Guiños que se convierten en pies y manos

Fuente: Innovadores-Diario de Valladolid- E. Lera

José Carlos Carballo, a quien su familia llama Charlie, despertó un buen día de su cárcel. No podía hablar. Era incapaz de moverse. Ni siquiera masticaba los alimentos. Dependía de una traqueotomía para respirar y una sonda para alimentarse. El síndrome de cautiverio postró su cuerpo en una cama dos meses y medio después de su boda. Sin embargo, su mente no paraba de volar y de sentir emociones.

Su fiel compañera de viaje desde que la vida le jugó esta mala pasada ha sido su mujer, Puri, con la que desarrolló un sorprendente sistema de comunicación basado en el movimiento de la única parte del cuerpo que podía mover, es decir, los ojos. Los cómplices guiños voluntarios de sus párpados no solo sirvieron durante una temporada para enviarse mensajes de amor, sino que estuvieron a punto de convertirse en sus pies y manos. La fuerza de voluntad le ayudó a superar barreras y pasó a ‘moverse’ a través de su dedo índice de la mano derecha.

Pero el caso de Charlie inspiró una posible solución para el desplazamiento autónomo de personas con una inmovilidad severa como los tetrapléjicos con lesión alta, que no pueden llegar a conseguir lo que este luchador, finalmente, logró.

La magia de este particular milagro la realizó el grupo del Laboratorio de Electrónica y Bioingeniería del departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones e Ingeniería Telemática de la Universidad de Valladolid (UVA). «Nos enteramos de su caso y decidimos buscar una solución a su problema», cuenta Alonso Alonso, coordinador del Grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación…

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