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UN ESPIONAJE MOLECULAR ADVIERTE DE POSIBLES COMPLICACIONES EN LOS CATALIZADORES DE ORO

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Muchas reacciones químicas no se producen porque la barrera energética que habría que superar es excesivamente alta. Sin embargo, en presencia de un catalizador sí pueden tener lugar. Un catalizador es “una sustancia que acelera una reacción química y abre una nueva ruta para la obtención del producto deseado, sin ser consumido en el proceso”, según lo define Camino Bartolomé, miembro del Instituto de Investigación CINQUIMA de la UVa.

La Química ha experimentado en el siglo XXI una fiebre del oro. Grupos de investigación de todo el mundo se han lanzado a describir nuevas aplicaciones de este metal precioso a raíz de descubrimientos en las dos últimas décadas sobre su capacidad para catalizar determinadas reacciones químicas, lo que ha contribuido a mejorar procesos industriales en farmacia o química fina. Un equipo del Instituto Universitario CINQUIMA, de la Universidad de Valladolid (UVa), se ha fijado en esta ocasión en las complicaciones que pueden surgir en determinadas catálisis en la que está presente el elemento 79 de la tabla periódica haciendo uso de la resonancia magnética nuclear (RMN), una técnica de espionaje molecular.

Una de las líneas desarrolladas por la unidad de investigación consolidada UIC176 a la que pertenecen los autores del artículo consiste en diseñar y estudiar el comportamiento de nuevos catalizadores de diferentes metales, entre ellos el oro, cuyo denominador común es que poseen un arilo fluorado enlazado al metal. En concreto, en un trabajo publicado recientemente han estudiado cómo se produce la transferencia de un resto orgánico, el arilo fluorado, entre dos átomos de oro utilizando varias herramientas habituales en el desarrollo de las líneas de investigación del CINQUIMA. La RMN, explica Bartolomé, “permite espiar a las moléculas, ver cómo se van transformando”. Como si fueran agentes secretos, los investigadores emplearon los núcleos de fluor de la estructura como sofisticada lupa. Además, la técnica de difracción de rayos X “nos ha permitido fotografiar los productos de esta reorganización”, indica la investigadora. “Hemos combinado todas estas observaciones con cálculos teóricos para poder entender esta reorganización observada sobre el oro”, prosigue.

“Lo más importante de este trabajo ha sido que hemos corroborado que la reorganización de arilos depende de la elección del disolvente y de otros detalles que en ocasiones no se dan importancia en muchas reacciones químicas catalizadas por metales de transición”, precisa la profesora titular de Química Inorgánica. El trabajo, por lo tanto, constituye una advertencia sobre posibles complicaciones en procesos donde interviene un catalizador metálico y más concretamente de oro. Los resultados de este estudio científico se han publicado en la revista científica «Chemical Communications».

El oro y otros metales  

Aunque es considerado un valor refugio en economía, el empleo del oro como catalizador es para el sector productivo más asequible que el rodio o el paladio, y presenta ventajas respecto al cobre, una materia prima más disponible en la naturaleza y, por lo tanto, más barata. “Cuando a principios del siglo XXI se comienzan a publicar trabajos que demuestran la extraordinaria actividad del oro en procesos de formación de enlaces carbono-carbono, este metal se sitúa en un lugar fundamental en catálisis homogénea y síntesis orgánica”, subraya Bartolomé. “El oro es capaz de activar triples enlaces carbono-carbono selectivamente frente a otros metales, lo que hace que en algunas de estas transformaciones catalizadas sea el candidato perfecto”.

La unidad de investigación consolidada no solo trabaja con el oro en el diseño y preparación de nuevos catalizadores, sino también con otros metales como el paladio, el rodio, el iridio, el níquel y el cobre, todos de interés para la industria farmacéutica. Esta línea de investigación, codirigida por Pablo Espinet y Camino Bartolomé, forma parte del trabajo de fin de máster de Sara Fernández Moyano, y en él ha colaborado muy activamente Marconi Peñas (que actualmente disfruta de un contrato postdoctoral financiado por el Irish Research Council con un grupo puntero en Química Computacional) todos en ese momento miembros del CINQUIMA.

Una disciplina mixta El trabajo de investigación se sitúa dentro la Química Organometálica, una disciplina que actúa de nexo entre dos grandes ramas de la Química, la Orgánica y la Inorgánica. Fue el químico sueco Jöns Jacob Berzelius quien a principios del siglo XIX diferencia entre los de los compuestos los que contienen carbono, los orgánicos, y los que no, los inorgánicos. Ahora, las fronteras están más difusas. En la Química Organometálica se produce al menos un enlace entre un metal, más propio de la Química Inorgánica, y el carbono, base de la Química Orgánica.

Bibliografía: Sara Fernández-Moyano,Marconi N. Peñas-Defrutos,Camino Bartolomé y Pablo Espinet, ‘Striking ligand-disproportionative Cl/arylscrambling in a simple Au(III) system. Solvent role,driving forces and mechanisms’, Chem.Commun., 2021, 57, 125. DOI: 10.1039/D0CC06450E

LAS POBLACIONES DE TOPILLOS MODULAN EL RIESGO DE TULAREMIA EN EL MEDIO AGRARIO

Fuente: Gabinete de Comunicación de la UVa

Un equipo de investigadores del Campus de la UVa en Palencia /iuFOR ha publicado junto con investigadores del CSIC y de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), un artículo de revisión sobre la interacción entre los topillos y los brotes epidémicos de tularemia en zonas agrícolas de Castilla y León.

El artículo se incluye en un número especial de la revista internacional “Frontiers in Veterinary Science”, y aborda los problemas de salud pública asociados a las invasiones de roedores que se alían ecológicamente con los humanos y ocupan cunetas, edificios, granjas y tierras de cultivo. En este caso, los investigadores han sintetizado una década de investigación ininterrumpida sobre la interacción ecológica entre las poblaciones cíclicas de topillos campesinos (Microtus arvalis) y las de la bacteria zoonótica Francisella tularensis (agente causal de la tularemia) en hábitats agrarios de la región de Tierra de Campos.

El trabajo ha sido liderado por la investigadora palentina Silvia Herrero Cófreces, y revisa los principales avances científicos que son clave para definir estrategias de prevención y gestión de la tularemia en los medios agrarios.

Uno de estos avances ha sido la validación cuantitativa de la estrecha relación que existe entre las plagas periódicas de topillos y los brotes epidémicos de tularemia en humanos desde 1997, momento en el que esta enfermedad se considera de declaración obligatoria en nuestro país.

Más significativa aún ha sido la comprobación empírica de que la prevalencia de la enfermedad en los topillos (es decir, la proporción de animales infectados) aumenta positivamente con la densidad del roedor: esto es, cuantos más topillos hay en el medio, también hay más bacterias, poniendo de relieve el importante papel epidemiológico que juegan estos roedores como agentes amplificadores de enfermedades zoonóticas.

Durante la investigación se ha comprobado también que, en lugar de existir ciclos separados de circulación/transmisión de la enfermedad (acuático y terrestre), tal y como se planteaba de forma general hasta el momento, en las zonas castellanas con mayor incidencia de tularemia existen agentes epidemiológicos acuáticos y terrestres coexistiendo e interactuando en el espacio y el tiempo, lo cual sugiere un único ciclo de transmisión.

Además de destacar los logros científicos alcanzados durante la última década por el equipo de investigación, el artículo también recoge algunos de los interrogantes clave que permanecen aún sin respuesta. Concretamente, los autores se preguntan si los topillos que colonizaron Tierra de Campos trajeron la tularemia o bien amplificaron poblaciones preexistentes de la bacteria en estos paisajes; la virulencia y letalidad que tiene la enfermedad entre los topillos en la naturaleza, y si hay animales que resisten a la infección; y por último, conocer dónde persiste la bacteria en el medio entre los brotes epidémicos y si coinciden con momentos de bajas densidades de topillos. Estas y otras cuestiones clave serán abordadas por el equipo de investigación palentino a lo largo de los próximos años.

A diferencia de los trabajos más clásicos basados en compilaciones de muestreos de naturaleza oportunista, el tipo de avances científicos que presenta el equipo liderado por el profesor de la UVa, Juan José Luque Larena en materia de “Ecología de la Enfermedad” requieren de la obtención de grandes bases de datos de campo con una estructura espacio-temporal compleja y bien diseñada.

Las investigaciones se han llevado a cabo gracias a la financiación del gobierno central (proyecto “BOOMRAT”, Agencia Estatal de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación); el gobierno regional y las diputaciones de Palencia y Valladolid (Convenio de investigación y gestión “GESINTTOP”, Junta de Castilla y León, Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Diputación de Palencia y Diputación de Valladolid). Además, el equipo cuenta con las infraestructuras y el apoyo logístico del Campus de la UVa en Palencia, así como de iuFOR y la ETSIIAA.

Durante esta última década este equipo de investigación palentino ha dirigido tres tesis doctorales relacionadas con la ecología y epidemiología de las poblaciones cíclicas de topillos en Tierra de Campos. La cuarta será defendida durante el próximo año por Silvia Herrero, becaria predoctoral de la Junta de Castilla y León, y supondrá otro avance significativo en el conocimiento del papel que juegan algunas poblaciones de animales silvestres en la dinamización de las zoonosis en el medio natural. Sin duda, un tema de la máxima actualidad a escala global.

Artículo original:

Herrero-Cófreces, S et al. (2021). Linking Zoonosis Emergence to Farmland Invasion by Fluctuating Herbivores: Common Vole Populations and Tularemia Outbreaks in NW Spain. Front. Vet. Sci. https://doi.org/10.3389/fvets.2021.698454

EL CONSEJO SOCIAL ENTREGA EL 16 DE SEPTIEMBRE SU PREMIO ANUAL AL CATEDRÁTICO DE MICROBIOLOGÍA DE LA UVa JOSÉ MARÍA EIROS BOUZA

El Consejo Social hará entrega el próximo 16 de septiembre de su premio anual al catedrático de Microbiología de la Universidad de Valladolid José María Eiros Bouza.

La entrega del premio Consejo Social 2021 tendrá lugar, como es tradicional, en el transcurso del Acto Solemne de Apertura del Curso Académico 2021-2022 que se celebra ese día bajo la presidencia del rector de la UVa, Antonio Largo, y con la asistencia de presentantes del ámbito académico y social.

El galardón, con el que el Consejo Social quiere destacar los méritos docentes e investigadores del profesorado de la UVa, consiste en una escultura que reproduce una de las columnas de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid y un pin de oro que acredita e identifica al premiado.

José María Eiros Bouza recibirá este premio en reconocimiento a su fecunda trayectoria académica, en la triple dimensión docente, investigadora y de transferencia de conocimiento, y en especial, por la proyección de su labor investigadora sobre el entorno social, especialmente en el actual contexto de pandemia, destacando su labor de coordinación de pruebas diagnósticas y como experto asesor en el control de la misma.

Catedrático de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, de la que ha sido vicedecano en dos períodos diferentes, José María Eiros Bouza es doctor en Medicina y Cirugía y especialista en Microbiología y Parasitología.

Ha desarrollado su carrera profesional en todos los niveles asistenciales del Sistema Nacional de la Salud, ejerciendo entre otros cargos como director del Centro Nacional de la Gripe de la OMS en Valladolid y del Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda, y siendo actualmente jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega.

Director del Departamento de Anatomía Patológica, Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública y Medicina Legal y Forense de la UVA, José María Eiros Bouza tiene además una larga carrera investigadora en el campo de la epidemiología, diagnóstico y respuesta inmunitaria a las enfermedades infecciosas nosocomiales y comunitarias, las infecciones víricas y el empleo de antimicrobianos.

Integrado en diferentes grupos de investigación del Sacyl y de la UVA y actualmente coordinador del GIR de Virología Clínica, Diagnóstica y Epidemiológica, ha sido investigador en 73 proyectos financiados y director de 45 tesis doctorales y de 102 trabajos de Investigación Tutelados. recibiendo 29 Premios de Investigación.

Además, es autor en 184 libros y monografías, ha publicado 618 artículos científicos y ha presentado cerca de 900 comunicaciones y/o ponencias en Congresos, participando como profesor y conferenciante en más de un millar de foros externos.

EL CONSEJO SOCIAL PUBLICA LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN DE LOS ALUMNOS BECADOS EN EL CURSO 2020-2021

El Consejo Social ha publicado en su “Galería de Becarios” los trabajos realizados por los alumnos que obtuvieron durante el curso 2020-2021 una de las becas que concede anualmente para favorecer que los estudiantes de la UVa se inicien en labores de investigación.

Esta “Galería de Becarios”, a la que se accede a través de UVaINVESTIGA, su portal de apoyo a la difusión de la actividad investigadora de la UVa, fue puesta en marcha por el Consejo Social en el curso 2014-2015 con el fin de dar a conocer las investigaciones desarrolladas por los alumnos becados y, con ello, impulsar su empleabilidad.

Para ello, incluye fichas de los alumnos con un resumen de su proyecto de investigación, los objetivos alcanzados con el mismo, la metodología empleada y los sectores de aplicación de la investigación desarrollada. Todo ello se plasma además en un póster científico.

En total han sido 35 los alumnos que el pasado curso han podido dar sus primeros pasos en el campo de la investigación gracias a este programa de becas, de los que el 43 por ciento fueron mujeres.

Todos ellos son estudiantes que estaban punto de finalizar sus estudios de grado o que estaban matriculados en primer curso de alguno de los másteres oficiales de la UVa.

Entre otros, estos alumnos han desarrollado sus proyectos de investigación en departamentos de las facultades de Derecho, Filosofía y Letras, Ciencias del Trabajo, Medicina y Ciencias, así como de la E.T.S. de Arquitectura, de la Escuela de Ingeniería Informática, de la Escuela de Ingenierías Industriales y de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del Campus de Palencia.

También han realizado sus investigaciones en el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), el Instituto de Investigación en Matemáticas (IMUVA), el Instituto de las Tecnologías Avanzadas de la Producción (ITAP) y el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA).

Sus trabajos han abarcado aspectos como la relación de la arquitectura y el arte contemporáneo con las TICs, el fenómeno del Geoblocking, las consecuencias económicas para Rusia de la disolución de la URSS, el diseño y construcción de un magnetómetro de muestra vibrante o la valoración de granos de alto valor nutricional y mejora de sus propiedades tecno funcionales para ser utilizados como ingredientes en la elaboración de productos sin gluten enriquecidos.

El Programa de Becas de Colaboración en Tareas de Investigación forma parte de la apuesta del Consejo Social por fomentar la investigación, el desarrollo científico y la innovación tecnológica, y por impulsar la excelencia de la investigación universitaria y las políticas de transferencia y difusión de los resultados obtenidos en las actividades de investigación.

Desde su implantación en el curso 2012-2013, alrededor de 300 alumnos han podido beneficiarse de este programa de becas, para el que el Consejo Social ha destinado cerca de 300.000 euros.

EXPERIENCIA EN LOS COMITÉS DE AUDITORÍA: PARTE DE LA SOLUCIÓN AL FRAUDE EN LAS GRANDES EMPRESAS

Fuente: UVadivulga/Gabinete de Comunicación de la UVa

Este año se cumple el 20 aniversario de la caída del gigante energético Enron y, los casos de corrupción y fraude en las grandes empresas siguen, todavía hoy, a la orden del día, por lo que los comités de auditoría se han convertido en los últimos años en un elemento clave en el panorama del gobierno corporativo.

En este contexto, la Unión Europea, mediante reformas del marco legal y recomendaciones a los estados miembro, confirma la importancia de fortalecer la competencia de estos órganos de control.

En el año 2014, el Parlamento Europeo reforzó la independencia y las competencias de los comités de auditoría exigiendo a las empresas que la mayor parte de los miembros de dichos comités sean independientes y, al menos, uno de los miembros competente en auditoría o contabilidad.

Y, ¿en qué radica la importancia de estos comités de auditoría? Además de ser un elemento de buen gobierno y servir de mecanismo de vigilancia, estos órganos de control y asesoramiento brindan conocimientos y experiencia para que las empresas puedan obtener ventajas competitivas.

La función de seguimiento y verificación que realizan los consejeros que forman parte de estas comisiones proporcionan al consejo de administración de las empresas y sus accionistas información detallada sobre el estado de la empresa y las medidas más convenientes a desarrollar en el plano financiero.

La investigación académica no se ha mantenido al margen de esta problemática sino que, gracias a estudios e investigaciones, está contribuyendo también a la mejora de la trasparencia en las grandes empresas.

En este sentido, César Zarza, investigador de la Universidad de Valladolid, revisa, en el marco de su tesis doctoral, la importancia de la experiencia de los miembros de los comités de auditoría en las grandes empresas europeas.

“Nosotros aportamos un granito de arena, analizando la importancia de la cualificación y la tipología de expertos que mejor desempeñarían su papel en la comisión de auditoría. Vemos que el expertise en auditoría es el único capaz de mitigar el fraude contable”, explica Cesar Zarza, que recientemente ha publicado un artículo sobre su investigación en la revista científica Managerial Auditing Journal.

Experiencia: educación y empleo

Este estudio se centra en la noción multifacética de experiencia y explora algunas consecuencias de las cualificaciones de los miembros del comité de auditoría. Examina la relación entre la experiencia de los miembros del comité, la actividad del mismo y la función de los auditores externos.

“Los estudios previos publicados a este respecto solo analizaban de manera dicotómica la cuestión de la cualificación, de tal forma que medían el nivel de expertise de un comité de auditoría en relación a si al menos uno de los miembros de dicho comité reunía un tipo de cualificación. En el caso del presente estudio analizamos la cualificación de todos los componentes de la comisión, lo que nos ha permitido obtener una variable continua de la comisión al completo, a diferencia del resto de estudios y, además, en un entorno europeo, dada la baja evidencia empírica si lo comparamos con los EE.UU.», expone el investigador.

Una vez analizados, mediante técnicas de big data, cerca de 2.500 currículum vitae procedentes de los miembros de comités de más de 295 empresas europeas los resultados apuntan a una mejora en la experiencia de este órgano. Los hallazgos confirman que los comités con mayor experiencia son más activos, se reúnen más, tienen menos dedicación exclusiva de sus componentes y pagan honorarios por la auditoría más bajos, evidenciándose una tendencia de las grandes empresas europeas hacia comités más expertos en los últimos años.

Sin embargo, ¿qué significa que los comités tengan más o menos experiencia? La experiencia de los miembros y del comité de auditoría se puede obtener a través de la educación y del empleo. Estos dos tipos de experiencia han demostrado ser complementarios y no sustitutivos, ya que aportan diferentes competencias y habilidades al comité de auditoría.

En definitiva, los resultados de este estudio confirman la importancia de los comités de auditoría en los gobiernos corporativos y demuestran las implicaciones tanto para las empresas como para los responsables de la formulación de políticas.

Por ello, una vez demostrada científicamente la importancia de la experiencia y de la cualificación de estos comités “la legislación relativa a las comisiones de auditoría debería dar un paso más y especificar los tipos de cualificación necesarios, sustituyendo las actuales exigencias genéricas de cualificación en contabilidad y/o auditoría. Se debe especificar más y el regulador bancario ya ha dado sus primeros pasos en esta dirección”, afirma Zarza.

Bibliografía: Zarza Herranz, C., Lopez-Iturriaga, F. and Reguera-Alvarado, N. (2020), «Audit committee expertise in large European firms», Managerial Auditing Journal, Vol. 35 No. 9, pp. 1313-1341. https://doi.org/10.1108/MAJ-11-2019-2478