Fuente: Suplemento Innovadores del Diario de Valladolid-El mundo
El Ártico y la Antártida son las zonas más duras e inaccesibles del planeta. En ellas se encuentran enterradas las ilusiones y ambiciones de muchos aventureros que quisieron desnudar estos lugares para conocer más sobre ellos. Muchos perecieron en el intento y otros se quedaron congelados mientras perseguían su sueño de convertirse en los primeros en poner la bandera de la conquista en los hielos polares. Y es que descubrirlos a fondo es más una necesidad que una opción.
Investigadores del Grupo de Óptica Atmosférica (GOA) de la Universidad de Valladolid (UVA) participan en un proyecto en el que van a implementar tres estaciones permanentes, dos en áreas árticas y una en área antártica, con varios tipos de instrumentación óptica. Su trabajo habitual consiste en establecer propiedades de diversos componentes de la atmósfera, en especial los aerosoles –partículas sólidas o líquidas en suspensión en la atmósfera, como por ejemplo el polvo subsahariano que hubo hace unos días en Valladolid–.