El Consejo Social de la Universidad de Valladolid celebró el 22 de octubre el acto de entrega de sus Premios de Innovación Educativa y en la Gestión Universitaria en Áreas y Servicios del PTGAS de la UVa 2024, con los que pone en valor las experiencias innovadoras del profesorado y del Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios de la Universidad de Valladolid.

En concreto, con estos premios el Consejo Social quiere reconocer las buenas prácticas y esfuerzo del profesorado de la UVa para adaptar la enseñanza a las necesidades del entorno actual y la labor y experiencias innovadoras del Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios en los servicios, áreas, oficinas y unidades administrativas en las que desempeñan su trabajo, tal y como pusieron de manifiesto el presidente de este órgano, Óscar Campillo, y el rector de la UVa, Antonio Largo, en el acto de entrega de los galardones.

Convocado en colaboración con el Vicerrectorado de Innovación Docente y Transformación Digital de la UVa, el Premio de Innovación Educativa 2024 fue concedido al proyecto “Laboratorio de Comunicación Multimedia e Inteligencia Artificial (LabComIA), ‘Un aula de ensayo y error’”.

El galardón fue recogido por la profesora Pilar Sánchez, profesora de Ciberperiodismo y Periodismo de Datos y coordinadora del proyecto, quien explico que LabComIA surgió ante la necesidad de fomentar la experimentación multimedia y tecnológica en las aulas de Periodismo para ofrecer una formación e investigación multidisciplinar actualizada acorde con un entorno digital de transformación permanente y transversal.

Precisó que el proyecto se desarrolla a través de un equipo interdisciplinar que simula la realidad de las redacciones periodísticas para experimentar en cuatro áreas principales -inteligencia artificial, narrativas multimedia, periodismo de datos y alfabetización mediática- que se trabajan en el aula con una mirada transversal e innovadora.

Junto a este galardón, también fue entregado un accésit al proyecto “Aprendiendo Procesado Digital de la Señal con un Escape Room” (AProDiSER), coordinado por la profesora Lara del Val, del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones e Ingeniería Telemática de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT).

Por su parte, el Premio de Innovación en la Gestión Universitaria en Áreas y Servicios del PTGAS ha recaído en el proyecto “Aplicación POD Alumnos”, desarrollado por la Sección POD – Encuesta del STIC y por la Unidad de Planificación Docente de la Institución Académica.

El premio fue recogido por Esther Martínez de la Torre, Roberto Cardo y Estela Gómez, quienes detallaron que este proyecto tiene como objetivo facilitar al alumnado de la UVa la consulta de sus horarios, tutorías, evaluaciones y guías en sus dispositivos móviles, a través de una aplicación con una tecnología avanzada que permite ofrecer un producto de alta calidad, manteniendo toda la información actualizada en tiempo real.

También recibieron sendos accésits ex aequo los proyectos “Desarrollo de una nueva página web para la Biblioteca Universitaria de Valladolid”, presentado por Isabel Lecanda y Mª Paz Colmenar, y “Mejora de la gestión universitaria a través del Manual del puesto de trabajo”, coordinado por Esteban Gil.

El acto de entrega de los premios contó también con la intervención de Teresa León, jefa de Servicio de Investigación Científica de la Junta de Castilla y León.

Ambos premios tienen una dotación económica de 3.000 euros mientras que los accésits están dotados con 1.000 euros cada uno, cuantías que deberán destinarse íntegramente a la ejecución de los proyectos galardonados.

Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, de la que es profesor desde el año 1986, y jurista de gran prestigio nacional e internacional, Fernando Rey ha sido distinguido recientemente con el Premio Consejo Social de la UVa 2024 en reconocimiento a toda su trayectoria.

Se trata del galardón más importante que otorga este órgano de participación de la sociedad en el gobierno de la Universidad, y su finalidad es honrar y poner en valor la figura y relevancia de los profesores de la Institución Académica.

“Es un premio especialísimo para mí, quizás el más importante de todos, porque es un premio que te concede la universidad en tu propia ciudad, en tu comunidad universitaria”, asegura Fernando Rey, quien dice sentirse honrado por haber sido distinguido con este galardón, “ya que la UVa tiene más de 2.000 profesores y muchos de ellos son de elevadísimo nivel, no solo nacional sino internacional, y en muchísimos campos”.

A pesar de este tipo de homenajes, Fernando Rey lamenta que la profesión de profesor haya ido perdiendo reconocimiento social con el paso del tiempo. “Hace muchos años, un profesor de universidad era casi Moisés descendiendo del Sinaí con las tablas de la Ley. Hoy en día, ser profesor ya no tiene esa aura de prestigio”, asevera.

En su opinión, gran parte del trabajo de los profesores debe ser motivar al alumnado, hacer atractiva la asignatura y más accesible la materia, porque “el trabajo duro lo debe hacer cada uno”.

“El único aprendizaje es el que hacemos por nosotros mismos, y el entorno -los profesores, los libros, los manuales, las técnicas- es solo una ayuda para que uno aprenda. Por eso es tan importante la motivación”, añade.

A su juicio, la clave es que las futuras generaciones se ayuden a sí mismas y sean conscientes de todas las oportunidades que se les abren al estar sentados en un pupitre universitario.

Universidad en transición

Fernando Rey considera que actualmente la universidad se encuentra en una fase de “transición”, con un marco normativo que tiende a un sistema de tutoría, con pocos alumnos, “pero en realidad el sistema que tenemos es muy parecido estructuralmente a lo que teníamos siempre, es decir, es el sistema barato”.

“El sistema universitario español es un sistema low cost porque si quieres una universidad de calidad tienes que pagarla”, insiste Fernando Rey, quien no obstante reconoce que tenemos una universidad que da una magnífica formación inicial o básica, comparable e incluso mucho mejor a la de otros países.

“Lo que no está claro es cómo aprovechar mejor las competencias del alumnado cuando ya va a acabando el grado y acceden a máster y doctorados. Ahí es donde tenemos que pensar mejor qué hacer”, agrega.

También afirma que la propia universidad sufre una cierta crisis de credibilidad, ya que, aunque sigue cumpliendo la función de proporcionar una enseñanza superior, la investigación se hace desde otros ámbitos, y no solo desde la institución académica.

Indica que, además, no es capaz de comunicar bien su labor a la sociedad. “Hacemos cosas muy interesantes y que tienen impactos notables en la vida de la comunidad para mejor, pero nos cuesta explicarlo, en parte porque algunas de estas explicaciones son complejas. Posiblemente tendríamos que vulgarizar más”, precisa.

Además, se lamenta de que en el caso de la Universidad de Valladolid no haya un sentido de pertenencia. “Todo el mundo que hemos pasado por aquí sabemos que se da una formación de mucho nivel, pero nadie se siente especialmente orgulloso. Quizás es también por ese espíritu castellano, muy muy de Valladolid”, apunta.

Con los más vulnerables

Junto a su trayectoria académica, docente e investigadora de excelencia, el Premio Consejo Social también ha valorado la proyección social de Fernando Rey, su compromiso con la mejora de la enseñanza, en especial de los colectivos más vulnerables y desfavorecidos, y con el fortalecimiento y progreso de Castilla y León.

En este sentido, afirma que “los profesores de universidad a veces tenemos que implicarnos en los temas no solo de modo teórico, aunque la mejor práctica es una buena teoría”.

Así, explica que en este curso está trabajando con sus alumnos sobre Derechos Fundamentales, promoviendo una serie de seminarios en los que está dando voz a activistas sociales en materia de discriminación racista, de violencia de género o de trabajo con los niños y niñas no acompañados.

“Creo que eso ayuda mucho a mi alumnado a darse un baño de realidad y a abrir los ojos y a comprender que lo que están estudiando no solo tiene interés para ellos mismos, sino para toda la sociedad, y que su trabajo puede ayudar a mejorar la convivencia”, afirma.

Por último, aunque reconoce que es dura y complicada, asegura que “para hacer una carrera profesional en el ámbito académico tendríamos que pagar en vez de cobrar”.

“La carrera burocrático-administrativa del profesor es algo decepcionante, pero el trabajo en sí es el mejor trabajo del mundo”, destaca Fernando Rey, quien advierte de que “ni los jóvenes ni los viejos profesores podemos perder de vista para qué estamos, y estamos fundamentalmente para dar una docencia seria, de calidad. Al alumnado no se le puede dar pan duro”.

“Hay que prepararse constantemente. En fin, trabajo, transpiración e inspiración”, concluye el Premio Consejo Social 2024.

El Consejo Social de la UVa ha abierto el plazo para que los estudiantes de la Universidad de Valladolid puedan solicitar sus Becas de Colaboración en tareas de formación e investigación en Departamentos e Institutos Universitarios de Investigación de esta institución académica.

El objetivo de estas ayudas es proporcionar a los estudiantes universitarios una formación investigadora inicial que facilite su futura orientación profesional o investigadora, mediante su participación o colaboración en un Departamento o Instituto Universitario de Investigación de la UVa en tareas de investigación que estén vinculadas con los estudios que están cursando.

En total, para este curso 2024-2025 el Consejo Social ha convocado 35 becas con una dotación económica de 1.400 euros brutos cada una de ellas (cada becario percibirá alrededor de 1.000 euros).

Estas ayudas se dirigen a estudiantes de la UVa que vayan a finalizar los estudios de Grado o estudiantes de primer curso de Másteres Oficiales matriculados en el curso académico 2024-2025 y que acrediten una nota media que oscila entre 7,25 puntos y 8 puntos, según la rama de conocimiento.

Como méritos para la obtención de la beca, los candidatos también deberán acreditar un nivel de dominio de lengua extranjera intermedio alto B2 mediante un certificado oficial, y los logros que hayan obtenido en el transcurso de su etapa universitaria, como premios, distinciones y reconocimientos oficiales.

Los aspirantes deberán presentar sus solicitudes antes del 17 de octubre en el Departamento o Instituto Universitario de Investigación en el que pretendan realizar la colaboración.

La solicitud deberá ir acompañada de una memoria técnica sobre plan de trabajo a desarrollar, que deberá estar relacionado con su historial científico-técnico y, en su caso, con el Trabajo de Fin de Grado o Fin de Máster que estén realizando, y que deberá ser avalada por el profesor/tutor del proyecto.

Posteriormente, el Departamento o Instituto Universitario dispondrá de plazo hasta el 24 de octubre para trasladar a la Secretaría del Consejo Social toda esta documentación y la valoración del proyecto propuesto por el estudiante.

Ambos trámites deberán realizarse a través de la Sede Electrónica de la UVa:   https://sede.uva.es/tramitador/funcionario?idLogica=inicio&entrada=funcionario&idEntidad=UVA

El plazo de disfrute de la beca se extenderá desde el 1 de enero hasta el 31 de julio de 2025. El calendario de actividades comprenderá 30 horas mensuales durante esos 7 meses hasta completar un total de 210 horas, cuya distribución podrá ser flexible para ajustarse al ritmo académico.

Al finalizar este periodo, los estudiantes deberán presentar un poster científico y una memoria final que describan el trabajo realizado durante el periodo de disfrute de la beca, que podrán ser difundidos por el Consejo Social para hacer más visible esta labor investigadora a través de la “Galería de Becarios”  de UVaINVESTIGA, su portal de apoyo a la difusión de la actividad investigadora de la UVa (http://consejosocial.inf.uva.es/), y en posibles encuentros sobre investigación.

El Programa de Becas de Colaboración en tareas de Investigación fue implantado por el Consejo Social en el curso 2012-2013. Desde entonces, este órgano ha destinado alrededor de 450.000 euros a esta iniciativa, de la que se han beneficiado cerca de 400 estudiantes de la UVa.

El Programa de Becas forma parte de la apuesta del Consejo Social por fomentar el desarrollo científico y la innovación tecnológica, y potenciar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación.

En esta línea se enmarcan otras de sus actuaciones, como son los Premios de Investigación Consejo Social que concede anualmente para poner en valor la actividad investigadora y de transferencia de conocimiento de los Departamentos, Cátedras, Centros de Estudios, Institutos Universitarios de Investigación y Grupos de Investigación Reconocidos de la UVa y para reconocer también a aquellas empresas e instituciones que se distingan especialmente en contratar actividades y proyectos de investigación, desarrollo científico e innovación tecnológica con la Universidad de Valladolid.

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid Fernando Rey ha recibido el Premio Consejo Social de la UVa a la Trayectoria Universitaria 2024, con el que este órgano reconoce su trayectoria de excelencia tanto en el ámbito académico, como en la docencia y la investigación.

Fernando Rey recogió el galardón de manos del presidente del Consejo Social, Óscar Campillo, y del rector de la UVa, Antonio Largo, en el transcurso del Acto de Apertura del Curso Académico 2024-2025 celebrado el 20 de septiembre en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid.

Tras recibir el premio, Fernando Rey expresó su agradecimiento al Consejo Social por haberle otorgado este reconocimiento “porque la Universidad de Valladolid cuenta con muchísimos profesores del más alto nivel académico, algo no siempre bien conocido por ciudadanos, autoridades e incluso por nosotros mismos”.

El Premio Consejo Social 2024 rememoró en su intervención tres historias personales familiares que sirvieron para ilustrar sus estrechos vínculos vitales con la Universidad de Valladolid, de la que dijo que “para mí no es espacio, sino una manera de estar en el mundo, no es geografía, es biografía”.

También expuso tres ideas sobre la institución académica que “apuntan a cierto tipo de esperanza” para su futuro.

Así, afirmó que la Universidad es un espacio de libertad frente a cualquier tipo de poder político, religioso, social o económico, ya que tiene como “misión principal que aquellos que tienen el monopolio de cualquier tipo de poder no lo tengan también de la verdad, del sapere aude kantiano, del atreverse a pensar por nosotros mismos”.

También precisó que “frente a tanta polarización, grito y ruido sociales, la Universidad ha de ser un espacio de diálogo, de compromiso, de tolerancia, de respeto al otro, al que es realmente el otro”.

En su opinión, la universidad es el lugar privilegiado de la conversación con nuestro entorno, con la naturaleza, y también con el resto de ciudadanos, con la sociedad, “porque somos una casa de ilustrados que argumentan, no un territorio de bárbaros que conquistan o de siervos que se someten”.

Por ello, tras definirse como una persona ideológicamente no binaria, defendió que es legítimo que haya profesores que militen en cualquier partido o formación, pero insistió en que “somos universitarios por encima de todo” y “los universitarios tenemos no solo el derecho sino el deber de la irreverencia, eso sí, siempre amable y educada en las formas”.

Por último, reconoció que los universitarios también tienen que hacer autocrítica y preguntarse más cómo convertir la universidad en el taller del futuro, “porque a pesar de sus indudables avances tenemos un serio problema de credibilidad social”.

“Se nos deben cosas, es cierto, y debemos reivindicarlas siempre. Pero nosotros también debemos cosas a la sociedad, muchas. Gastamos demasiadas energías en mirarnos el ombligo y sobre esto a penas reflexionamos”, concluyó.

Con este premio, el Consejo Social también ha querido poner en valor la destacada proyección social de la trayectoria de Fernando Rey y su compromiso con la mejora de la enseñanza, en especial de los colectivos más vulnerables y desfavorecidos.

Ejemplo de ese compromiso es que el galardonado ha sido presidente del Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y No Discriminación de las personas por su origen racial o étnico, UNICEF Castilla y León y del Comité Técnico de elaboración del II Plan Nacional de Derechos Humanos.

El jurado de este premio también ha valorado la implicación de Fernando Rey con el fortalecimiento y progreso de la Comunidad Autónoma, haciendo gala, en todo momento, de su pertenencia a la Universidad de Valladolid, de la que es profesor de Derecho Constitucional desde el año 1986 y coordinador del Programa de Doctorado del Departamento de Derecho Constitucional.

De hecho, Fernando Rey fue redactor del proyecto técnico de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León en 2006 y asesor técnico de redacción de diversas leyes estatales y autonómicas. Además, entre los años 2015 y 2019 fue consejero de Educación de la Junta de Castilla y León y actualmente es consejero emérito del Consejo Consultivo de Castilla y León.

También ha sido asesor del Gobierno español en materia de cooperación política con Latinoamérica y director del Programa Foro XXI de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), entre otras instituciones.

El Premio Consejo Social a la Trayectoria Universitaria también ensalza el amplio bagaje investigador de Fernando Rey, miembro del Grupo de Investigación en Derecho Constitucional de la UVa y autor de 22 libros y más de 200 capítulos y artículos en revistas especializadas.

Instaurado en el año 1998, este galardón tiene como finalidad honrar a aquellos profesores de la Universidad de Valladolid que, encontrándose en una fase de situación activa, se hayan distinguido por sus relevantes méritos docentes o investigadores, y hayan contribuido a enriquecer el patrimonio del conocimiento o a fomentar las relaciones entre la Universidad y la Sociedad.

El premio consiste en una escultura que reproduce una de las columnas de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid, un diploma y un alfiler de oro, que fueron entregados a Fernando Rey tras la lectura de la lección inaugural a cargo del doctor cargo del Doctor, Javier Blasco Pascual, catedrático de Literatura Española, con el título: “La Universidad ante el reto de la inteligencia artificial: lección de Cervantes”.

Previamente, y como es tradicional en este acto, la secretaria general de la UVa, Helena Villarejo, procedió a la lectura del resumen de la Memoria del curso académico 2023-2024.

El Acto de Apertura del Curso Académico de la Universidad de Valladolid 2024-2025 continuó con la intervención de la consejera de Educación, Rocío Lucas, y finalizó con el discurso del rector de la UVa, Antonio Largo.

El Consejo Social de la Universidad de Valladolid ha ensalzado hoy la labor investigadora y de transferencia de conocimiento que se realiza en el seno de la Institución Académica y la importancia de su colaboración con la sociedad para el progreso de todos.

Así lo puso de manifiesto la vicepresidenta del Consejo Social, Mercedes Arana, durante la entrega de los Premios de Investigación Consejo Social 2024 al GIR LAB/PAP (Laboratorio para la Investigación e Intervención en el Paisaje Arquitectónico, Patrimonial y Cultural) de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UVa (ETSAVA) y al Grupo FCC, en un acto celebrado el 23 de julio que estuvo presidido por el rector de la UVa, Antonio Largo.

Mercedes Arana recordó que el Consejo Social tiene como misión principal promover la relación entre la sociedad y la Universidad e indicó que con estos premios pretende reconocer y fomentar aquellas iniciativas que destacan por su impacto en la sociedad.

Así, afirmó que la entrega de estos galardones es una celebración de la excelencia, la innovación y la colaboración entre la Universidad y la sociedad, que es vital para el avance del conocimiento y la consecución de soluciones innovadores que beneficien a todos.

Por su parte, el rector de la UVa agradeció al Consejo Social la organización de estos premios, que hacen realidad el reconocimiento al trabajo que día a día hacen los grupos de investigación de la Universidad y a las empresas que trabajan junto a la Institución Académica, estableciendo sinergias y contribuyendo a la mejora de la sociedad.

Tras destacar el potencial que tiene el sector público cuando une sus fuerzas al sector privado, afirmó que las empresas tienen que ser un colaborador necesario de la Universidad para dar un buen servicio a la sociedad, por lo que animó a los galardonados a seguir trabajando en esa senda y avanzar en la generación de conocimiento.

En el acto de entrega de los premios también participó la jefa del Servicio de Investigación Científica, Transferencia de Conocimiento e Infraestructura Universitaria de la Junta de Castilla y León, Teresa León, quien instó a apostar por la fidelización del talento investigador para que se quede en la Universidad.

El catedrático de la ETSAVA Darío Álvarez fue el encargado de recoger, como coordinador del GIR LAB/PAP, el Premio de Investigación en su modalidad de “Departamentos, Cátedras, Centros de Estudios, Institutos Universitarios de Investigación y Grupos de Investigación Reconocidos”, y que ha sido otorgado a este grupo de investigación por su exitosa y destacada labor de alta especialización en materia de Patrimonio, la originalidad de sus propuestas, la implicación con el territorio y la proyección social de su actividad investigadora.

En su intervención, Darío Álvarez expuso la trayectoria y actividad del GIR LAB/PAP, integrado actualmente por 15 investigadores de la UVa y de otras universidades españolas, portuguesas e italianas, junto a 30 colaboradores, en su mayoría arquitectos.

Sus líneas de trabajo se dirigen a la investigación, intervención y recuperación de los paisajes culturales, patrimoniales y arqueológicos y al desarrollo de una metodología para la integración sostenible y accesible de la arquitectura en el paisaje cultural histórico y contemporáneo.

Desde el año 2009, este GIR ha formalizado un total de 90 contratos de investigación por valor de más de un millón de euros con instituciones y empresas, que han permitido la realización de proyectos y obras con unos excelentes resultados de transferencia a los sectores económicos, sociales y culturales, demostrados con los numerosos premios y distinciones recibidos por dicha actividad.

Así, entre sus actuaciones más destacadas figuran el acondicionamiento del teatro romano de Clunia para espectáculos artísticos, en 2010, y el Plan Integral del paisaje arquitectónico y cultural de Maní, en Yucatán (México), desarrollado el pasado año.

Además, el GIR LAB/PAP ha participado en importantes concursos y exposiciones nacionales e internacionales de Arquitectura, y se ha encargado de la organización de numerosos simposios, seminarios y jornadas, como el prestigioso Congreso Internacional de Patrimonio AR&PA en sus ediciones de 2018, 2022 y también en la de este año 2024.

Por su parte, Francisco José Huete, director de Sistemas de Gestión de FCC Medio Ambiente, y Frank Rogalla, director de Innovación y Tecnología de Aqualia, recogieron el Premio de Investigación del Consejo Social en la modalidad de “Empresas e Instituciones”, otorgado al Grupo FCC por su dilatada trayectoria de más de 20 años de compromiso con la Universidad y de colaboración con sus grupos de investigación, sobresaliendo tanto en la capacidad de captación de fondos como en los reconocimientos recibidos.

Los Premios de Investigación son concedidos anualmente por el Consejo Social para reconocer la actividad en este campo de los Departamentos, Cátedras, Centros de Estudios, Institutos Universitarios de Investigación y Grupos de Investigación Reconocidos de la UVa, y para poner de relieve también a aquellas empresas e instituciones que se distingan especialmente en contratar actividades y proyectos de I+D+i con la Universidad de Valladolid.

En la modalidad de “Departamentos, Cátedras, Centros de Estudios, Institutos Universitarios de Investigación y Grupos de Investigación Reconocidos”, el premio consta de una dotación económica de 6.000 euros, que deben destinarse a la adquisición de medios materiales relacionados con la actividad investigadora del galardonado o bien a la publicación o divulgación de la misma. Por su parte, el galardón de la modalidad de “Empresas e Instituciones” es de carácter honorífico.