medios materiales relacionadas con la actividad investigadora del galardonado o a la publicación o divulgación de la misma.

Al igual que en años anteriores, el premio cuenta también en esta edición con una segunda modalidad de carácter honorífico dirigida a reconocer a aquellas empresas e instituciones que se distingan especialmente en contratar actividades y proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica con la Universidad de Valladolid.

En ambos casos, el fallo se dará a conocer antes del 16 de octubre, siendo entregados ambos premios en un acto público que se celebrará en el mes de noviembre.

Las bases del Premio de Investigación Consejo Social 2020 se pueden consultar en la web del Consejo Social: http://consejosocial.uva.es/premios/.

La convocatoria de este premio se enmarca dentro de los objetivos del Consejo Social tendentes a impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación y su adecuación a las necesidades del territorio, con una mayor conexión con el tejido productivo.

Con esa finalidad, el Consejo Social ha desarrollado otras actividades como son su programa de becas para que los estudiantes universitarios se inicien en tareas de investigación.

Premiados

Instaurados en el año 2007, a lo largo de estos años han sido premiados en la modalidad de Departamentos, Cátedras, Centros de Estudios, Institutos Universitarios y GIR el Instituto de Biología y Genética Molecular (I.B.G.M.) (2007), el Instituto de Historia Simancas (2009), el GIR de “Tecnología Ambiental” (2010), el GIR de Espectroscopía Raman e Infrarrojo de Cristales y Minerales (2011), el GIR BIOFORGE (2012), el GIR Ingeniería de Procesos a Presión (2013), el GIR Modelado, Biomédica y Visualización Avanzada del Patrimonio (MoBiVAP) (2014), el GIR Física y Química de los Sólidos (2015), el Grupo de Investigación Reconocido “Grupo de Ingeniería Biomédica” (2016), la Unidad de Investigación Consolidada (UIC) “Tradición y cambios en las sociedades prehistóricas del Valle del Duero” (2017), el  Instituto de Matemáticas de la Universidad de Valladolid (IMUVa) (2018) y el Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible (iuFOR), que recibió el premio en la última edición.

Por su parte, los galardonados en la modalidad Empresas e Instituciones han sido Agroalimentaria Paraíso (2007), GMV (2009), Grupo Antolín (2010), Bodegas Emilio Moro (2011), Telefónica i+D (2012), Agroseguro S. A. (2013), ABN Pipe Systems (2014), Urbaser (2015), Prosol (2016), Repsol (2017), Road Steel (Gonvarri) (2018) e Hiperbaric (2019).

EL CONSEJO SOCIAL DE LA UVa ACUERDA LA SUSPENSIÓN DE LA NORMATIVA DE PROGRESO Y PERMANENCIA PARA AYUDAR A LOS ESTUDIANTES AFECTADOS POR EL COVID-19 A FINALIZAR SUS ESTUDIOS

El Consejo Social de la UVa ha acordado la suspensión de la Normativa de Progreso y Permanencia de los Estudiantes de la Universidad de Valladolid para este curso y el curso 2020-2021 con el fin de paliar los efectos que está teniendo la pandemia del Covid-19 entre los alumnos y facilitar que puedan completar sus estudios.

Esta normativa, aprobada por el Consejo Social en 2013, afecta a las titulaciones oficiales de grado y máster y regula el paso de los estudiantes por la universidad, estableciendo, entre otros aspectos, el periodo máximo de matriculación en una misma titulación y el número mínimo y máximo de créditos ECTS de matrícula por curso académico.

A pesar de las medidas adoptadas por la UVa para facilitar la enseñanza por medios telemáticos, las excepcionales circunstancias creadas por la crisis sanitaria del coronavirus han provocado que numerosos estudiantes hayan tenido que interrumpir sus estudios por motivos laborales, de salud personal o familiar o de déficit tecnológico.

Ante esta situación, el Rectorado dictó una resolución el pasado 6 de mayo en la que acordaba abrir un plazo extraordinario para que los estudiantes en alguna de esas situaciones pudieran solicitar la modificación o anulación de la matrícula de las asignaturas del segundo cuatrimestre, así como de Trabajos Fin de Grado y Trabajos Fin de Master del curso 2019-2020.

Dado que esta medida afecta a los plazos contemplados en la Normativa de Progreso y Permanencia, el Rectorado solicitó al Consejo Social la suspensión de dicha normativa para lo que resta de curso y para el de 2020-2021, medida que ha sido aprobada en el pleno de este órgano por unanimidad de todos sus miembros, mostrando así su sensibilidad hacia la difícil situación que están viviendo un número significativo de estudiantes de la Institución Académica.

“La Universidad de Valladolid ha reaccionado a esta crisis sobrevenida adaptando con rapidez sus herramientas docentes y respondiendo a las necesidades más urgentes de los alumnos. Una tarea encomiable a la que el Consejo Social ha querido contribuir de manera decidida, bien mediante la aprobación de medidas como la suspensión de las Normas de Progreso y Permanencia, bien mediante sugerencias que permitan confeccionar unos presupuestos capaces de responder con solvencia a las incertidumbres generadas por la pandemia”, ha precisado el presidente del Consejo Social, Óscar Campillo.

Junto a este acuerdo, el Pleno del Consejo Social también ha aprobado la auditoría de cuentas de la Universidad de Valladolid del ejercicio presupuestario 2018 y el proyecto de Presupuesto de la institución académica correspondiente al ejercicio 2020, que fue aprobado por el Consejo de Gobierno de la UVa el pasado 4 de junio, y que asciende a 213.175.845 euros, 6 millones de euros más que el de 2019 consecuencia del aumento de los gastos de personal.

En este sentido, Óscar Campillo ha vuelto a destacar la necesidad de que el Servicio de Control Interno de la Universidad de Valladolid dependa orgánicamente del Consejo Social, como ya ocurre en otras instituciones académicas como Las Palmas, La Laguna, Oviedo o Salamanca, en aras de un cumplimiento más eficaz de sus funciones y de una mayor independencia respecto de las distintas unidades gestoras de gastos e ingresos.

El presidente del Consejo Social de la UVa también ha recordado que esta supervisión del Consejo Social está prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica de Universidades y ha sido también reclamada en reiteradas ocasiones por el Tribunal de Cuentas y el Tribunal de Cuentas de Castilla y León, que han instado a implantar sistemas de contabilidad analítica en todas las universidades y unidades de control interno dependientes de los consejos sociales.

Finalmente, el pleno del Consejo Social también ha dado el visto bueno a su Memoria de Actividades correspondiente a 2019 y que recoge sus actuaciones en materia de supervisión económica, personal y gestión universitaria, así como sus actividades relacionadas con el fomento de la excelencia, la investigación y el emprendimiento en la Universidad de Valladolid.

Entre otras, la memoria refleja iniciativas como los Premios de Investigación y de Innovación Educativa Consejo Social, las becas de colaboración en materia de investigación, el apoyo al Concurso 3MT, al Certamen Empresario del Año y a los Premios de Arquitectura ETSAVA o la colaboración con el Rectorado para crear una amplia red de apoyo institucional y empresarial al Grupo de Investigación ERICA, que está participando en las misiones de exploración del planeta Marte de la ESA y la NASA.

DESARROLLAN UN TEST AUTOMÁTICO QUE SIMPLIFICA EL DIAGNÓSTICO DEL SÍNDROME DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Investigadores del CIBER-BBN en la Universidad de Valladolid demuestran la eficacia de un nuevo sistema basado en aprendizaje computacional que analiza sólo dos señales: la oximetría y el flujo aéreoLa nueva técnica permite agilizar el diagnóstico con la toma de datos en el propio domicilio y sin necesidad de acudir a una unidad del sueño hospitalaria

La mejora de las técnicas de detección del síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAHS) es uno de los grandes retos para el avance en el abordaje clínico de este trastorno respiratorio, debido al retraso que implica el actual diagnóstico por polisomnografía hospitalaria en una Unidad del Sueño. Investigadores del CIBER-BBN en la Universidad de Valladolid y el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid han dado un nuevo paso en este camino, con el desarrollo de un test automático basado en técnicas de aprendizaje computacional (machine learning) que permite simplificar la detección de esta enfermedad.

La nueva técnica permite obtener resultados concluyentes con el análisis de dos únicas señales: la saturación de oxígeno en sangre y el flujo aéreo. Además, el registro de estos parámetros podrá hacerse en domicilio, empleando dispositivos portátiles ya disponibles en el mercado, lo que contribuirá a la accesibilidad de la prueba y permitirá evitar las demoras que conlleva el actual método de diagnóstico en unidades del sueño.

Este desarrollo es un ejemplo de los avances que el procesamiento de datos clínicos con inteligencia artificial (machine learning o deep learning) está aportando al avance biomédico, resultado de una mayor integración de la ciencia básica, con los avances en el campo de la ingeniería y las TIC, y la investigación clínica. Los resultados de este trabajo han sido publicados en la revista Scientific Reports.

Diagnóstico de la apnea del sueño

El Síndrome de Apnea-Hipopnea del Sueño (SAHS) es un trastorno respiratorio que se caracteriza por la repetición de episodios de reducción total o parcial del flujo aéreo mientras el paciente duerme. En respuesta a estos eventos respiratorios se producen diferentes cambios fisiológicos, como caídas en la saturación de oxígeno en sangre, cambios en la variabilidad del ritmo cardíaco y micro-despertares, que afectan negativamente a la salud y calidad de vida.

La polisomnografía hospitalaria (conocida como prueba del sueño), que registra la actividad neuromuscular y cardiorrespiratoria durante el sueño, es el standard en el diagnóstico del SAHS. Sin embargo, presenta importantes limitaciones, al ser muy intrusiva para el paciente y por su elevada complejidad. El paciente debe dormir al menos una noche en la unidad de sueño del hospital, cuya disponibilidad es baja, limitando su efectividad como técnica única de detección. Estos motivos, unidos a la elevada prevalencia de la enfermedad, han hecho que las unidades del sueño presenten desde hace años grandes cargas de trabajo y listas de espera.

Sistema automático de ayuda al diagnóstico

La nueva herramienta diseñada por este equipo de investigadores, liderados por Roberto Hornero y Félix del Campo, permite reducir el número de señales registradas para estimar el diagnóstico de forma fiable, empleando únicamente dos registros: la oximetría (cantidad de oxígeno en sangre) y el flujo aéreo. De esta forma, se consigue reducir sensiblemente la complejidad de la prueba, con el consiguiente beneficio para el paciente.

Para aprovechar toda la información diagnóstica presente en estas señales, los investigadores han aplicado metodologías de procesado automático de señales biomédicas y de aprendizaje computacional. Concretamente, han empleado técnicas de análisis de series temporales para parametrizar las señales respiratorias tanto en el dominio del tiempo como de la frecuencia, con especial atención a su dinámica no lineal (medidas de entropía y complejidad). Posteriormente, mediante el uso de algoritmos, construyeron el conjunto óptimo de variables que mejor caracterizaba los cambios producidos por la enfermedad en estas señales.

A partir del análisis de los datos de 239 pacientes, los investigadores pudieron observar que “la información sobre la influencia de los eventos de apnea contenida en la oximetría y en el flujo aéreo es complementaria, y que su análisis conjunto condujo a un notable aumento del rendimiento de este método en comparación con los enfoques centrados en una solo variable”, explica Roberto Hornero, uno de los coordinadores del estudio. “El sistema automático desarrollado alcanzó una elevada concordancia y precisión diagnóstica con la polisomnografía estándar, significativamente mayores que enfoques previos basados en el análisis individual de las señales de oximetría o de flujo aéreo de forma aislada”, detalla el investigador.

La metodología propuesta, además, se ha basado en la realización de los registros de forma ambulatoria en el propio domicilio de los pacientes, con lo que también se ha conseguido incrementar la accesibilidad de la prueba, lo que podría permitir reducir las listas de espera en un futuro cercano. Actualmente existen dispositivos portátiles comerciales que monitorizan y almacenan ambas señales, por lo que la herramienta diseñada se podría integrar fácilmente en un protocolo de cribado domiciliario de la enfermedad.

La investigación fue cofinanciada por el CIBER-BBN, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (66/2016), la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (GRS 1472/A/17) y el Ministerio de Ciencia Innovación y Universidades (DPI2017-84280-R), así como por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Artículo de referencia:

Álvarez D, Cerezo-Hernández A, Crespo A, Gutiérrez-Tobal GC, Vaquerizo-Villar F, Barroso-García V, Moreno F, Arroyo CA, Ruiz T, Hornero R, del Campo F. A machine learning-based test for adult sleep apnoea screening at home using oximetry and airflow. Scientific Reports 2020; 10:5332. https://doi.org/10.1038/s41598-020-62223-4

Sobre el CIBER-BBN

El CIBER (Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red, M.P.) depende del Instituto de Salud Carlos III –Ministerio de Ciencia e Innovación– y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).  El CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) está formado por 46 grupos de investigación, seleccionados sobre la base de su excelencia científica, que trabajan principalmente dentro de tres programas científicos: Bioingeniería e Imagen biomédica, Biomateriales e Ingeniería Tisular y Nanomedicina. Su investigación está orientada tanto al desarrollo de sistemas de prevención, diagnóstico y seguimiento como a tecnologías relacionadas con terapias específicas como Medicina Regenerativa y las Nanoterapias.

LA UVa PARTICIPA EN UNA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO SOBRE SATURNO QUE PUBLICA NATURE CONMUNICATIONS

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

José Francisco Sanz Requena, investigador del Grupo de Física Matemática de la Universidad de Valladolid, participa en el descubrimiento y caracterización en el planeta Saturno del sistema de nieblas en capas más extenso observado en el sistema solarPara ello han utilizado imágenes de alta resolución obtenidas por la nave espacial Cassini

La prestigiosa revista científica Nature Communications publica hoy viernes, 8 de mayo, un artículo sobre la investigación que desarrollan científicos de la UPV-EHU y en la que colabora el investigador de la Universidad de Valladolid José Francisco Sanz Requena acerca del planeta Saturno.

En la extensa atmósfera de hidrógeno del planeta Saturno, un mundo frío, lejano y gigante con unas diez veces el tamaño de la Tierra, se desarrolla una rica variedad de fenómenos meteorológicos que nos sirven para comprender mejor los que de forma semejante operan en la atmósfera terrestre. Entre ellos destaca por su singularidad el conocido “hexágono”, una sorprendente estructura ondulante que rodea a la región polar norte del planeta, y cuya forma parecería haber sido trazada por un geómetra.

Descubierta en 1980 por las naves espaciales Voyager 1 y 2 de la NASA, ha sido observada ininterrumpidamente desde entonces, a pesar del intenso y largo ciclo de estaciones del planeta. Por el interior de esta gigantesca onda planetaria fluye una estrecha y rápida corriente en chorro en donde los vientos alcanzan velocidades máximas de unos 400 km/hora. Mientras, curiosamente, la onda en sí misma permanece casi estática; es decir, apenas se desplaza con respecto a la rotación del planeta. Todas estas propiedades hacen que el “hexágono” sea un fenómeno altamente atractivo para los meteorólogos e investigadores de las atmósferas de los planetas.

La nave Cassini, que estuvo en órbita del planeta entre los años 2004 y 2017, tomó una inmensa cantidad de imágenes desde muy variadas distancias al planeta y ángulos de visión. En junio del año 2015, su cámara principal obtuvo imágenes del planeta a muy alta resolución, capaces de resolver detalles de 1-2 km, que capturaban las nieblas situadas sobre las nubes que trazan la onda hexagonal. Además, utilizó muchos filtros de color, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano, permitiendo así estudiar la composición de estas nieblas. Como apoyo para este estudio se usaron también imágenes del Telescopio Espacial Hubble tomadas 15 días más tarde y que muestran al hexágono visto desde arriba. “Las imágenes de Cassini nos han permitido descubrir que en la región del hexágono encontramos un sistema de al menos siete nieblas superpuestas, de la misma forma que una tarta de varias capas, al menos, que se extienden desde la parte superior de las nubes hasta más de 300 km de altura sobre ellas”, ha declarado el doctor Sanz Requena, que colabora en el estudio.

Cada capa de niebla tiene entre 7 y 18 kilómetros de espesor en vertical y de acuerdo con el análisis espectral contienen partículas muy pequeñas con radios del orden de 1 micra. Su composición química es exótica para nuestros estándares terrestres, ya que, debido a las bajas temperaturas en la atmósfera de Saturno, entre 120°C y 180°C bajo cero, pudieran estar compuestas por cristalitos de hielo de hidrocarburos como el acetileno, propino, propano, diacetileno, o incluso butano en el caso de las nieblas más altas.

Otro de los aspectos que el equipo ha estudiado es la regularidad en la distribución vertical de las nieblas. La hipótesis que proponen es que las nieblas están organizadas por la propagación vertical de ondas de gravedad que generan oscilaciones en la densidad y temperatura de la atmósfera, fenómeno bien conocido en la Tierra y otros planetas. Los investigadores plantean que es la propia dinámica del hexágono y su intensa corriente en chorro la que puede estar detrás de la formación de estas ondas de gravedad. En la Tierra también se han observado este tipo de ondas generadas por la corriente en chorro ondulante que con velocidades de 100 km/h se dirige de Oeste a Este en las latitudes medias. El fenómeno pudiera ser semejante en ambos planetas, si bien las peculiaridades de Saturno hacen que este sea un caso único en el sistema solar. Este es un aspecto que queda pendiente para futuras investigaciones. 

El trabajo realizado en este artículo por el investigador Sanz Requena, quien desarrolla su actividad dentro del GIR (Grupo de Investigación Reconocido) Física Matemática que lidera el profesor Luis Miguel Nieto, está relacionado con el transporte radiativo. La investigación en este ámbito es fundamental para conocer la estructura vertical de la atmósfera, así como las características de los aerosoles. Esto, entre otras cosas, permite conocer a qué altura se localizan este tipo de fenómenos, lo que ayuda después al estudio dinámico. Las investigaciones continúan y en breve seguramente habrá más resultados interesantes.

Referencia bibliográfica 

  1. Sánchez-Lavega, A. García-Muñoz, T. del Río-Gaztelurrutia, S. Pérez-Hoyos, J. F. Sanz-Requena, R. Hueso, S. Guerlet, and J. Peralta. 

“Multilayer hazes over Saturn’s hexagon from Cassini ISS limb images” 

Nature Communications, May 8, 2020 

https://doi.org/10.1038/s41467-020-16110-1

http://www.nature.com/ncomms/10.10